Enfermedades hepáticas durante el embarazo: una revisión
interesante
The Lancet – Volumen 375; 13 de Febrero de 2010.
Comentario: Dr. Javier Montero. Servicio de Medicina
Interna. Hospital Povisa, Vigo, España. Ex Jefe de
Residentes de Clínica Médica, Hospital Provincial del
Centenario, Rosario, Argentina.
No es infrecuente que los médicos clínicos debamos
evaluar a pacientes embarazadas ingresadas por diversos
motivos. La revista The Lancet en su edición del
13 de febrero hace un repaso a las enfermedades
hepáticas en este contexto clínico tan particular y
considero interesante rescatar algunos pasajes volcados
en esta revisión. Estos son:
·
Durante el embarazo es habitual encontrar un descenso de
la albuminemia y un aumento de la fosfatasa alcalina de
origen placentario; sin embargo, las concentraciones de
transaminasas (TSM), bilirrubina total (BT) y
gammaglutamiltranspeptidasa (GGT) permanecen inalteradas
durante la gestación. Una modificación de dichas
determinaciones deben estudiarse siempre.
·
Las enfermedades hepáticas pueden ser relacionadas con
el embarazo, o no relacionadas al mismo (preexistentes o
coincidentes). Entre las primeras, es útil para su
aproximación tener en cuenta el momento de aparición y
si están o no asociadas a hipertensión arterial (HTA).
·
La hiperemesis gravídica (HG), la colestasis
intrahepática del embarazo (CIE) y la esteatosis
hepática aguda del embarazo (EHAE) son las 3 entidades
no relacionadas con HTA. La primera es un cuadro benigno
de nauseas y vómitos persistentes de difícil tratamiento
que suele aparecer luego de la 4ª semana y puede
extenderse hasta la 18ª, y puede asociarse a
deshidratación de no tratarse. Las TSM aumentan
habitualmente 2 a 4 veces (suelen ser menores a 200 UI/L),
aunque pueden elevarse hasta 20 veces y es rara la
ictericia (máximo aumento de BT hasta 4 veces). El
tratamiento es de soporte.
·
Por su parte, la CIE es un cuadro de prurito en palmas y
plantas principalmente, que también puede aparecer en el
trimestre 2º o 3º, de curso benigno para la madre aunque
puede producir insuficiencia placentaria con sus
consecuencias (RN pretérmino, bajo peso al nacer,
aborto). Las TSM aumentan habitualmente 4 o 6 veces
aunque también pueden elevarse hasta 20 veces. La
ictericia es poco frecuente (aumento de BT hasta 6
veces) y en general aparece 2 o 4 semanas luego de
iniciado el prurito. El diagnóstico lo confirma el
aumento de ácidos biliares > 10 ummol/L. El tratamiento
es el ácido ursodesoxicólico que suele apaliar los
síntomas y revertir el cuadro analítico. Debe realizarse
un control obstétrico estricto.
·
La EHAE es una citopatía mitocondrial rara que ocurre en
el 3º trimestre (media 36 semanas) y constituye una
emergencia médica y obstétrica por tratarse de un cuadro
agudo de insuficiencia hepática que puede variar en
gravedad (vómitos, hipoglicemia, acidosis láctica,
ictericia y encefalopatía hepática). Las pruebas de
imágenes, ecografía o TAC, muestran la infiltración
hepática grasa lo que sella el diagnóstico. La
finalización del embarazo es perentoria.
·
Los cuadros hepáticos relacionados con la HTA durante el
embarazo son: pre-eclampsia (PEC), eclampsia (EC),
Síndrome HELLP, infarto y ruptura hepática. Estos
aparecen en el trimestre 2 y 3, luego de las 20 semanas.
La PEC se definida como HTA (TA > 140/90 en dos
oportunidades) y proteinuria (>300 mg/24 hs), y cuando
ocurren convulsiones, se defina EC. El compromiso
hepático, por vasoconstricción del lecho vascular
hepático que puede llevar a infarto hepático, ocurre en
un 20 o 30% de los casos. Se caracteriza por dolor
abdominal en el cuadrante superior derecho, náuseas y
vómitos y en la analítica por aumento 10 veces del valor
de TSM (puede ser hasta 50 veces). La ictericia es
infrecuente (máximo hasta 5 veces), y puede coexistir
plaquetopenia. El tratamiento es el control de la HTA,
aunque el compromiso hepático en este contexto es
expresión de una PEC grave y suele requerirse finalizar
el embarazo.
·
El Sme. HELLP (anemia hemolítica microangiopática,
plaquetopenia e hipertransaminasemia) se combina en
general con PEC (85%). Puede ser asintomática o
presentarse con dolor abdominal, náuseas y vómitos, y en
la analítica por aumento 10 a 20 veces del valor de TSM,
anemia, aumento de LDH, plaquetopenia, e
hiperbilirrubinemia mixta. El tratamiento es la
finalización del embarazo por la alta morbimortalidad
fetal y materna.
·
El hematoma hepático, el infarto y ruptura hepáticos
ocurre en una minoría de pacientes con PEC o Sme HELLP,
en general en el 3º trimestre. Se caracteriza por fuerte
dolor abdominal en cuadrante superior derecho, fiebre y
descompensación hemodinámica. Las TSM suelen superar las
3.000 UI/L. El diagnóstico diferencial se debe hacer con
la EHAE y la terapia de soporte y finalización del
embarazo son los pilares del tratamiento.
·
Más allá de las hepatopatías propias del embarazo, no
debe dejarse de tener en cuenta a las hepatitis virales,
incluida aquella por VHE y VHS que pueden tener un curso
nefasto, la hepatitis autoinmune, que requieren
inmunosupresión durante el embarazo, y la enfermedad de
Wilson. Estas entidades deben ser adecuadamente
descartadas.
Las enfermedades hepáticas durante el embarazo son raras
pero es muy importante conocerlas debido a los efectos
deletéreos sobre el feto y la madre que pueden tener
algunas. Los clínicos debemos estar familiarizadas con
ellas; esta revisión, nos acerca a ellas.
Joshi D, James A, Quaglia A, et al. Liver disease in
pregnancy. Lancet 2010; 375: 594–605.
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