Discusión del
caso clínico
Dra. Jimena
Ortiz
Como dato guía para esta discusión
voy a tomar a la ascitis.
Me pregunto además, si la hiperamilasemia estaría
justificada por una pancreatitis, si estamos
verdaderamente frente a una peritonitis bacteriana
espontanea y si el gradiente albumino sérico-ascítico
corresponde a hipertensión portal.
Con respecto a las
causas de ascitis, el 81% de los casos se debe a
cirrosis. Sólo el 1% es secundaria a pancreatitis; y
hasta en un 5% de los casos se debe a 2 causas
concomitantes (1).
En los pacientes
cirróticos la amilasa del LA normalmente no supera los
40-50 UI/L, con proteínas de 0,5 a 1,5 g/dL, ya que se
trata de un trasudado. El líquido ascítico (LA) de este
paciente presenta amilasas muy aumentadas en forma
persistente (>10.000 UI/L) y proteínas cercanas a los 3
g/dL, compatible con ascitis pancreática.
La ascitis pancreática fue reportada por primera vez en
la literatura en 1953 cuando Smith describió dos casos
de ascitis asociada con pancreatitis crónica. Esta se
definió como ascitis exudativa causada por enfermedad
pancreática no maligna. Se puede producir debido a la
trasudación del jugo pancreático a través de un
pseudoquiste que se comunica con una ruptura ductal (43
- 80%), o
bien por una ruptura en el ducto pancreático sin la
presencia de un pseudoquiste (10%). La incidencia exacta
no es conocida, ha sido descripta en 3,5% de pacientes
con pancreatitis crónica y en 6-14
% de pacientes con pseudoquistes (2). En el estudio de
Gómez-Cerezo (2) donde se recolectaron todos los casos
publicados en la literatura entre 1975 y el año 2000 se
constató:
La ETIOLOGÍA
de la ascitis fue:
–
pancreatitis crónica 82.7%
–
pancreatitis aguda 3.6%
–
pancreatitis traumática o iatrogénicas 3.6%
– 5%
no se conoció la enfermedad subyacente.
La
CAUSA DE LA PANCREATITIS
–
alcohólica 66.2%
–
obstructiva 2.9%
–
otras etiologías (una con pancreatitis divisum y una con
hiperparatiroidismo),
–
desconocida 28.1%.
El
PUNTO DE DRENAJE responsable de la ascitis fue:
–
pseudoquiste 53.2%
–
fístula en el conducto pancreático 23%
– no
encontradas 23.7%
Datos muy similares a los
hallados en el trabajo de Chebli de 2004 (3).
Ambos trabajos también proponen que ante un paciente con
ascitis pancreática deben solicitarse los siguientes
estudios:
· TC de abdomen: para definir las características
del páncreas y presencia de complicaciones locales (pseudoquistes)
. ERCP: para estudiar las características de la
vía pancreática, constatar la presencia de comunicación
del pseudoquiste con el conducto de Wirsung, visualizar
sitios de fuga, para decidir la terapéutica adecuada.
. Colangio-
RMI: a pesar de no haber datos sobre el rol para el
diagnóstico de esta entidad, este
método puede servir para detectar con
precisión anormalidades de los conductos pancreáticos
en pacientes en que este contraindicada la
ERCP.
Con respecto al
tratamiento, en caso de hallar sólo dilatación del
conducto de Wirsung se puede intentar tratamiento
conservador por 3-4 semanas, indicando terapéutica
intervencionista en caso de fracaso. Se ha demostrado
superioridad de tratamiento endoscópico frente al
médico.
El tratamiento conservador tiene como objetivo minimizar
la secreción pancreática. Pueden utilizarse análogos de
la somatostatina (octreotide
100 mg tres veces al día),
dieta baja en grasas o absoluta por vía parenteral
total, y paracentesis
evacuadoras según necesidad.
Algunos autores recomiendan este enfoque conservador por
3-4 semanas
y luego consideran la intervención quirúrgica si no hay
respuesta. Sin embargo se demostró que esto presenta
una eficacia del 30% a 60%, una tasa de recurrencia del
15%, y una mortalidad del 12%.
