Relación entre HIV y riesgo cardiovascular
La elevada incidencia de ECV en pacientes relativamente jóvenes comenzó a ser observada a finales de los 90,6 y los primeros estudios que evaluaron estas observaciones fueron publicados entre 1998 y 2003.7-12 Si bien los datos iniciales fueron a veces contradictorios, en los años siguientes la evidencia sobre el tema continúo acumulándose, brindando argumentos cada vez más sólidos sobre la relación entre infección por HIV (con TARGA o sin ella) y riesgo cardiovascular (RCV).La disparidad de los resultados publicados posiblemente se deba a diferencias en los diseños de los estudios, en las poblaciones incluidas y en los end-points, así como a un seguimiento insuficiente en algunos casos. Además, varios factores confundidores como la intensidad del consumo de tabaco y cocaína, enfermedades o infecciones concomitantes y el bajo nivel socioeconómico, no fueron medidos en la mayoría de esos trabajos y pudieron haber tenido algún impacto.
Más allá de la dificultad de establecer con precisión el mayor RCV en la infección por HIV, éste parece incuestionable. Un meta-análisis recientemente publicado evaluó los trabajos observacionales y ensayos clínicos randomizados publicados hasta 2010 que reportaban eventos cardiovasculares (definidos como infarto agudo de miocardio, cardiopatía isquémica crónica o accidentes cerebrovasculares) en pacientes con infección por HIV. Los autores reportaron que el riesgo relativo (RR) de ECV en un paciente adulto con infección por HIV es 1,5 a 2 veces mayor que el de otro adulto sin infección por HIV, si bien es necesario considerar que la mayoría de los estudios incluidos no habían realizado un ajuste completo de los demás factores de riesgo tradicionales.13 Este riesgo parece ser aún mayor cuando el análisis se limita a adultos jóvenes9y a mujeres.14
Este notable incremento del riesgo de ECV no ha sido completamente explicado, y continúa siendo objeto de estudio en la actualidad. No obstante, la numerosa evidencia disponible permite explicarlo por distintos mecanismos, entre los que se encuentran la diferente prevalencia e impacto de algunos factores de riesgo tradicionales en pacientes HIV, otros factores de riesgo no tradicionales asociados al HIV, el virus HIV por sí mismo, y las drogas ARV.
|
|
|