Discusión del caso clínico
Dra. Javier Sosa
Mujer joven de
25 años, con un cuadro de 15 días de evolución,
caracterizado por edema periorbitario y quemosis
bilateral, adenopatías generalizadas, disminución de la
agudeza visual, artralgias, alteración en el sedimento
urinario, aumento de la velocidad de
eritrosedimentación y FAN (+) 1/ 2160.
Si comenzamos
el análisis del caso a partir del edema periorbitario,
veremos que un amplio espectro de enfermedades se
manifiestan de esta forma. Las más frecuentes incluyen
enfermedades alérgicas, tales como angioedema alérgico,
urticaria, eccema. Causas menos frecuentes incluyen
triquinosis, sinusitis, tripanosomiasis, mononucleosis
infecciosa, toxoplasmosis, dermatomiosistis, síndrome de
Sjögren's, lupus eritematoso sistémico, enfermedades
tiroideas, hipervolemia, y hipoproteinemia.
El lupus
eritematoso sistémico es una enfermedad crónica
inflamatoria que puede afectar la piel, articulaciones,
pulmones, sistema nervioso central, riñones, aparato
digestivo, y otros órganos del cuerpo.
Afecta más
frecuentemente mujeres, entre la segunda y tercera
décadas de la vida.
Sin duda es
una enfermedad que puede explicar muchas de las
manifestaciones en esta paciente.
Las
manifestaciones en piel están presentes en el 80% de
los pacientes con LES. La lesión clásicamente asociada a
LES es el eritema en alas de mariposa en la región
malar. Esta a menudo es la primera manifestación de LES,
precediendo a otros signos y síntomas por varios meses.
El eritema puede ser exacerbado por la exposición al sol
y puede ser acompañado por edema y erupción macular o
papular. El edema facial y el edema periorbital son
manifestaciones poco frecuentes, pero que han sido
descriptas como forma de presentación en pacientes con
LES.
Artritis y
artralgia han sido descriptas en 90-95 % de los
pacientes con LES. También pueden preceder al
diagnóstico de la enfermedad en meses o años. Por lo
general, presentan características especiales que
permiten diferenciarlas de la AR. La artritis y
artralgia en el LES tienden a ser migratorias, el
compromiso es asimétrico con predilección por rodillas,
articulaciones del carpo y de los dedos, especialmente
las interfalángicas proximales. Comúnmente son no
deformantes, sin embargo, en algunas ocasiones pueden
presentar deformidades en flexión, desviación cubital y
laxitud de tejidos blandos. La rigidez matinal suele
durar pocos minutos.
Algunas de
estas características están presentes en esta paciente.
Las artralgias son asimétricas, interfalángicas
proximales.
La
linfadenopatía puede estar presente en el curso
clínico de lupus eritematoso sistémico (LES.) La
frecuencia de ganglios linfáticos detectados en
diferentes series varía entre 12-78% y ha sido asociado
con enfermedad activa. El lupus eritematoso sistémico es
primariamente una inflamación del tejido conectivo, el
cual está distribuido a lo largo del cuerpo, y los
ganglios suelen ser manifestación del proceso
inflamatorio. Los sitios más comúnmente afectados son
cervical, axilar, submaxilar, y supraclavicular en orden
de frecuencia. En cuanto al tamaño, suelen ser menores
de 1 cm. Una particularidad es que muchos de estos
ganglios desaparecieron o al menos disminuyeron de
tamaño o de número después de una terapia efectiva.
El compromiso
de diferentes áreas ganglionares está presente en esta
paciente y con algunas de las características que
acabamos de describir.
Manifestaciones oculares ocurren en más del 20 % de
los pacientes con LES, y puede ser signo de presentación
inicial. Fisopatológicamente, los complejos inmunes se
depositan en el endotelio vascular de conjuntiva,
esclera, coroides, cuerpo ciliar y retina, produciendo
alteraciones en la estructura del tejido. La lesión más
común, a nivel ocular, es la querato-conjuntivitis sica.
También pueden presentarse conjuntivitis, escleritis,
epiescleritis, compromiso coroidal y retinal. Éste
último es el que más nos interesa, debido a la
disminución en la agudeza visual que presentó esta
paciente. El compromiso retinal sucede en 5 % de los
pacientes con LES. Este es un buen indicador de
actividad sistémica. La organización funcional de la
retina es compleja y solamente los 5 grados centrales
(denominados la fóvea, o el centro de la mácula) son
responsables de la agudeza visual mientras que el resto
solamente es responsable de la visión grosera. Por lo
tanto, solamente las lesiones que afectan los 5 grados
centrales tienen efecto sobre la agudeza visual. La
retinopatía ocurre en forma secundaria al depósito de
inmunocomplejos en el endotelio de la pared de los vasos
pequeños. Esto acarrea a la ausencia de perfusión
capilar y arteriolar, las cuales conducen a la hipoxia y
neovascularización de la retina y del nervio óptico. Hay
estudios que demuestran que el 88 % de los pacientes con
retinopatía tienen enfermedad sistémica.
