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Propagation prevention: A complementary mechanism for “lung protective” ventilation in acute respiratory distress syndrome.

John J. Marini, MD; Luciano Gattinoni, MD

Crit Care Med 2008 Vol. 36, No. 12

 

 

 

En el Distrés Respiratorio (SDRA), se considera que la injuria generalizada que lo caracteriza comienza en forma sincrónica en todo el pulmón. Es poco lo que se ha investigado acerca de la posibilidad que la injuria inflamatoria comience en un área focalizada y luego se propague secuencialmente de distal a proximal a través de la vía aérea. Los líquidos proteináceos formados en alvéolos injuriados cargados de mediadores inflamatorios podrían ser conducidos  a regiones no injuriadas impulsados por los movimientos respiratorios y fuerzas gravitacionales y teóricamente inactivarían surfactante o incitarían directamente más inflamación.

El presente trabajo pretende constituir un llamado de atención acerca de esta posible mecanismo de diseminación de la injuria y sugerir estrategias ventilatorias y de posicionamiento como medidas de protección de la injuria pulmonar por propagación a través de la vía aérea.

Actualmente se considera que el pulmón injuriado se constituye con unidades enfermas incapaces de realizar el recambio gaseoso (shunt) y otras menos comprometidas que mantienen esta función casi intacta. La prevención de la extensión es un objetivo clave de una estrategia de ventilación protectiva.

Existe evidencia que la elección de un patrón ventilatorio adverso puede exacerbar la injuria o retrasar el proceso de reparación generando la injuria pulmonar relacionada a la ventilación mecánica (ventilador induced lung injury, VILI).

Se considera que la tensión que se desarrolla en la interfase entre las unidades abiertas y cerradas en un pulmón mecánicamente heterogéneo, constituye un amplificador reconocido de lesión.

La compresión genera, en áreas dependientes del pulmón, el cierre de la pequeña vía aérea con el consiguiente aumento de la tensión superficial  resultando en  depleción e inactivación del surfactante generando inevitablemente el colapso posterior del espacio aéreo. La lesión de las células epiteliales que sintetizan surfactante constituye un mecanismo reconocido en la injuria pulmonar, ésta también resulta de la inactivación del mismo por la exposición a líquidos proteináceos ricos en mediadores inflamatorios que se forma luego de la rotura de la barrera alveolocapilar. La inestabilidad alveolar resultante predispone al VILI.

Desde este punto de vista, prevenir la transferencia  de líquidos nocivos a unidades alveolares sanas podría contribuir a limitar el proceso  de injuria.

La particular estructura anatómica del pulmón permite confinar el daño a lóbulos o segmentos aislados. Existen zonas del pulmón que son menos dependientes de las fuerzas gravitacionales independientemente de la orientación espacial del mismo. Este aspecto constituiría una ventaja cuando se pretende confinar líquidos nocivos a sus sitios de origen evitando la propagación. Asimismo la alta tensión superficial de los líquidos más pesados y la completa oclusión de canales pequeños que llevan a constituir unidades alveolares totalmente cerradas, contribuyen a este objetivo de limitar la propagación de líquidos nocivos y por ende de la injuria.

En la situación de distrés respiratorio  estas defensas anatómicas son superadas por la inundación alveolar masiva, respiraciones profundas, espiraciones forzadas, clearence inefectivo de la vía aérea y fuerzas gravitacionales adversas generadas por posicionamientos desfavorables de los pacientes. Todo esto podría contribuir a la diseminación de estos líquidos a regiones previamente no afectadas contribuyendo a propagar la injuria.

