Discusión del
caso clínico
Dr. Juan Pablo
Trabachino
Se discute el caso de un varón de 56 años, tabaquista de
jerarquía (60 cigarrillos/día por 30 años), ex-etilista
de 320 g/día por 20 años y diabético tipo 2 con daño de
órgano blanco (manifestado por pie diabético y
retinopatía). Presentó un cuadro de tuberculosis
pulmonar hace 17 años, tratada en forma completa, y
trabajó en una empresa cerealera (expuesto a polvos
orgánicos) por 20 años. Consultó por cuadro clínico de
tos, expectoración, astenia, pérdida de peso, aumento de
disnea y hemoptisis de 20 días de evolución. En el
laboratorio de ingreso se halló anemia, aumento de la
velocidad de eritrosedimentación e hipoxemia progresiva.
Como aislamiento microbiológico se obtuvieron hifas de
Aspergillus en esputos, identificados como
Aspergillus niger. En una TAC de tórax se
evidenciaron múltiples hallazgos imagenológicos, y entre
ellos una lesión con el “signo del halo”.
Para esta discusión abordaré la hemoptisis y el aumento
de la disnea como datos guía, en el contexto de un
paciente con probables alteraciones inmunológicas
(condicionadas por su diabetes y su enfermedad pulmonar
crónica), en el que se aisló Aspergillus niger en
esputos.
La hemoptisis (1) reconoce múltiples
causas (tabla 1), de las que la bronquitis crónica, las
infecciosas y las neoplasias parecen aplicarse a este
paciente.
Enfermedades de la
vía aérea
•
Bronquitis aguda o
crónica
•
Trauma de la vía
aérea
•
Bronquiectasias
•
Fístula
broncoalveolar
•
Cuerpo extraño
•
Neoplasias |
Enfermedades del
parénquima pulmonar
•
Enfermedades del
tejido conectivo
•
Infecciosas
(tuberculosis, neumonía, micetoma, absceso
pulmonar)
•
Enfermedades
inflamatorias o del tejido Conectivo (LES,
Wegener) |
Desórdenes de la
vasculatura pulmonar
•
Hipertensión
auricular izquierda (enf. mitral, insuficiencia
ventricular izquierda)
•
Malformaciones
arteriovenosas
•
Tromboembolismo
pulmonar |
Misceláneas
-
Coagulopatías
•
Idiopática
•
Criptogenética
•
Consumo de cocaína
•
Hemoptisis
catamenial
•
Tratamiento con
bevacizumab |
Tabla 1.
Causas de
hemoptisis. |
Con respecto a la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica (EPOC), corresponde
a un grupo de enfermedades caracterizadas por
obstrucción crónica, difusa, irreversible y progresiva
de las vías respiratorias, asociada a una respuesta
inflamatoria anormal Incluye al enfisema, bronquitis
crónica obstructiva y asma crónica irreversible del
adulto. (2) Para confirmarla, sería necesaria una
espirometría. El paciente carece de ella, no hallándose
actualmente en condiciones de efectuarla. Su frecuencia
es de 3-6% en mayores de 50 años, con un promedio de 1-3
exacerbaciones/año, de las cuales 3-16% requieren
hospitalización. La mortalidad individual de las
exacerbaciones es relativamente baja (3-10% en EPOC
severo), pero llega a 15-24% en los que requieren UTI y
más del 30% en mayores de 65 años. (3) La clínica de la
exacerbación incluye aumento de la disnea, cambios en el
volumen y cambios en la coloración del esputo. Si bien
es probable que este paciente padezca esta enfermedad y
es adecuando indicar tratamiento apropiado, considero
que esta entidad por sí sola no alcanza a explicar todo
el cuadro que se encuentra cursando. Por ende,
seguiremos analizando las otras causas probables del
mismo.
La historia clínica del paciente muestra el antecedente
de tuberculosis pulmonar con tratamiento supervisado
durante 6 meses. La tuberculosis (TBC) presenta
diversas formas que consideraremos con respecto a este
caso (con compromiso severo y difuso pulmonar): la
reactivación tuberculosa, la tuberculosis endobronquial
y la tuberculosis de lóbulos inferiores. La TBC por
reactivación justifica más del 90% de las formas de
TBC en pacientes no HIV. Como su nombre lo indica, surge
por reactivación de foco de TBC primaria. Los síntomas
suele ser insidiosos: tos, pérdida de peso, fatiga,
fiebre, sudoración nocturna, dolor torácico, hemoptisis
y disnea. (4) Los hallazgos radiológicos involucran al
segmento apical posterior (80-90% de los casos), al
segmento superior de lóbulo inferior o bien al segmento
anterior lóbulo superior. (5) En un 20-40% existen
cavidades, y en un 20% de ellas se encuentran nivel
intracavitarios. En la TAC se evidencian cavidades, o
bien lesiones centrolobulares, diminutos nódulos unidos
por opacidades lineares (“branching linear densities”)
que conforman el llamado aspecto en árbol en gemación (“tree
un bud”). (6) Este indica la inflamación de los pequeños
bronquíolos por la diseminación endobronquial de las
micobacterias. La TBC endobronquial es más
probable en las formas extensas y cavitadas, y puede
darse tanto en la primoinfección o en reactivación.