El
compromiso renal también es común en el LES. Un
análisis urinario anormal está presente en el 50 % de
los pacientes al momento de diagnóstico. La normalidad
más frecuentemente observada es la proteinuria (80 %),
mientras que hematuria está presente en el 40 % de los
pacientes. Hay diferentes tipos de enfermedad renal en
el LES, con enfermedad glomerular mediada por complejos
inmunes. El depósito, o la formación in situ, de
inmunocomplejos ADN-anti-ADN sobre la membrana basal del
glomérulo y la consiguiente activación del complemento
ocasionan el daño glomerular en el lupus. Estos cambios
son manifestados histológicamente por glomerulonefritis
mesangial, focal o proliferativa difusa y clínicamente
por un sedimento urinario con proteinuria, hematuria,
leucocituria, cilindros granulosos, hialinos y
celulares.
Manifestaciones pulmonares: podemos encontrar
pleuresía, derrame pleural, pneumonitis, enfermedad
pleural intersticial.
Las
manifestaciones abdominales son un desafío
diagnóstico y un problema terapéutico. Los reportes de
incidencia de dolor abdominal varían entre 8 y 40 %, la
mayoría de las veces el dolor es inespecífico. Un 20 %
de los enfermos puede presentar vómitos y diarreas al
comienzo de la enfermedad o en los brotes. Medina et al
estudiaron la etiología del dolor abdominal en pacientes
con lupus activo e inactivo. 51 pacientes fueron
estudiados. Este estudio mostró que el dolor abdominal
tiene significado diferente en pacientes con lupus
activo o inactivo. De los 36 pacientes con enfermedad
activa, 53 % presentaron vasculitis. También se
encontraron trombosis de vasos renales, pancreatitis y
perforaciones abdominales. Entre los pacientes sin
enfermedad activa, apendicitis, pancreatitis,
colecistitis y abscesos fueron los más frecuentes. Otras
manifestaciones son: peritonitis lúpica espontánea y
enteropatía perdedora de proteínas.
Por último el
aumento de la VES puede ser manifestación de la
actividad de la enfermedad.
Como sabemos,
el lupus es una enfermedad multisistémica con
anormalidades inmunológicas asociadas. En el caso de
esta paciente, hay evidencia de compromiso de varios
órganos y alguno de ellos indican probablemente
actividad de la enfermedad. Lo que resta saber es el
laboratorio inmunológico para confirmar el diagnóstico.
Como señalamos
anteriormente, las reacciones alérgicas son un
diagnóstico a descartar. Contamos con el antecedente del
consumo de ranitidina. Las reacciones cutáneas adversas
a drogas son comunes y suelen ser causa de morbilidad.
La ranitidina es un fármaco introducido en el año 1981 y
desde ese momento utilizado en muchos países del mundo.
En el año 1997 se realizó un mete-análisis que incluyó
189 estudios clínicos controlados en los cuales más de
26.000 pacientes recibieron diariamente dosis de
ranitidina por 4 semanas o más. Más del 80 % de los
pacientes fueron tratados con más de 300 mg de
ranitidina diariamente.
Entre los
efectos adversos más frecuentes podemos mencionar
cefalea (3,3 %), infecciones respiratorias (2,1 %),
náuseas / vómitos (1,8 %), dolor abdominal y diarrea
(1,7 %). Manifestaciones en piel y reacciones e
hipersensibilidad han sido reportadas desde rash menores
y edema hasta reacciones graves de anafilaxia (0,86 /
millón). También se reportaron reacciones de piel
severas como síndrome de Stevens-Johnson (0,07 / millón)
y necrólisis epidérmica tóxica ( 0,08 / millón).
La ranitidina
se excreta primariamente por riñón. Pocos eventos
clínicos asociados con el sistema renal han sido
reportados.
De los datos
aportados por todos los estudios disponibles y los datos
aportados espontáneamente, surge la seguridad de la
ranitidina.
Es difícil
explicar los fenómenos presentes en esta mujer a partir
de una reacción adversa por ranitidina. No hay
explicación para la pérdida de la visión, las
adenopatías, el aumento de la VES; esto si consideramos
posibles las demás alteraciones. También es un
fundamento en contra la falta de respuesta a
dexamatasona.
La
triquinosis es una enfermedad producida por diversas
especies del género Trichinella.
T. Spiralis
es la principal causante de casos de triquinelosis
humana. El hombre se infecta al ingerir estas larvas
enquistadas en la carne de animales infectados. Las
larvas son liberadas a la luz del intestino delgado y
penetran en la mucosa intestinal donde se transforman en
adultos. Las hembras desarrollan en su útero embriones
que pasan a través de la mucosa intestinal a los vasos
linfáticos y sanguíneos para llegar a la musculatura
esquelética.