 

Posición

Las fuerzas gravitacionales operan a todos los niveles del árbol traqueobronquial. En ausencia de tos se debe considerar a la gravedad como el movilizador primario de secreciones a nivel periférico. La gravedad juega un rol muy importante como diseminador de enfermedad (ej: aspiración), mientras que por otro lado el reposicionamiento gravitacional apropiado constituye una herramienta de tratamiento en lo que constituye el drenaje postural como parte de la fisioterapia respiratoria. Sin embargo, una vez que las secreciones se espesan la orientación gravitacional adecuada puede no ser suficiente para movilizarlas. Poca importancia se le da actualmente al posicionamiento dependiente del pulmón enfermo en casos de neumonía unilateral.  En realidad, en enfermedad unilateral, lo que se estila es colocar el pulmón “sano” hacia abajo cuando la mejoría de la oxigenación es el objetivo. En modelos animales con enfermedad unilateral esta posición los favorece. Sin embargo para sostener esta práctica por períodos prolongados deberían considerarse otros aspectos tales como el volumen y la movilidad de las secreciones producidas, la orientación gravitacional del bronquio principal afectado y el no afectado, valores de PEEP seleccionados, volumen corriente y modo ventilatorio. Es por esto que aún no existe un consenso firme acerca del posicionamiento óptimo de pacientes con enfermedad pulmonar asimétrica. En un modelo experimental de infección pulmonar unilateral se demostró que la ventilación con bajo PEEP, altos volúmenes corrientes y posicionamiento no dependiente del pulmón infectado favorecían la contaminación del pulmón opuesto cuando se lo comparaba con respiración espontánea. El concepto de contenido y migración de bio-líquidos es aplicable no sólo  a neumonía sino a todos los tipos de injuria pulmonar regional (ej: contusión).

 

Manejo de Líquidos, patrones ventilatorios y propagación de la injuria

La resucitación con líquidos constituye una terapia universal inicial en casi todas las situaciones de hipotensión, incluyendo sepsis y neumonía. Tal hidratación contribuye a formar y movilizar secreciones aún con presiones capilares normales. La permeabilidad capilar incrementada y las presiones capilares aumentadas contribuyen al edema y luego la inundación alveolar. La ventilación con relativamente altos volúmenes corrientes colabora en la translocación de la delgada capa de líquido inicial a regiones pulmonares sanas y de este modo extender el proceso inflamatorio. En casos de edema pulmonar severo la discontinuación de la PEEP suele manifestarse con aparición de líquido de edema visible en el tubo endotraqueal. Es bien conocida la recuperación demorada en el recambio gaseoso luego de haber suspendido la PEEP por algún período.

Volúmenes corrientes pequeños tienden a limitar la expulsión proximal de los bio-líquidos, mientras que volúmenes corrientes grandes y esfuerzos espiratorios forzados favorecen la migración de dichos líquidos en dirección a la boca.

Modelos experimentales sugieren que patrones ventilatorios adversos tienen el potencial de transferir los líquidos proteináceos en dirección proximal y hacia sectores inicialmente no afectados. Niveles bajos de PEEP y volúmenes corrientes elevados contribuyen a este fenómeno. Tales mecanismos de propagación podrían explicar en parte, cómo una neumonía lobar o segmentaria evoluciona a distrés respiratorio luego de 24-48 horas de hospitalización.

 

Importancia del PEEP y timing de contención de la injuria y clearence de moco

Los altos niveles de PEEP permiten mantener confinados a determinados espacios a los líquidos proteináceos gracias a que aumentan la capacidad de reservorio de los espacios aéreos y favorecen el almacenamiento intersticial del líquido alveolar filtrado.

Según algunos modelos experimentales la propagación de los líquidos a través de la vía aérea también depende de la viscosidad de los mismos. Es decir que cuanto más fluidos y por ende menos viscosos son los líquidos el potencial de propagación es mayor.

En una patología como el distrés respiratorio, caracterizada por una etapa inicial  de edema que en pocos días evoluciona a una fase organizativa, el timing de la aplicación de PEEP y de maniobras de posicionamiento reviste una importancia crucial, siempre y cuando la hipótesis de la propagación intra vía aérea sea una posibilidad.