Las publicaciones de 2003 y 2004 concluyen que la
terapia conservadora sólo se debe utilizar como un
complemento mientras el paciente está a la espera de
tratamiento endoscópico o quirúrgico, pero nunca debe
retrasar las terapias de intervención.
En caso de disrupción o
estenosis parcial del Wirsung, el tratamiento de
elección consiste en la colocación de un stent ductal
pancreático transpapilar. Los stents intraductales
facilitan la curación de la ruptura ductal debido a la
generación de un bypass en el punto de derrame. Además,
por medio de la esfinterotomía y colocación de un stent
en la papila se logra una reducción de la alta presión
intraductal.
Si hay estenosis completa
del Wirsung el tratamiento de elección es la cirugía. El
tipo de cirugía dependerá de la anatomía ductal, el
sitio de fuga y los hallazgos intraoperatorios.
En caso de presentar un pseudoquiste grande y localizado
proximalmente como en este paciente, se puede realizar
el drenaje interno por cistogastrostomía,
cistoduodenostomía o cistoyeyunostomía, dependiendo de
la localización del quiste y su relación con las partes
contiguas del tracto gastrointestinal.
Con respecto a las causas de hiperamilasemia, estas
pueden ser múltiples. Teniendo en cuenta que el paciente
presenta niveles en sangre > 3 veces de lo normal, junto
con niveles altos (>30000 UI/l) en el LA, clínica
compatible, junto con las imágenes tomográficas y el
antecedente de etilismo considero que estamos frente a
un cuadro de pancreatitis.
Ahora bien, ¿se trata de
una pancreatitis aguda o crónica?
Es importante en este punto hacer la diferenciación de
los pseudoquistes de la pancreatitis aguda y los que se
producen en la pancreatitis crónica (4).
En la pancreatitis aguda
como consecuencia de la inflamación resultante de la
autodigestión de la glándula por extravasación de las
enzimas y su activación, se forma una colección que
puede quedar circunscripta al parénquima, o bien
desbordar sus límites generalmente hacia la transcavidad
de los epiplones, donde en un principio será delimitada
por las paredes naturales de la región, para luego
desarrollar una reacción inflamatoria que culminará con
la formación de una pared propia. El pseudoquiste puede
presentar una amplia comunicación con el conducto
pancreático principal o quedar aislado por el proceso
inflamatorio sin relación ductal demostrable.
En el caso de la pancreatitis crónica, se forman a
partir de la dilatación distal progresiva a una
obstrucción por cálculos o tapones proteicos del
conducto de Wirsung. En ocasiones, pueden romper la
capsula del páncreas y volcar su contenido al
retroperitoneo, y consecuencia de la inflamación
subsiguiente formar la pared al igual que los
pseudoquistes de la pancreatitis aguda. Es decir que en
este caso el proceso se inicia dentro de la glándula
pancreática.
Cabe destacar que las pousses agudas sobre una
pancreatitis crónica dan a la formación de pseudoquistes
por el mismo mecanismo que en la aguda. Es decir los 2
mecanismos de formación pueden presentarse en el
contexto de una pancreatitis crónica.
En este paciente hombre de
45 años, etilista crónico, con síntomas agudos, con
ascitis pancreática y un pseudoquiste localizado a nivel
intraparenquimatoso en la cabeza del páncreas, con una
glándula disminuida de tamaño y un Wirsung turtuoso, se
puede inferir que se trata de una pancreatitis crónica.
La ascitis pancreática que
presenta no puede explicar el GASA > 1,1, por lo que me
pregunto si puede estar relacionado con la presencia de
hipertensión portal subyacente, recordando que el
paciente es etilista y HBV positivo.
Es importante señalar que
para que se desarrolle hipertensión portal y ascitis
secundaria a cirrosis deben darse las siguientes
condiciones:
?
Compresión de las ramas hepáticas por los nódulos de
regeneración.
?
Aumento de la resistencia de la circulación sinusoidal
portal por la fibrosis.
?
Aumento del flujo sanguíneo porto-lateral por
vasodilatación esplácnica.