Ocurre por extensión directa desde parénquima adyacente
(cavidad) o presencia de los bacilos en el bronquio
proveniente de esputo infectado. La clínica es más
intensa y notoria, e incluye tos productiva,
broncorrea, sibilancias, hemoptisis, dolor torácico y
disnea. Cursa frecuentemente con complicaciones:
obstrucción, atelectasias (con o sin infecciones 2°),
bronquiectasias, estenosis bronquial o traqueal. En las
radiografía de tórax el hallazgo más común es
infiltrados en lóbulo superior cavidad con infiltrados
ipsilaterales al lóbulo inferior y segmento superior del
lóbulo inferior contralateral. Se asocia frecuentemente
a bronquiectasias por lesión directa bronquial. (7) La
TBC de lóbulos inferiores (también llamada TBC de
las bases) se define por la afectación pulmonar por
debajo de los hilios (incluyendo las regiones
perihiliares).Constituye un 2 a 9 % de los pacientes con
TBC. Tienen mayor riesgo de padecer esta forma de TBC
los ancianos, los diabéticos, los pacientes con
enfermedad renal o hepática, quienes reciben
corticosteroides y aquellos con silicosis, entre otros.
(8) Entre las complicaciones frecuentes de las formas de
tuberculosis pulmonar se encuentra la hemoptisis
(presente en este paciente) en un 5-15 % de los casos.
Rara vez es masiva, pudiendo encontrarse como causa
aneurismas de las arterias bronquiales (aneurismas de
Rasmussen), que al romperse hacia el interior de la
cavidad tuberculosa, producen hemoptisis. (9) La
asociación con neoplasias ha sido descripta en la
tuberculosis: existe riesgo aumentado de cáncer de
pulmón. Podría explicarse por la composición de la pared
celular de las micobacterias, que induce formas
reactivas del oxígeno, por la inflamación crónica. (10)
Si bien en este caso la posibilidad de una tuberculosis
reactivada con diseminación endobronquial y afectación
pulmonar severa, involucrando lóbulos inferiores es
posible, el tratamiento anterior tuberculostático
completo y la negatividad de los esputos, asociada a la
positividad de los mismos para y Aspergillus niger,
lo considero un diagnóstico improbable. Seguramente se
trata de un paciente con sus pulmones extensamente
dañados por tabaquismo y tuberculosis previa, sobre los
cuales asienta otra enfermedad que lo descompensa.
Me referiré a la aspergilosis pulmonar. Los
Aspergillus
spp
son hongos ubicuos cuyas esporas, muy numerosas, se
propagan ampliamente, de modo que su inhalación es un
hecho habitual. En ocasiones se produce implantación
directa. Varias especies pueden provocar infección,
siendo A. fumigatus la más frecuente. No
obstante, se han reportado casos de aspergilosis por A.
niger (aislado en este caso) (11,12) Aspergillus
coloniza cavidades pulmonares preexistente y por esta
razón, la tuberculosis es la enfermedad predisponerte
más habitual. El rol de la inmunidad es trascendente
para limitar la invasión: los macrófagos normales
ingieren y matan las esporas, mientras que los
neutrófilos impiden el crecimiento y la diseminación de
las hifas y lisan los micelios. La invasión tisular por
Aspergillus en el huésped normal da lugar a la
formación de granulomas. La invasión tisular por
Aspergillus se observa casi exclusivamente en
pacientes inmunodeprimidos, (neutropenia prolongada y
efectos de la función microbicida de los neutrófilos)
enfermedad granulomatosa crónica o de los macrófagos
(trasplante renal, sobre todo durante los episodios de
rechazo) o tratamiento con dosis elevadas de
glucocorticoides. En el paciente inmunodeprimido la
infección suele originar necrosis sin granulomas. (13)
Muestra una tendencia acusada a la invasión de los
vasos sanguíneos, que determina trombosis, infartos a
menudo hemorrágicos y embolias sépticas en múltiples
órganos. Entre las enfermedades predisponentes se
encuentran: neutropenia prolongada, tuberculosis, cáncer
pulmonar tratado, neumotórax, EPOC, sarcoidosis, y
enfermedades menos comunes (artritis reumatoide con
nódulos pulmonares), espondilitis anquilosante, cirugía
torácica, etc.) La aspergilosis pulmonar crónica y la
aspergilosis pulmonar crónica necrotizante se presentan
en pacientes inmunocomprometidos: diabetes mellitus,
alcohólicos o tratamientos con glucocorticoides. Los
pacientes con tuberculosis pulmonar clásica con
cavidades ≥2 cm tienen 20 % de probabilidad de
desarrollar aspergilomas y/o aspergilosis pulmonar
crónica cavitaria. Como se mencionó, esta enfermedad
tiene formas clínica variadas: aspergiloma, aspergilosis
pulmonar crónica cavitaria, aspergilosis pulmonar
crónica fibrosa, aspergilosis pulmonar crónica
necrosante, aspergilosis broncopulmonar alérgica y
aspergilosis invasiva. (14) Esto hace que los signos y
síntomas sean obviamente tan diversos como las mismas.