El reclutamiento de espacios aéreos podría ayudar a disminuir la tendencia a la propagación a través de su capacidad para crear un reservorio periférico y favorecer la migración de los líquidos dentro del espacio intersticial. Aunque se puede ver a la aplicación de PEEP alta como una maniobra preventiva de propagación, existen otros elementos de una estrategia de reclutamiento que podrían promover, más que evitar la propagación de los líquidos en la vía aérea. La aplicación de suspiros con PEEP inadecuados o la insuflación manual y vigorosa de los pulmones con ambú durante la resucitación podrían favorecer la migración distal de líquidos nocivos. La práctica habitual de reclutamiento con ambú luego de haber liberado la PEEP por ejemplo durante una maniobra de aspiración merece una consideración especial en situaciones de infiltrados localizados y con líquidos poco viscosos ya que zonas no afectadas de pulmón, altamente complacientes, están muy predispuestas a recibir de este modo cantidades desproporcionadas de bio-líquidos con el efecto nocivo potencial que esto traería aparejado. Esto sería menos importante en patología difusa donde la propagación no sería una cuestión fundamental.

 

Interpretación de los trials clínicos  de investigación

A partir de los expuesto surge la pregunta acerca de cómo compatibilizar la hipótesis de la propagación con los trial clínicos publicados sobre estrategias para el SDRA y de que modo impacta sobre sus elementos clave: patrón ventilatorio, posicionamiento y manejo de líquidos.

Es fundamental mantener en mente que la fluidez de las secreciones es el determinante primario de la capacidad de propagación, esta fluidez varía según el tiempo de evolución del proceso y que ciertas maniobras terapéuticas diferentes dependiendo del volumen y la fluidez de las secreciones presentes. Asimismo una vez que el compromiso es generalizado las medidas para prevenir la propagación ya han perdido mucho de su potencial para limitar la diseminación e influir en los resultados. Así y todo existe evidencia que aún en los pacientes más severamente injuriados las maniobras de reclutamiento, la evitación de volúmenes corrientes elevados y el manejo restrictivo de los líquidos, tiene efecto beneficioso sobre los resultados. La propagación intra-vía aérea podría explicar la correlación descripta entre mayor mortalidad y volúmenes corrientes elevados en pacientes que mantienen valores de presión meseta por debajo de 30 cmH2O.

Posición prono: La posición prona tiene dos efectos principales, reclutamiento dorsal y drenaje gravitacional. El efecto neto de cada uno de estos fenómenos sobre la propagación de los líquidos dependerá de sus magnitudes relativas como así también del volumen y la fluidez de las secreciones. Si el objetivo es evitar la propagación de los fluidos, el prono precoz tiene el potencial  de extender la injuria a regiones protegidas por ventajas gravitacionales, aún cuando se recluten las regiones dorsales. Ninguno de los 3 grandes trials sobre prono en SDRA demostró beneficios en términos de mortalidad. En un análisis de subgrupos realizado en uno de estos trials se demostró que aquellos pacientes a los cuales se les aplicaban maniobras de reclutamiento en forma sostenida (inhibidores de la propagación de fluidos) se beneficiaban con el decúbito prono. Podría especularse que el prono aplicado en etapa precoz de de injurias menos severas podría promover la propagación mientras que podría limitarla en etapas más avanzadas del proceso. La clave estaría en el momento de aplicación de la maniobra. Una vez que las secreciones son menos fluidas en las fases más avanzadas de la enfermedad el potencial de propagación disminuiría. Parecería que luego de las primeras 48-72 hrs la posibilidad de migración de secreciones por el prono estaría muy disminuida. En esta etapa las  secreciones tienden a constituir tapones en la vía aérea más que líquido de ocupación alveolar y el énfasis terapéutico pasa de prevenir la propagación al clearence de esputo.

Maniobras de reclutamiento. Hasta el momento no se pudo demostrar beneficio sobre mortalidad o cambios duraderos en variables fisiológicas con la aplicación de una maniobra de reclutamiento que utilizaba una presión de reclutamiento moderada y no se acompañaba de ajustes subsecuentes de la PEEP. Sin un reclutamiento de volumen sostenido y efectivo se puede anticipar una falla en la contención de la propagación.

