/  Rosario - Santa Fe - Argentina

 
 
     

 


 

 

 

 
 

Volver
 

Indicaciones y uso del tratamiento intensivo con insulina en pacientes críticos

Mebis L, Gunst J, Langouche L, Vanhorebeek I, Van den Berghe G. Indication and practical use of intensive insulin therapy in the critically ill.

Curr Opin Crit Care. 2007 Aug;13(4):392-8.

 

 

Nota: el objetivo de recomendar esta revisión se basa en las controversias desatadas con la estrategia destinada a controlar las glicemias en forma estricta en pacientes críticos, fundamentalmente en lo que concierne al riesgo de hipoglicemias. Fue realizado por el grupo de la Universidad de Leuven (Bélgica), quienes han presentado, los dos trabajos más importantes en cuanto a la efectividad del tratamiento propuesto. Por último, han detallado una práctica guía en cuestiones referentes al tratamiento y su monitorización.

 

Hay evidencias que la hiperglicemia en pacientes críticos aunque sea moderada, se encuentra relacionada con efectos adversos.

Existen una serie de situaciones como la injuria cerebral, el infarto agudo  de miocardio (IAM), trauma y accidente cerebrovascular (ACV), donde se ha demostrado que la hiperglicemia es un factor de riesgo independiente para una evolución asociada a complicaciones. En el año 2001 el grupo de Leuven publicó el trabajo que demostró que un estricto control de las glicemias en pacientes de una unidad de cuidados intensivos (UCI) quirúrgicos se relacionaba con una disminución de la morbimortalidad. Se observó una disminución de la mortalidad absoluta del 3,4% en el grupo de pacientes sometido al control intensivo con insulina y el beneficio fue más pronunciado en el grupo de pacientes que requirieron mas de cinco días de internación, ya que la mortalidad en ellos se redujo del 20,2% a 10,6%. Con el tratamiento intensivo se observó que además se pudieron prevenir algunas complicaciones comunes de los pacientes críticos: bacteriemias, insuficiencia renal aguda, anemia, polineuropatía del paciente crítico e hiperbilirrubinemia. Además el tiempo de ventilación mecánica se reduce al igual que la estadía hospitalaria.

Posteriormente, en el año 2006, el mismo grupo publicó un trabajo donde un grupo de pacientes de una UCI de pacientes médicos, es sometido al mismo protocolo de tratamiento. A este estudio se le dio el suficiente poder estadístico para poder excluir o demostrar algún efecto en aquellos que estuvieron ingresados en la unidad un periodo mayor o menor a tres días. En el grupo de paciente tratados intensivamente y que tuvieron una estadía en la UCI mas prolongada se observó una reducción en la mortalidad del 52,5% al 43% y una disminución de eventos tales como disfunción renal y polineuropatía del paciente crítico. Una reducción significativa de la morbilmortalidad fue encontrada en un análisis de intención por tratar cuando se efectuó un pool de los dos estudios (pacientes críticos con patologías quirúrgica y médica). Estos hallazgos fueron más evidentes cuando los pacientes permanecieron internados por más de tres días. El mantenimiento de niveles de glicemia por debajo de 108 mg/dl fue más efectivo que cuando se mantuvieron entre 108 y 144 mg/dl.

Hace algunas décadas se propuso que la infusión de glucosa, insulina y potasio (GIP) administrados a los pacientes con IAM podían reducir la morbimortalidad. Posteriormente, dos grandes estudios, no pudieron demostrar beneficios con este tratamiento. (Diabetes and Insulin-Glucose Infusion in Acute Myocardial Infarction; DIGAMI-2 y Clinical Trial of Metabolic Modulation in Acute Myocardial Infarction Treatment Evaluation – Estudios Cardiológicos Latinoamerica; CREATE-ECLA). En este último estudio, incluso, en el grupo sometido a tratamiento con GIP, hubo aumento de los niveles de glucosa comparado con el grupo sometido a cuidados convencionales. En el DIGAMI-2, el objetivo de obtener niveles de glucosa normales en uno de los grupos no fue alcanzado y no se pueden obtener conclusiones con respecto al impacto del control de la glicemia. El GIST (glucose–insulin in stroke trial), estudio  donde se administraba GIP por 24 horas a pacientes que sufrieron un ACV con hiperglicemia, falló para demostrar una disminución significativa en los niveles de glicemia y en la mortalidad.