Las
manifestaciones clínicas dependen del número de larvas
ingeridas, lo que determina el número final de embriones
circulantes. Los primeros síntomas consisten en
trastornos gastrointestinales. Dolor abdominal, diarrea,
constipación y vómitos suelen aparecer entre los 2 y 10
días posteriores a la ingestión de larvas. Durante la
fase de migración, las larvas producen un cuadro
traumático y tóxico por la penetración y degeneración de
las fibras musculares. Dan lugar a edemas localizados
en cara y manos. También puede presentarse mialgias
generalizadas con debilidad muscular, cefalea, exantema
máculo-papular, neumonía, encefalitis, nefritis,
meningitis, convulsiones. A los 15 días de la aparición
de los primeros síntomas, comienza la penetración en el
tejido muscular sumándose intenso dolor muscular,
dificultad respiratoria y de deglución. La eosinofilia
suele estar presente en todos los pacientes.
No contamos
con el antecedente de ingestión de carne cruda, tampoco
dolores musculares y aumento de CPK, LDH y eosinofilia.
El edema periorbitario está presente, pero asociado a
disminución de la agudeza visual que no es compatible
con esta enfermedad. Además contamos con serología
negativa.
La
mononucleosis infecciosa (MI) es una enfermedad
linfoproliferativa, aguda, común en adolescentes y
adultos, caracterizada clínicamente por faringitis
fiebre y linfadenopatías; serológicamente por la
aparición de anticuerpos heterófilos; y
hematológicamente por leucocitosis mononuclear con
linfocitos atípicos. Es producida por el virus de
Epstein-Barr, descubierto hace 36 años por Epstein,
Achong y Barr. Las manifestaciones clínicas típicas son
faringitis, fiebre y linfadenopatía. La fiebre está
presente en más de 90 % de los pacientes con MI,
usualmente de tarde, con valores de 38-39 °C. El rash
puede ser macular, eritematoso, escarlatiniforme,
herpetiforme o urticarial. La faringe es eritematosa en
con exudados en casi un tercio de los pacientes. Se ha
observado edema periorbitario en casi un tercio de los
pacientes. Son frecuentes las linfadenopatías faringitis
fiebre y linfadenopatías. La mayoría de los casos de MI
resuelve espontáneamente en 2 a 3 semanas. La faringitis
se mantiene por un máximo de 3 a 5 días. En el
laboratorio podemos encontrar leucocitosis con
linfocitosis ( más del 50 %) o leucopenia. Los
linfocitos atípicos, también conocidos como “células de
Downey” componen aproximadamente el 10 % de recuento de
leucocitos. A nivel renal es frecuente observar
anormalidades en el sedimento urinario, la hematuria
microscópica y la proteinuria son las anormalidades más
frecuentes. Se han realizado hipótesis acerca de las
manifestaciones renales de la MI, siendo atribuibles a
nefritis intersticial.
El diagnóstico
de MI es clínico, pero las pruebas de laboratorio son
esenciales para la confirmación de la causa. Los
anticuerpos heterófilos se llaman así porque pueden
reaccionar contra antígenos de especies no relacionadas.
No son reactantes específicos en contra del VEB, están
presentes en el 60- 70 % de los pacientes en la primera
semana de enfermedad clínica y en el 80-90 % en la
tercera o cuarta semana.
La
toxoplasmosis es una infección producida por
Toxoplasma gondii. Luego de la infección y
diseminación del parásito, las reactivaciones se
producen por depresiones transitorias o permanentes de
la inmunidad celular. La enfermedad en huéspedes
inmunocompetentes se manifiesta clínicamente en el 10-20
% de los casos. El dato clínico más característico es la
aparición de adenopatías, cervicales o supraclaviculares
de 1-3 cm, no dolorosas y sin signos inflamatorios.
Además puede encontrarse fiebre, mialgias, artralgias,
erupciones cutáneas. El cuadro clínico suele
autolimitarse en un mes. También puede producir
coriorretinitis, secundaria a una infección congénita.
Suele ser unilateral. Suele presentarse con visión
borrosa, dolor ocular o fotofobia. La lesión primaria es
retiniana y pueden detectarse taquizoítos. Se han
descripto casos de presentación de toxoplasmosis como
edema periorbitario. La afección renal en esta
enfermedad es más frecuente por sulfadiazina, pero se
han descripto casos de glomerulonefritis
mesangioproliferativa con complejos inmunes contra
Toxoplasma. Lo que aleja esta infección es el nivel
bajo de anticuerpos, además que para considerarlos
positivos debemos demostrar una elevación de cuatro
veces o más en el título de anticuerpos Ig G o la
presencia de anticuerpos tipo Ig M.
Considero
finalmente, que el diagnóstico más probable es el lupus
eritematoso sistémico. Es la patología que mejor explica
la presentación clínica. Entre los criterios para lupus
tenemos presentes la artritis, anticuerpos
antinucleares, fotosensibilidad, linfopenia y nefrtitis.
Lo que resta
es definir el tratamiento y considero que lo más
apropiado es administrar prednisona 1 mg / kg de peso.
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