Ventilación con PEEP elevado (Pulmón Abierto). El estudio ALVEOLI no logró demostrar un beneficio significativo en términos de mortalidad cuando se utilizaban altos niveles de PEEP en posición supina. En el estudio EXPRESS se comparó dos estrategias que combinaban bajos volúmenes corrientes con PEEP baja o PEEP alta. En este último grupo hubo una tendencia favorable en términos de mortalidad pero no fue estadísticamente significativa.  Así y todo, los pacientes en el grupo PEEP elevado presentaron mayor cantidad de días libres de respirador y de días libres de falla multiorgánica. La estrategia de mayor reclutamiento también se relacionó con valores más altos de compliance y mejores parámetros gasométricos  con menos requerimiento de terapias adyuvantes para oxigenación. El estudio Canadian-led LOVS también mostró mejores resultados en end point secundarios con la estrategia de PEEP alto (pulmón abierto) pero ninguna ventaja en términos de mortalidad.

Queda claro que los datos mencionados, recolectados en pacientes con enfermedad  generalizada, no pueden utilizarse para validar una estrategia de prevención de la propagación. Sin embargo tomados en conjunto y considerando el impacto teórico del estadio de la enfermedad y otros elementos de manejo, estos resultados parecen consistentes con una contribución del mecanismo de propagación de las secreciones  sobre la severidad de la enfermedad.

 

Implicancias Clínicas

Si asumimos que la propagación a través de la vía aérea juega un rol importante en diseminar la injuria, cuáles deberían ser los elementos clave a tener en cuenta si deseamos instaurar una estrategia ventilatoria protectiva dirigida a este aspecto específico.

En la etapa más precoz de la injuria (edematosa), la cual abarcaría la primeras 48 hrs, la estrategia debería incluir niveles relativamente elevados de PEEP, volúmenes corrientes bajos, minimizar la ventilación minuto, evitar el exceso de líquido y el edema, posicionamiento dependiente de los segmentos o lóbulos pulmonares más comprometidos y controlar los esfuerzos espiratorios vigorosos. Una intervención temprana podría ser vital a la hora de evitar la propagación de los bio-líquidos en esta fase de mayor fluidez de los mismos. Más tarde en la evolución del proceso, con la gelificación y espesamiento de las secreciones la PEEP elevada tiene poco valor en evitar la inundación alveolar. La reorientación postural tiene valor como maniobra de drenaje de secreciones. En esta etapa el clearence de moco espeso cobra un valor terapéutico fundamental.

 

Conclusión

En resumen evitar la propagación no contradice los aspectos básicos de la ventilación protectiva (volumen corriente bajo/pulmón abierto), sino por el contrario, extiende su racionalidad, redirecciona su énfasis y sugiere áreas promisorias para ulterior investigación. 

Se intenta enfatizar que si bien la propagación a través de la vía aérea no es el único mecanismo generador de SDRA o VILI, cuando la injuria es reciente e inicialmente focalizada habría que insistir con el posicionamiento dependiente  de las áreas afectadas hasta tanto las secreciones se espesen. Asimismo en las fases precoces de la injuria debería recurrirse a maniobras de reclutamiento y PEEP elevadas  a fin de expandir el reservorio local para líquidos dentro del intersticio y de los espacios aéreos PEEP-distendidos. También es fundamental en esta fase precoz evitar las presiones meseta elevadas y los esfuerzos espiratorios forzados. Debería evitarse imperiosamente el uso de volúmenes corrientes altos (ej. insuflaciones vigorosas con ambú) y situaciones donde se pierda la PEEP. Debería adoptarse una política de administración juiciosa de líquidos y prestar mucha atención a la orientación posicional  especialmente  en pacientes con enfermedad asimétrica, de modo de contener los líquidos nocivos dentro del mínimo número de segmentos. Se enfatiza que todo lo aquí expuesto no son recomendaciones ni directivas sino sólo especulaciones y la investigación ulterior confirmará o rechazará lo aquí planteado.

 

Comentario: Dr. Sebastián Reynoso. Médico especialista en Clínica Médica. Ex Jefe de Residentes Clínica Médica - Hospital Provincial del Centenario - Rosario. Médico de planta Terapia Intensiva Hospital Zonal de Trelew (Chubut)

Recibido: Noviembre de 2008

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