Coordinador del estudio CORAZÓN–CEREBRO, con motivo del reciente  lanzamiento de las  GUÍAS  PARA EVALUACIÓN COGNITIVA DE PACIENTES VASCULARES, en la  Federación Argentina de Cardiología.

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¿Estimado Dr. Augusto Vicario, podría explicar en breves palabras en qué consiste el ESTUDIO CORAZÓN CEREBRO, que se está llevando a cabo a nivel nacional?

Nuestro grupo de investigación estudia desde hace más de 10 años los vínculos entre ambos órganos e intenta comprender que los cuidados que propiciemos al primero redundan en beneficios del segundo. Una de sus aristas es el “Registro Cognitivo en pacientes hipertensos”, presentado recientemente en el CNC 2013.  Para ello, más de 40 investigadores de  diferentes centros y regiones del país, adecuadamente capacitados y convocados en forma voluntaria están enrolando pacientes para evaluarlos con distintas pruebas neuropsicológicas, además de las habituales valoraciones como presión arterial, antropometría y un cuestionario con respuestas cerradas.
 
¿Qué objetivos persigue?

Su objetivo es conocer el estado cognitivo de los pacientes hipertensos y detectar en forma temprana las alteraciones que, habitualmente están sub-diagnosticadas (bajo rendimiento, deterioro cognitivo o demencia). El deterioro cognitivo leve y las demencias (como expresión de su grado más avanzado) son por hoy enfermedades incurables pero prevenibles, y es a través del control de las enfermedades vasculares (en especial la hipertensión arterial) que podemos conducir esta actitud preventiva.

¿Pueden agregarse más participantes a dicho estudio? Sí es así. ¿Qué requisitos deben cumplir y cómo deben proceder los interesados?

El estudio tuvo una fase piloto en la que participaron seis centros del interior del país (Salta, Tucumán, Córdoba, Corrientes, Paraná y Rosario) y dos de la Ciudad de Buenos Aires y pudo observarse que, en 289 pacientes enrolados aquellos sin control de los valores de presión arterial presentaban mayor compromiso en la perfomance de los test utilizados. Al ser un registro, la incorporación de nuevos centros no es un impedimento pero, habida cuenta que este estudio no cuenta con subsidios o fondos para su financiación, la incorporación se ve limitada dado que la capacitación que requieren los investigadores para administrar los test neuropsicológicos, se realiza “in situ” en cada uno de los centros. De manera que, los traslados son una erogación a veces imposible. De todas formas, a través de nuestra página web (www.corazoncerebro.com.ar) estamos siempre en contacto y comentando la evolución del estudio.

Con respecto a las GUÍAS PARA EVALUACIÓN COGNITIVA EN PACIENTES VASCULARES que ha dado a conocer, están prologadas por los doctores Antonio Coca (Universidad de Barcelona) y Valentín Fuster (Mont Sinai, New York), inferimos, entonces, que tendrán difusión internacional. ¿Es así?

Por el momento, hemos tenido este importante reconocimiento de parte de dos prestigiosos médicos, hacia nuestro trabajo. No obstante, el interés está puesto en su difusión a nivel nacional y en un futuro que consideramos  próximo poder traducirlas y divulgarlas a nivel internacional.

¿Qué impacto cree que tendrán en la prevención de los distintos tipos de demencia y trastornos depresivos, el correcto uso de las mismas por los médicos que vemos pacientes vasculares?

La demencia crece a ritmos epidemiológicos. En nuestras series de pacientes estudiados hemos observado que la prevalencia de deterioro cognitivo alcanza un 30-35% y la de demencia es mucho más alta que en la población general. Estos datos son coincidentes con los publicados en otros países. Nuestra idea, es que los médicos se consustancien con la batería de test neuropsicológicos y aprendan a utilizarlos en la práctica diaria. Y, sin lugar a dudas esto tendrá un impacto positivo en la detección y prevención de las complicaciones neuro-psiquiátricas de la hipertensión arterial.

¿Qué mensaje gustaría dejar a los médicos que visitan nuestra página?

Cada vez que tengo oportunidad de disertar en un congreso o simposio termino mi presentación diciendo que la demencia es una enfermedad incurable hoy día pero podemos prevenirla sí, entendemos que el daño vascular que la propicia es sub-clínico durante largos períodos de tiempo (10, 15 ó 20 años). Entonces, si nosotros mejoramos el control de la hipertensión y otros factores de riesgo vascular lograremos retrasar la aparición de las demencias. Si lográramos retrasar en cinco años la aparición del compromiso cognitivo, la prevalencia de demencia caería al 50% en los próximos 10 años. Creo que es una razón más que suficiente para  intentar una actitud preventiva distinta.

Muchas gracias por su cordialidad,
Dra. Jorgelina Presta.
Clínica –UNR.
Presidente Asociación de Hipertensión Arterial  Rosario.