Nódulo de tiroides

La tiroides es una glándula en forma de mariposa ubicada en el cuello, justo arriba de la tráquea. Es una de las glándulas endocrinas que producen hormonas. La glándula tiroides ayuda a establecer el metabolismo y la manera en la cual el cuerpo obtiene energía de los alimentos que se ingieren.
¿Qué es un nódulo tiroideo?
El término nódulo tiroideo se refiere a cualquier crecimiento anormal de las células tiroideas formando un tumor dentro de la tiroides. Aunque la gran mayoría de los nódulos tiroideos son benignos (no cancerosos), una pequeña proporción de estos nódulos sí contienen cáncer de tiroides. Es por esta posibilidad que la evaluación de un nódulo tiroideo está dirigida a descubrir un potencial cáncer de tiroides. Casi el 10 por ciento de los adultos tienen nódulos tiroideos. Son más comunes en las mujeres que en los hombres.
¿Qué síntomas causan los nódulos tiroideos?
La mayoría de los nódulos tiroideos no causan síntomas. Algunas personas pueden tener dificultad para tragar, o tener una sensación de dolor o presión en la garganta o en el cuello. Otras pueden notar un abultamiento en su cuello cuando se miran al espejo; pero la mayoría no lo notan. Con frecuencia, el abultamiento es encontrado por el médico durante un chequeo de rutina u otros exámenes.
¿Cómo se diagnostican los nódulos tiroideos?
La mayoría de los nódulos de la tiroides se descubren durante un examen físico rutinario. Después de encontrar un nódulo, su médico le ordenará pruebas de laboratorio para determinar si está funcionando como un tejido tiroideo normal o si está produciendo demasiada hormona tiroidea (hiperfuncionando).
Sin embargo estas pruebas no son suficientes para eliminar la posibilidad de cáncer tiroideo. Para obtener más información acerca del nódulo, puede ser necesario hacer una o más de las siguientes pruebas:
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Punción de la tiroides con aguja fina
Una punción con aguja fina de un nódulo tiroideo puede sonar amedrentador, pero la aguja que se utiliza es muy pequeña y se puede utilizar anestesia local. Este procedimiento sencillo se puede realizar en el consultorio del doctor. No requiere de ninguna preparación especial (no se necesita ayunar), y los pacientes generalmente pueden regresar a la casa o al trabajo después de la biopsia sin ningún problema. Para una biopsia con aguja fina, su médico utilizará una aguja muy fina para extraer células del nódulo tiroideo. Por lo general, se tomarán varias muestras de diferentes partes del nódulo para que su médico tenga la mejor probabilidad de encontrar las células cancerosas si es que estas existen. Las células serán luego examinadas por un patólogo bajo el microscopio.
El informe de una biopsia con aguja fina generalmente indicará uno de los siguientes hallazgos:
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El nódulo es benigno (no canceroso) . Este resultado se obtiene en el 50 al 60% de las biopsias y con frecuencia indica un nódulo coloide. El riesgo de que exista un cáncer que haya pasado por alto, cuando la biopsia es negativa es menos de 3 en 100 y es aún menor cuando la biopsia es revisada por un patólogo con experiencia en un centro médico importante. Generalmente, no se necesita sacar estos nódulos, pero es posible que se necesite otra biopsia en el futuro, especialmente si los nódulos aumentan de tamaño.
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El nódulo es maligno (canceroso) . Este resultado se obtiene en aproximadamente el 5% de las biopsias y generalmente indica cáncer papilar , uno de los cánceres más comunes. Todos estos nódulos deben extraerse con cirugía, preferiblemente por un cirujano de tiroides con experiencia.
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El nódulo es sospechoso . Este resultado se obtiene en aproximadamente el 10% de las biopsias e indica bien un adenoma folicular (no canceroso) o un cáncer folicular . Con frecuencia, su médico puede desear obtener un centellograma de la tiroides para determinar cuales nódulos deben ser extraídos quirúrgicamente.
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La punción es no-diagnóstica o inadecuada . Este resultado se obtiene hasta en un 20% de las biopsias e indica que no se obtuvieron suficientes células para hacer un diagnóstico. Este resultado es común cuando el nódulo es un quiste. Estos nódulos se pueden quitar con cirugía o ser re-evaluados con una segunda biopsia con aguja fina, dependiendo del juicio clínico de su médico
Tratamiento
El médico puede recomendar la cirugía para extraer parte o toda la glándula tiroides si el nódulo:
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Es canceroso
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Se cree que está haciendo que la tiroides esté hiperactiva (hipertiroidismo)
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No se puede diagnosticar como cáncer o no cáncer
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Causa sintomas como problemas para deglutir o respirar
Los pacientes con nódulos hiperactivos se pueden tratar con yodo radiactivo, lo cual reduce su tamaño y actividad. Sin embargo, en raros casos, el tratamiento puede provocar hipotiroidismo e inflamación de la glándula tiroidea (tiroiditis inducida por radiación). A las mujeres embarazadas no se les debe administrar este tratamiento y las mujeres que están recibiendo tratamiento con yodo radiactivo no deben quedar embarazadas.
La levotiroxina (hormona tiroidea) es un fármaco que inhibe la producción de la hormona tiroidea T4. Un médico puede recetar levotiroxina para tratar los nódulos benignos únicamente en casos especiales.
El único tratamiento recomendado para los nódulos benignos que no causan síntomas y no están creciendo es hacerles un seguimiento cuidadoso. Es posible que sea necesario repetir una biopsia de tiroides de 6 a 12 meses después del diagnóstico. Una ecografía también se puede repetir.
Otros posibles tratamientos incluyen la inyección de etanol (alcohol) dentro del nódulo y la terapia con láser.
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