El estudio VISEP (Efficacy of Volume Substitution and Insulin Therapy in Severe Sepsis), fue realizado para evaluar, en una de sus ramas, la efectividad y seguridad del tratamiento intensivo con insulina en pacientes con sepsis y shock séptico. Esta rama del estudio tuvo que ser suspendida por haberse encontrado un grado de hipoglucemia considerado inaceptablemente elevado (12,1%). El poder estadístico no fue suficiente para tomar conclusiones respecto a efectividad y seguridad del tratamiento intensivo con insulina.

En otro estudio, el control de glicemia fue menos estricto que en los trabajos del grupo de Leuven, y aún de este modo se observó una disminución en la morbimortalidad.

El Glucontrol, es un estudio prospectivo, multicéntrico, controlado y randomizado, llevado a cabo para demostrar si el estricto control de la glicemia tiene impacto en la sobreviva de una población mixta de pacientes críticos. Este estudio fue suspendido por un inadecuado control de la glicemia y riesgo de hipoglicemia. No hay datos publicados en cuanto a la mortalidad en dicho estudio.

Tanto el estudio DIGAMI-2, el  CREATE-ECLA, el GIST y el VISEP son frecuentemente utilizados como argumento contrario a la eficacia del control estricto de la glicemia a través de tratamiento intensivo con insulina. Estos estudios, sin embargo nos demuestran que para lograr un control de la glicemia es necesario utilizar insulina y que para generar conclusiones en cuanto a la reproducibilidad del tratamiento se necesita un adecuado poder estadístico. Esta respuesta, eventualmente la podrá dar el estudio NICE-SUGAR (Normoglycemia in Intensive Care Evaluation and Survival Using Glucosa Algorithm Regulation), que reúne las consideraciones estadísticas planteadas a fin de lograr conclusiones adecuadas.

¿Todos los subgrupos de pacientes deberían ser tratados en forma intensiva con insulina? Este tratamiento ha reducido la morbimortalidad en pacientes médicos y quirúrgicos, incluyendo aquellos con enfermedades cardiovasculares, respiratorias, hepáticas, gastrointestinales, neoplasias y sepsis al momento del ingreso. Solo en el grupo de pacientes con historia previa de diabetes no se observó beneficio en cuanto a sobreviva, aunque si se redujo la morbilidad en ellos. En un análisis de regresión logística multivariado, los pacientes con diabetes tratados con medicación diferente a la insulina, tuvieron un riesgo de muerte más bajo, mientras que los pacientes diabéticos tratados con insulina, tuvieron una tendencia a mayor riesgo de mortalidad. La razón exacta de estos hallazgos debe ser aún investigada.

¿Existe un daño potencial con la  hipoglicemia? Los síntomas de hipoglicemia pueden no ser apreciado adecuadamente en los pacientes críticos  y la hipoglicemia prolongada o severa se puede acompañar de daño neurológico ó arritmias. Los pacientes sépticos parecen ser más susceptibles al riesgo de hipoglicemia. En los estudios correspondientes, estos episodios de hipoglicemia fueron descriptos como breves y no asociados a problemas clínicos evidentes. Se observó una mayor mortalidad en pacientes con hipoglicemia espontánea, que en la provocada por insulina.  El riesgo de hipoglicemia debiera ser  sopesado con el beneficio del estricto control de las glicemias. Posiblemente los dispositivos continuos para medir la glicemia y los sistemas computarizados para el control de la misma, ayudaran a evitar episodios de hipoglicemia.

¿Puede ser perjudicial el tratamiento intensivo con insulina cuando se utiliza por menos de tres días? En el estudio Leuven de pacientes médicos, se observó una mortalidad mayor en los pacientes tratados por menos de tres días. Esto pudo deberse a un bias en la selección de pacientes y cuando se corrigió para factores de riesgo sobre la admisión, la diferencia en la mortalidad desapareció. Cuando se analizó un pool de datos de los pacientes médicos y quirúrgicos, el poder estadístico fue suficiente para demostrar que el tratamiento por menos de tres días no fue perjudicial.