Es difícil que se
presenten estas características de enfermedad avanzada
en este caso, ya que no se evidenciaron signos de
hepatopatías ni esplenomegalia en la TC, ni varices
esofágicas en la VEDA.
El GASA > 1,1 tiene una
especificidad para el diagnóstico de hipertensión portal
del 97% (5). Sin embargo, en este contexto de ascitis
pancreática secundario a pancreatitis crónica no
encontré datos a favor de ello, por lo que creo que debe
ser tenido en cuenta como un dato más de laboratorio
jerarquizando mas el cuadro clínico.
Otro dato interesante en
este paciente es la confirmación de infección por HBV,
con un perfil característico de hepatitis B crónica en
fase de baja replicación o de portador asintomático.
Para poder definir ello está pendiente la carga viral de
virus B, sin embargo el hecho de presentar transaminasas
normales hace pensar más en portador asintomático. En
esta fase no es necesario realizar tratamiento, está
recomendado el seguimiento durante el primer año cada 3
meses con los niveles de transaminasas y carga viral.
La incidencia de infección activa por HBV inaparente o
insospechado en pacientes con enfermedad hepática
alcohólica es menor que con HCV (3 vs 30%) (6).
La mayoría de las infecciones por HBV se depuran en los
alcohólicos. Sin embargo la ingesta de alcohol alteraría
la respuesta inmune celular a la infección por HBV y
predispondría a infección persistente.
Por último con respecto al recuento celular del líquido
ascítico no hay un punto de corte en los casos
publicados de ascitis pancreática. Por lo cual considero
correcto la indicación de antibióticos empíricos.
Como conclusión considero que se trata de un paciente
etilista y HBV positivo, con una pancreatitis crónica
que como complicación presenta una ascitis pancreática,
que probablemente se complicó una peritonitis bacteriana
espontánea.
Como conductas creo necesario:
?
Realizar ERCP/ CPRMI
?
Terapéutica intervencionista según los hallazgos
?
Tratamiento conservador con octreotide y paracentesis
evacuadora en caso de ser necesario. Con respecto a la
nutrición, si bien estaría indicada la nutrición
parenteral, en este paciente poco adherente con
dificultad en seguir las instrucciones médicas lo veo
como una opción que puede traer muchas complicaciones
derivadas de la infección del acceso central. Es por
ello que creo necesario considerar la alimentación
enteral a través de una sonda nasoyeyunal a fin de
sortear el duodeno y poder minimizar así las secreciones
pancreáticas.
?
Carga viral HBV, y seguimiento cada 3 meses
?
Completar tratamiento antibiótico para PBE
?
Y como punto fundamental el tratamiento de su enfermedad
de base, el alcoholismo, para poder lograr una verdadera
recuperación y cambio en la expectativa de vida.
Bibliografía
1.Runyon,
BA, et al. Ann Intern Med 1992; 117:215
2.Pancreatic
Ascites: Study of Therapeutic Options by Analysis of
Case Reports and Case Series Between the Years 1975 and
2000. J Gómez-Cerezo PhD, MD; et al. The American
Journal of Gastroenterology (2003) 98, 568–577;
doi:10.1111/j.1572-0241.2003.07310.x
3.Internal
Pancreatic Fistulas Proposal of a Management Algorithm
Based on a Case Series Analysis Julio Maria Fonseca
Chebli, MD, et al. J Clin Gastroenterol Volume 38,
Number 9, October 2004: 795-800.
4.Enfermedade
Quirúrgicas del Pancreas. Brasca; Acosta; Moroni;
Gramática. Cirugía. Boretti, Lovesio. 1989. 1261-93.
5.The
Serum-Ascites Albumin Gradient Is Superior to the
Exudate-Transudate Concept in the Differential Diagnosis
of Ascites.
Bruce A. Runyon,
MD, et al. AnnIntern Med 1992 Aug 1; 117 (3): 215-20.
6.Chronic
etanol effects on cellular inmune responses to hepatitis
B virus envelope protein: an inmunologic mechanism for
induction of persistent viral infection in alcoholics.
Geissler M, et al. Hepatology 1997 Sep; 26(3): 764-70.
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