The
Decrease in Breast-Cancer Incidence in 2003 in the United
States
PM. Ravdin, KA. Cronin, N Howlader, CD. Berg, RT.
Chlebowski, EJ. Feuer, BK.
Edwards, and DA. Berry
N Engl J Med 2007;356:1670-1674.
LINK:
http://content.nejm.org/cgi/content/full/356/16/1670
Un análisis inicial de los datos del National Cancer
Institute's Surveillance, Epidemiology, and End Results (SEER)
muestra que en US la incidencia - ajustada para la edad - de
cáncer de mama en la mujer, disminuyó abruptamente en 2003
(6.7%) en comparación con 2002. La disminución comenzó a
mediados de 2002 y comenzó a estabilizarse hacia mediados
de 2003. Dicha disminución fue evidente sólo en mujeres de
50 años o mayores y fue más evidente para cánceres con
presencia de receptores para estrógenos, que para cánceres
con ausencia de dichos receptores.
Para explicar la tendencia se propusieron cambios en factores
reproductivos, en el screening mamográfico, en la exposición
ambiental, en la dieta y en el uso de terapia hormonal de
reemplazo (THR); de esos factores, solamente el empleo de
THR cambió substancialmente entre 2002 y 2003. Parece menos
probable que las otras causas hayan desempeñado un rol mayor
en el descenso de la incidencia de cáncer de mama, aunque no
han sido excluidas.
Dicho descenso, como se dijo, comenzó a mediados de 2002;
ocurrió poco después que aparecieran varios informes sobre
los ensayos randomizados del Women's Health Initiative,
ampliamente publicitados, que comunicaron un aumento
significativo en los riesgos de enfermedad cardíaca
coronaria y de cáncer de mama, con el empleo de la
combinación estrógeno progestina en mujeres postmenopáusicas.
Según la bibliografía que aportan los autores, en US, la
prescripción de THR ya había disminuido un 38 % hacia fines
de 2002 y en 2003 hubo aproximadamente 20 millones menos de
prescripciones que en 2002.
Al final del artículo se hacen una interesante pregunta:
¿puede esperarse sólo una demora en la aparición de tumores
clínicamente detectables, o una reducción en la incidencia
en el largo término? Al respecto plantean que el cambio
hormonal podría sólo haber demorado ligeramente o
temporariamente el crecimiento de los tumores, o
alternativamente, estar ejerciendo un efecto más profundo;
creen que la respuesta la dará la futura incidencia de este
cáncer.
De todas formas, la comprensión de la abrupta disminución en
la incidencia, cualquiera fuera la causa, podría contribuir
a un mejor conocimiento del desarrollo y de la prevención
del cáncer de mama. |