Importancia de alcanzar un nivel óptimo de control de glicemia: en un modelo animal validado para enfermedad critica prolongada, se demostró que el beneficio del tratamiento intensivo con insulina, requirió de la presencia de normoglicemia, independientemente del efecto de la insulina per se. Existe un patrón de riesgo de muerte cuando se estratifica este riesgo con el nivel de glicemia alcanzado, encontrándose mayor beneficio cuando las glicemias fueron menores de 108 mg/dl. Las evidencias en cuanto a la disminución en mortalidad y morbilidad, claramente evidencian que a mejor control de glicemia mayores beneficios se logran. Esto tal vez no sea tan categórico para los pacientes diabéticos.

Cuestiones practicas:

·          ¿Cuando deberían comenzar a administrarse el tratamiento intensivo con insulina? De acuerdo a los resultados del grupo de Leuven, se debería comenzar el tratamiento inmediatamente al ingreso del paciente  a la UCI.

·          ¿Como se debe administrar la insulina, en forma subcutánea (SC) o endovenosa (EV)? Los trabajos publicados utilizan la vía EV y es la estrategia para la cual ha sido probada la efectividad. La ruta SC es inapropiada, fundamentalmente cuando el paciente se encuentra hemodinámicamente inestable, ya que su absorción puede ser errática.

·          ¿Con qué rapidez los niveles de glicemia debieran ser normalizados? Se postula que esto debe ser realizado en el término de 12 a 24 horas. La corrección en tiempo menor puede traer aparejado el riesgo de hipoglicemia.

·          ¿Durante cuánto tiempo debieran mantenerse los niveles de glucosa en el valor sugeridos por los estudios que demuestran la efectividad del tratamiento? Se plantea que debe mantenerse la normoglicemia durante la estadía total en la UTI. Se necesitan estudios adicionales para evaluar la continuidad del tratamiento en las salas generales de internación.

·          ¿Cómo debiera monitorizarse el nivel de glucosa en sangre? En los estudios del grupo de Leuven, esto se hizo mediante dos sistemas validados: el analizador de gases ABL y HemoCue glucometer. El uso de glucometers, que no han sido validados no debieran ser usados, ya que los resultados pueden ser erróneos sobre todo en el rango de bajos niveles de glucosa. En los pacientes hemodinámicamente estables, la obtención de la muestra puede ser de tipo capilar, no así en los pacientes hemodinámicamente inestables, donde se debería obtener (como se ha publicado en los grandes estudios), a través de sangre arterial (habitualmente estos pacientes tienen cánulas arteriales para medir la presión arterial en forma continua y medir gases en sangre con frecuencia). Los dispositivos continuos para medir la glicemia y los sistemas computarizados para el control de la misma, optimizaran este tipo de tratamientos intensivos y de controles estrictos.

·          ¿Cuál debería ser el soporte nutricional? Los estudios tradicionales utilizaron guías europeas. Se comenzó la nutrición enteral tan pronto como fue posible si el paciente estaba estable desde el punto de vista hemodinámico, pero si no se lograba el objetivo en cuanto a calorías necesarias, se recurría a la nutrición parenteral. No hay conclusiones, respecto a si los diferentes esquemas de nutrición pueden conducir a los mismos resultados.

·          ¿Qué debiera hacerse luego del alta del paciente de la UTI? En los estudios del grupo de Leuven, el tratamiento intensivo, finalizó al alta de la UTI. No hay datos sobre la estrategia a efectuar en esta etapa, a excepción del paciente diabético donde debiera mantenerse una glicemia por debajo de 140 mg/dl.

 

Conclusiones:

El mantenimiento de un nivel de glicemia normal en una población de pacientes críticos mixtos demostró una mejoría en la sobreviva y la disminución de la morbilidad. Están pendientes resultados de estudios multicéntricos y con poder estadístico suficiente para confirmar estos hallazgos. A la espera de los mismos, las evidencias están a favor de mantener niveles de glicemia por debajo de 108 mg/dl, a pesar de la incidencia de hipoglicemia.

 

 

Comentario: Dr. Juan Carlos Pendino - Medico de planta de la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Recoletas de Albacete (España)

 

 

Material relacionado en Clínica-UNR.org:

 

Hiperglicemia en pacientes críticos
Dr. Damián Carlson

Volver

 

©2004 - 2007  Cínica-UNR.org
Publicación digital de la 1ra Cátedra de Clínica Médica y Terapéutica
y la Carrera de Posgrado de Especialización en Clínica Médica
 
Facultad de Ciencias Médicas - Universidad Nacional de Rosario
 
Todos los derechos reservados
  Sitio web desarrollado por los Dres. Ramón Ferro y Roberto Parodi