Patogenia
El LE es
un desorden autoinmune donde los autoanticuerpos y
complejos inmunes causan daño tisular. Existe una
participación de factores genéticos, hormonales y
ambientales. Esto da como resultado, una respuesta inmune
anormal que se caracteriza por:
a)
La
capacidad de producir varios anticuerpos patogénicos
b)
Hiperactividad de las células B
c)
Estimulación de las células B por señales hiperactivas de
las linfocitos T helper (CD4)
d)
Supresión inadecuada de la producción de autoanticuerpos y
de la actividad de las células natural killer
e)
Un
clearance inadecuado de complejos inmunes
Factores que participan en la
patogenia
-
Factores Genéticos:
asociadas con el complejo HLA
-
Factores sexuales:
relación hombre: mujer de 1:7, predomina en mujeres
jóvenes. Las mujeres y los hombres con LE tienen un
aumento en la conversión del estrógeno y del estradiol a
un metabolito con actividad estrogénica mantenida.
-
Factores ambientales
a) La
relación entre la exposición a la luz solar y el inicio o
la exacerbación del LE.
La luz ultravioleta puede actuar como desencadenante de la
mayor parte de las formas de LEC. La irradiación de
cultivos de queratinocitos con luz ultravioleta, origina
el desplazamiento de antígenos nucleares e
intracitoplasmáticos a la membrana del queratinocito,
permitiendo la unión de anticuerpos. La fijación de
anticuerpos como los anti-SSA, anti-SSB, o anti-RNP a la
membrana celular desencadena una reacción inmunológica que
origina la aparición de las lesiones cutáneas de LEC.
Aparte del citado, se han descrito numerosos cambios en
los queratinocitos irradiados con luz ultravioleta. Se
induce la aparición de moléculas de adhesión como la
ICAM-1 y la producción de diversas citoquinas. Se han
observado también elevaciones de PGE-2 e IL-10. La
inducción de apoptósis es fácilmente visible. También se
induce la aparición de moléculas de adhesión en vénulas
post-capilares, facilitando la entrada de linfocitos en la
piel. Existen polimorfismos genéticos que son afectados
por las citoquinas pro inflamatorias inducidas por la luz
UV. En concreto, el polimorfismo del gen del factor de
necrosis tumoral alfa (TNF-alfa) puede ser importante en
algunos pacientes con fotosensibilidad y LESA. El
complemento interviene en diferentes aspectos de la
patogénesis del lupus. Algunos déficit de complemento,
como el de C2 y C4, así como otros déficit de factores de
la vía clásica del complemento se han relacionado con la
aparición de LES y LCSA. Aunque son menos frecuentes,
también se han descrito deficiencias del complemento en
pacientes con LEC, como las de inhibidor de C1, C1q, C2 y
C4. Esta relación se explica por el papel que desempeña el
complemento en la opsonización de inmunocomplejos para su
eliminación. Es fácil entender como la eliminación
alterada de inmunocomplejos puede influir en el desarrollo
y la gravedad del lupus eritematoso.
b) Traumatismos (heridas o cicatrices), stress mental,
embarazo y exposición al frío.
c)
Relación entre infección (virus y bacterias) y la
exacerbación del LES.
d) Exposición ocupacional a metales pesados como cadmio,
mercurio y oro y otros elementos relacionados con la
producción de anticuerpos antinucleares como sílice,
pesticidas, polivinilo y otros.
e)
Participación de medicamentos en la inducción de
anticuerpos antinucleares y lupus: procainamida, atenolol,
hidralazina, cloropromazina, isoniazida, propiltiouracilo
y anticonvulsivantes.
Una vez
aparecida las lesiones, estas pueden exacerbarse por la
luz solar, y también por el frío, viento y el aire del
mar, pero en menos porcentaje. Las mujeres pueden tener
exacerbaciones premestruales, en los tres primeros meses
del embarazo, mejorar en los seis restantes y empeorar en
el parto. |