Infección Urinaria
Antes de comenzar considero conveniente describir brevemente el
sistema urinario y sus funciones.
Dicho sistema está formado por:
![](../images/Imagen_comunidad_5_Large.jpg)
• Dos riñones: situados debajo de
las costillas a ambos lados de la columna vertebral. Su
función es:
• Eliminar los desechos
líquidos de la sangre en forma de orina.
• Mantener un equilibrio
estable de sales y otras sustancias en la sangre.
• Producir eritropoyetina, una
hormona que ayuda en la formación de los glóbulos rojos.
•
Dos uréteres: tubos estrechos que llevan la orina de los
riñones a la vejiga.
• Vejiga: órgano hueco de forma
triangular, situado en el abdomen inferior. Está sostenida por
ligamentos unidos a otros órganos y a los huesos de la pelvis.
Las paredes de la vejiga se relajan y dilatan para acumular la
orina, y se contraen y aplanan para vaciarla a través de la
uretra.
• Dos músculos del esfínter:
músculos circulares que ayudan a que la orina no gotee,
cerrándose herméticamente como una cinta de goma alrededor del
orificio de la vejiga.
• Uretra: tubo a través del cual
pasa la orina desde la vejiga al exterior del cuerpo.
Datos acerca de la
orina:
•Los
adultos eliminan cada día aproximadamente un litro y medio de
orina, según el consumo de líquidos y alimentos.
•El
volumen de orina formado por la noche es aproximadamente la
mitad del formado durante el día.
•La
orina normal es estéril. Contiene líquidos, sales y productos
de desecho, pero no tiene bacterias, virus ni hongos.
Los tejidos de la vejiga están aislados de la orina y de las
sustancias tóxicas por medio de una capa que no permite que las
bacterias se adhieran y crezcan en la pared de la vejiga.
Infección Urinaria
EI
término infección urinaria (IU) se refiere a un crecimiento
bacteriano significativo dentro del tracto urinario.
Se estima que el 10-20% de las mujeres sufre al menos un
episodio de IU a lo largo de su vida. A partir de los 50 años la
prevalencia de IU en los hombres aumenta en forma progresiva,
quizás en relación con enfermedades prostáticas o
instrumentaciones urológicas.![](../images/Imagen_comunidad_5_2_Large.jpg)
Por cistitis se entiende la infección urinaria localizada
únicamente en la vejiga, uretritis es la infección localizada en
la uretra, mientras que en la pielonefritis (infección urinaria
alta), la infección también está presente en el parénquima
renal.
En la gran mayoría de los casos la infección urinaria está
causada por vía ascendente a partir de gérmenes presentes en el
tracto intestinal y que han contaminado las zonas perianal,
perineal y genital.
Igualmente las instrumentaciones sobre el tracto urinario,
sondajes, citoscopias, etcétera, posibilitan la infección
urinaria por vía ascendente al introducir gérmenes en el
interior del tracto urinario.
Factores predisponentes: son factores que favorecen la
colonización y desarrollo de los gérmenes:
• Sexo femenino: las mujeres presentan la uretra muy pequeña
favoreciendo el ingreso de los gérmenes procedentes del
intestino grueso y de la zona anal.
• Obstrucción
• Cálculos
• Reflujo vésicoureteral
• Sondas y manipulación genitourinaria
• Anomalías de la uretra y de la vejiga
• Embarazo
• Diabetes mellitus
Cuadro clínico: depende de la localización de la
infección .
La cistitis se caracteriza por la aparición disuria (ardor al
orinar), polaquiuria (orinar muchas veces en cantidad menor a la
habitual), orina maloliente, tenesmo vesical (necesidad
imperiosa de orinar). Es característico de esta forma clínica la
ausencia de fiebre y de afectación del estado general.
En las infecciones de vías altas (pielonefritis) el curso es
febril, con escalofríos, temblores. Además suele acompañarse de
dolor en la región lumbar, vómitos y dolor abdominal.
Diagnóstico:
En ambos casos, la infección renal y la cistitis, se
diagnostican mediante un examen simple de orina, el cual muestra
al microscopio una cantidad de glóbulos blancos (pus) y que se
confirma a través del urocultivo (cultivo de orina).
Tratamiento:
El tratamiento de una infección urinaria debe ser realizado
siempre por un médico.
Se basa en el uso apropiado de antibióticos, dependiendo del
germen y el paciente, a dosis adecuadas, por vía oral o
intravenosa dependiendo de la localización.
Recuerde siempre consultar con su médico y no utilice
antibióticos sin prescripción del mismo.
Dr.
Javier Sosa
Residente de Clínica Médica
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