Factores
pronósticos en pacientes con traumatismo de cráneo grave
El traumatismo grave de cráneo es la causa número uno de
morbimortalidad en paciente menores de 40 años, y es el origen
de importantes pérdidas económicas y de alteraciones en la
familia y la sociedad.
A continuación analizaremos parte de la numerosa bibliografía
respecto a los factores pronóstico en pacientes con TEC grave,
para finalizar con las consideraciones que creemos convenientes.
Boto y colaboradores proponen categorizar los factores
pronóstico en TEC grave de la siguiente manera: De tipo
clínico: GCS, Edad, Respuesta pupilar y movimientos
oculares, Lesiones secundarias y Duración del coma. De tipo
radiológico: TAC craneal. De tipo fisiológico:
presión intra craneal (PIC) y presión de perfusión cerebral
(PPC), potenciales evocados (PEs), flujo sanguíneo cerebral (FSC)
y saturación yugular de O2 (SjvO2). De
tipo bioquímico: CPK-MB, LDH, catecolaminas, citoquinas,
glicemia, prostaglandinas y factores fibrinolíticos.
Pillai y colaboradores (2003) realizaron un estudio a fin de
elaborar un modelo simple y efectivo para predecir una mala
respuesta en los pacientes con daño cerebral difuso a fin de
guiar una terapéutica inicial. Efectuaron un análisis
retrospectivo de 289 pacientes con daño cerebral difuso,
analizando edad, mecanismo traumático, reactividad pupilar,
reflejos oculocefálicos, escala de Glasgow y hallazgos
tomográficos. Los resultados que obtuvieron fueron los
siguientes: la naturaleza del trauma no fue un factor predictivo
significativo; de los 289 pacientes, solo 271 tomografías
computadas fueron analizadas, y las imágenes con peor pronóstico
fueron desviación de la línea media, el borramiento de las
cisternas basales y ventrículos y la hemorragia subaracnoidea.
Los factores indicadores de peor pronóstico más significativos
fueron: escala de Glasgow (motora) (EGM), ausencia del reflejo
oculocefálicos (ROC) y desviación de la línea media por TAC (DLM).
Con estos datos elaboraron un score predictivo de acuerdo a la
siguiente puntuación: ROC: ausente (1), presente (2);
DLM: ausente (1), < 5mm (2), > 5mm (3); EGM: 1-5.
Score predictivo = (3 x ROC) + (0,5 x EGM) – (DLM)
– 6,6. Un
valor menor a 1 corresponde a un pronóstico desfavorable.
Pace y
colaboradores (Departamento de Anestesiología, Cirugía y
Emergentología de la Universidad de Nápoles – Italia) valoraron
la eficacia del tratamiento temprano en el traumatismo con daño
cerebral severo evaluando la supervivencia y la recuperación
funcional de los pacientes. Analizaron 184 pacientes entre 18-70
años admitidos a UTI (Enero 2000 – Diciembre 2002), los cuales
fueron divididos en dos grupos: admitidos al hospital dentro de
la 1° hora y admitidos luego de la 1° hora. Estos autores
concluyeron que la prevención y el tratamiento temprano de los
daños secundarios al trauma, más el mantenimiento de la
homeostasis, favorece el mejor pronóstico en cuanto a la
supervivencia, la recuperación funcional del paciente y reduce
costos económicos y sociales.
Bayir y
colaroboradores (Departamentos de Emergentología, Neurocirugía y
Estadística de la Universidad de Selcuk, en Kenya, Turquía)
intentaron determinar la utilidad de los marcadores de
fibrinólisis como factor pronóstico en pacientes con traumatismo
de cráneo. Analizaron a 62 pacientes con TEC atendidos en las 3
primeras horas, evaluando las siguientes variables: GCS,
recuento de plaquetas, tiempo de protrombina, tiempo de
tromboplastina parcial activado, fibrinógeno, productos de
degradación del fibrinógeno, dímero D y los hallazgos en la TAC
de cráneo. Como resultados encontraron: una relación negativa
entre GCS y TP, KPTT, PDF y dímero D; mortalidad asociada a GCS,
TP, PDF y dímero D. Por otro lado, no encontraron relación entre
mortalidad y hallazgos en TAC, como tampoco con plaquetas, KPTT
y fibrinógeno. Concluyeron que la GCS y los marcadores de
fibrinolisis medidos en las 1ras 3 horas fueron
útiles para determinar el pronóstico en pacientes con
traumatismo de cráneo.