En general, entre ellos se incluyen: pérdida de peso (94
%), tos (78 %), hemoptisis (58 %), disnea (50 %),
astenia y fatiga (28 %), dolor torácico (17 %),
expectoración mucosa (11 %) y fiebre (11 %).
Consideraremos las distintas formas de aspergilosis
pulmonar.
Con respecto al aspergiloma, éste se define por
la evidencia radiológica de una masa redondeada en una
cavidad pulmonar combinada, junto al hallazgo
microbiológica de Aspergillus con cultivo
positivo de esputo o precipitinas detectables. Esta masa
está constituida por un ovillo de hongos compuestos por
hifas de Aspergillus, fibrina, mucus, y detritus
celulares. Si el aspergiloma es único, la cavidad es
estable durante meses, el paciente tiene escasa
inflamación y pocos síntomas, y se considera un
aspergiloma simple. La conducta terapéutica en estos
casos es habitualmente quirúrgica, con el riesgo de
diseminar Aspergillus a pleura durante el
procedimiento. La embolización es requerida frente a
hemoptisis recurrente o severa. (14-17) El paciente
presenta en el vértice izquierdo una lesión altamente
sugestiva de aspergiloma. No obstante, debido al estado
clínico del paciente, el tratamiento quirúrgico sería
inapropiado. Además, el aspergiloma por si solo tampoco
alcanza para explicar el cuadro cínico, relativamente
agudo, y lo demás hallazgos tomográficos.
La
aspergilosis pulmonar crónica cavitaria se
presenta en pacientes inmunocompetentes, en donde hay
formación y expansión de una o más cavidades pulmonares
en meses. La mayoría de estos pacientes presentan
anticuerpos IgG anti-Aspergillus (precipitinas) en
suero. Requiere para su diagnóstico:
-
una o más cavidades (con o sin aspergilomas en ellas);
-
al menos uno de los siguientes: fiebre, pérdida de peso,
fatiga, tos, esputo, hemoptisis, disnea;
-
serología positiva (precipitinas) y/o cultivo positivo
de Aspergillus spp en muestra pulmonar.
Son formas prácticamente asintomáticas.
La
aspergilosis pulmonar crónica fibrosa es una
aspergilosis pulmonar crónica cavitada que
progresa a una marcada y extensa fibrosis. Tiene los
mismos criterios que la aspergilosis cavitada pulmonar
crónica, a los que se agregan áreas de fibrosis
en inmediata proximidad a áreas de aspergilosis cavitada
pulmonar crónica (confirmadas por biopsia, o bien por
hallazgos de TAC). Son pacientes con mayor deterioro de
la función respiratorio. (14,18)
Otras formas de aspergilosis agresivas son más probables
en este caso. La aspergilosis pulmonar crónica
necrosante se observa en pacientes
inmunocomprometidos con corta duración de la enfermedad
(semanas o meses) en los que las hifas invaden los
tejidos. Tienen antígeno de Aspergillus spp (galactomanano)
o precipitinas positivas en suero. Corresponde a la
aspergilosis pulmonar crónica subaguda representando la
lenta progresión. Requiere iguales criterios que la
aspergilosis pulmonar invasiva (inmunosupresión y
progresión en semanas a meses) y galactomanano o
precipitinas en sangre. Para su confirmación se requiere
biopsia pulmonar. La respuesta del huésped condiciona la
evolución en formas subaguda (semi-invasiva) o crónica.
La clínica incluye tos, pérdida de peso, fatiga, dolor
torácico. (14,19) La radiografía muestra lenta
progresión de la lesión, al igual que en este caso.
