Preventing nephropathy induced by contrast medium
Brendan J. Barrett, M.B., and Patrick S. Parfrey, M.D.
NEJM Volume 354:379-386 January 26, 2006
LINK:
http://content.nejm.org/cgi/content/full/354/4/379
Tratan el
problema clínico, la definición, la incidencia y las
posibles consecuencias de la nefropatía inducida por medios
de contraste. Entre los factores de riesgo destacan
diabetes, nefropatía previa, edad mayor a 75 años, depleción
de volumen periprocedimiento, insuficiencia cardíaca,
hipertensión, proteinuria, uso concomitante de AINEs e
inyección intraarterial del medio de contraste. Las dosis
altas del medio de contraste aumentan la probabilidad de
nefropatía; la dosis tolerable depende de la función renal.
Enfatizan las situaciones en que es necesario dosar la
cretininenemia antes de administrar el medio de contraste.
Consideran
la patogénesis y los factores que condicionan el pronóstico.
Dentro de la
prevención, mencionan la recomendación de administrar
líquidos, aclarando que aún faltan datos para decidir cual
es el régimen óptimo, citando los resultados de diferentes
ensayos.
En la
sección “Summary and Recomendations” enfatizan que en
pacientes con función renal normal y sin factores de riesgo
para nefropatía por medios de contraste, no se requieren
intervenciones profilácticas de rutina. Para pacientes que
tienen la función renal disminuida, recomiendan la medición
de la creatininemia y la estimación de la filtración
glomerular; si ésta es menor de 50 ml/min para 1,73 m2,
particularmente en pacientes con otros factores de riesgo,
creen que deberían considerarse estudios alternativos de
imágenes. Si se pensara que el medio de contraste es
necesario, aconsejan usar la dosis mínima necesaria de un
agente de baja osmolaridad y repetir la cretininemia 24 a 48
horas después del medio de contraste. Si es posible, los
diuréticos y los AINEs deben suspenderse por lo menos 24
horas antes y hasta 24 horas después del procedimiento. En
diabéticos que reciben metformina, ésta debe suspenderse
desde 48 horas antes, y no reiniciarse hasta asegurarse que
el medio de contraste no produjo una nefropatía (por el
riesgo de acidosis láctica).
Concluyen
que debe administrarse líquido adicional, y que aun cuando
el régimen óptimo es incierto, los datos disponibles
apoyarían la infusión endovenosa de 1 ml/kg/h de solución
fisiólogica de cloruro de sodio desde 12 horas antes y hasta
12 horas después del procedimiento, con cuidadosa
observación del balance líquido. No recomiendan el uso
rutinario de acetilcisteína, dada la inconsistencia de los
resultados en los ensayos clínicos.
Casi
simultáneamente se publicó:
Compliance with quorom and quality of reporting of
overlapping meta-analyses on the role of acetylcysteine in
the prevention of contrast associated nephropathy: case
study.
Giuseppe G L Biondi-Zoccai, Marzia Lotrionte, Antonio Abbate,
et al.
BMJ 2006;332:202-209 (28 January)
LINK:
http://bmj.bmjjournals.com/cgi/content/full/332/7535/202
En el item
“practical implications for the clinical use of
acetylcisteine”, comentan que aunque este no fue un objetivo
formal del trabajo, pueden hacerse algunas recomendaciones
extraídas de la evidencia disponible. Los estudios no
encuentran evidencia de toxicidad o de efectos adversos con
ese uso de la acetilcisteína. Sin embargo, la magnitud real
del efecto preventivo de la nefropatía inducida por medios
de contraste no puede ser definitivamente inferida, dada la
heterogeneidad clínica y estadística y la falta de
explicaciones claras de tales inconsistencias. |