Boto y
colaboradores (Servicio de Neurocirugía y Unidad de
Epidemiología Clínica del Hospital 12 de Octubre, Madrid,
España) se propusieron desarrollar un modelo pronóstico para la
identificación de pacientes con alta probabilidad de muerte
temprana. Analizaron a 895 pacientes (Enero 1987 – Agosto 1999),
mayores de 15 años, con TEC grave y con TAC realizada dentro de
las 6 hs. Los resultados que obtuvieron fueron los siguientes:
la tasa de muerte temprana fue del 20%; los factores
independientes fueron: masa no evacuada, lesión difusa IV,
lesión difusa III, flacidez, midriasis bilateral arreactiva,
masa evacuada, edad ≥ 65 años, descerebración y shock. A cada
uno de estos factores le otorgaron una puntuación: Edad (≥ 65
años) 1 punto; flacidez 2 puntos; descerebración
1 punto; midriasis bilateral arreactiva 2 puntos;
shock 1 punto; lesión tipo III (edema cerebral difuso)
2 puntos; lesión tipo IV (desplazamiento) 3 puntos;
lesión tipo V (masa evacuada) 1 punto; Lesión tipo VI
(masa no evacuada) 4 puntos. De acuerdo a la sumatoria de
las puntuaciones, elaboraron una clasificación: 9. Muerte
en las primeras 48 hs; 7 – 8. Muerte entre el 3er
y 22do día; 6. Discapacidad grave; 5.
Discapacidad grave a moderada. El modelo propuesto por estos
autores logró identificar correctamente al 93% de los pacientes;
concluyendo que este modelo pronóstico, basado en información
facilmente disponible durante las 6 primeras horas, es útil para
la identificación de muerte temprana por TEC grave.
Dunham y
colaboradores (Unidad de Cuidados Críticos del Hospital Santa
Elizabeth, Youngtown, EEUU) realizaron un estudio para
determinar si la medición de la saturación de O2 no
invasiva transcraneal (Stc02) y el índice biespectral (BIS)
tienen correlación con el resultado final en pacientes con
traumatismo de cráneo grave. Para ello analizaron a 18 pacientes
con traumatismo de cráneo grave, analizando las siguientes
variables: presión intracraneal (PIC), presión arterial media
(PAM), BIS, Stc02 e índice de presión arterial
cerebral. Los resultados que encontraron fueron los siguientes:
BIS y Stc02 fueron asociados a supervivencia, buen
pronóstico neurológico, PIC ≤ 20 mmHg, presión de perfusión
cerebral ≥ 60 mmHg e índice de presión arterial cerebral ≤ 0,30.
Concluyeron que el monitoreo multi modal no invasivo puede ser
beneficioso en el manejo de pacientes con traumatismo de cráneo
grave.
Conclusiones:
El análisis de
la bibliografía nos permite concluir lo siguiente: existen en la
actualidad muchos autores que estudian distintos métodos para
conocer el pronóstico a corto plazo de pacientes con TEC grave y
de esta forma disminuir la mortalidad. Sin embargo, ninguno
analiza que sucede con el paciente que ha sufrido un TEC grave y
logra sobrevivir a Terapia Intensiva. Es por este motivo, y para
intentar esclarecer que es lo que sucede con estos pacientes a
largo plazo, que el Servicio de Clínica Médica del Hospital
Provincial del Centenario iniciará a la brevedad un trabajo
observacional de aquellos pacientes afectados por un traumatismo
de cráneo grave que pasan a sala general, y cuales son los
factores que influyen en su pronóstico.
Bibliografía:
·
Boto et all. Factores pronóstico en traumatismo de cráneo grave.
Neurocirugía 2004; 14:233-247.
·
Pillai et all. Outcome prediction model for severe diffuse brain
injuries: Development and evaluation. Neurology India
July-September 2003 Vol 51 Issue 3
·
Pace et all. Severe traumatic brain injury: mangement and
prognosis. Minerva Anestesiology 2006 Vol 72, N.4
·
Bayir et all. Fibrinolytic markers and neurologic outcome in
traumatic brain injury.
·
Boto et all. Severe head injury and the risk of early death. J
Neurol Psychiatry.
2006;77:1054-1059.
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Autores:
Drs.
González Eduardo y Cárcano Mariana
Fecha de recepción: 17 de Abril de 2008
Fecha de Aceptación: 16 de Mayo de 2008
Correspondencia:
edugonza@hotmail.com
Lugar:
Servicio de Clínica Médica Hospital Provincial del
Centenario. Rosario. 1º Cátedra de Clínica Médica y
Terapéutica. Facultad de Ciencias Médicas. Universidad
Nacional de Rosario. |
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