La aspergilosis invasiva se da en casos de
neutropenia prolongada y severa, en pacientes con altas
dosis de corticoides o en otras enfermedades con
requerimiento de inmunosupresores, HIV, enfermedades
granulomatosas previas, internación prolongada en UTI,
EPOC, etc. Los hallazgos tomográficos habituales son
nódulos únicos o múltiples con o sin cavitación,
consolidación parcheada, infiltrados peribronquiales,
con o sin patrón de árbol en gemación. El diagnóstico se
alcanza con cultivo de Aspergillus spp en
combinación con la demostración histopatológica de
invasión tisular de las hifas. La biopsia no siempre es
posible dadas las complicaciones o el estado clínico del
paciente. Esto ha llevado al desarrollo de técnicas no
invasivas como los marcadores séricos (galactomanano y
beta-D-glucano), no olvidando la obtención de esputo y
el lavado broncoalveolar para aislar Aspergillus
son de utilidad en estas situaciones. El antígeno
galactomanano de Aspergillus spp es relativamente
específico para aspergilosis invasiva, mientras que un
resultado beta-D-glucano positivo puede presentarse en
otras micosis invasivas, incluyendo candidiasis.
(14,20,21)
Con respecto a los hallazgos tomográficos de este
paciente, el signo del halo corresponde a un
macronódulo (mayor a 1 cm) rodeado de opacidad en vidrio
esmerilado (“ground-glass attenuation”), que representa
pequeña hemorragia perinodular. Un estudio que evaluó la
significancia clínica del signo del halo en pacientes
con aspergilosis pulmonar invasiva aguda, encontró que
la presencia de éste (ocurrida en un 60,9 % de los
pacientes) se correlacionó con una buena respuesta a la
medicación y evolución favorable del cuadro. (22)
Como vimos existe una estrecha asociación entre estados
de inmunosupresión y aspergilosis. El paciente es
diabético. Con respecto a la asociación entre
diabetes e inmunosupresión, esta es bien conocida y
puede explicarse por distintos mecanismos a distintos
niveles humorales y celulares (23):
-
Neutrófilos: se altera la actividad quimiotáctica, la
adherencia al endotelio, fagocitosis, actividad
bactericida intracelular, opsonización, y la inmunidad
celular;
-
Disminución de la liberación de factor de necrosis
tumoral alpha (TNFα) e interleukina-1-beta por los
macrófagos estimulados por lipopolisacáridos;
-
el nivel de las proteínas inflamatorias tipo 2 de los
macrófagos, un mediador para reclutamiento de
neutrófilos pulmonares están significativamente
disminuidos,
-
las infecciones bacterianas recurrentes favorecen la
inducción de genes que directa o
-
indirectamente inducen apoptosis;
-
la glicosilación no enzimática inhibe la producción de
IL-10 de las células mieloides así como del
interferón-gamma y del factor de necrosis tumoral alpha
de las células T, reduciendo además la expresión MHC
clase I.
Posiblemente esta enfermedad este jugando algún rol
predisponente en esta caso complejo, favoreciendo esta
posible sobreinfección micótica.
Concluyendo, creo que nos encontramos ante un paciente
con un severo daño pulmonar, ejercido en el pasado por
un hábito tabáquico intenso y por una tuberculosis
pulmonar aparentemente curada con múltiples secuelas.
Seguramente padece de algún grado de EPOC, la cual es
una enfermedad inflamatoria más sistémica que pulmonar
en sí, y además es diabético de larga data con notable
daño de órganos blanco. Estas entidades antes
mencionadas son factores de riesgo reconocido para las
formas de aspergilosis pulmonar subagudas o crónicas,
que son es el diagnóstico más probable en este cuadro,
apoyado en la clínica, la imágenes y el aislamiento
microbiológico en esputo. No se puede descartar del todo
la posibilidad de alguna otra intercurrencia infecciosa
bacteriana común, por lo que ambos cuadros han sido
tratados en forma apropiada. No es posible confirmar
este diagnóstico debido a la intolerancia de una
broncoscopia. Determinación de antígenos de
Aspergillus spp en suero serían de utilidad.
La evolución favorable del cuadro hablará a favor este
diagnóstico, pero una evolución desfavorable es posible
a pesar del tratamiento correcto, ya que el paciente
presenta pulmones muy dañados previamente. Como
conductas propongo continuar tratamiento antifúngico y
antibacteriano, y solicitar la determinación de
galactomanano o precipitinas para Aspergillus spp.
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Discusión |
La discusión de este seminario
corresponde al 26 de mayo de 2011, a
cargo de la Dr. Juan Pablo Trabachino . |
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