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Dr. Oscar A. Pellizzón
 

Jefe Sección Arritmias, H. P. del Centenario, Rosario, Santa Fe, Argentina
 
Jefe Unidad Coronaria, H. P. del Centenario, Rosario, Santa Fe, Argentina

 
Docente de pre y postgrado. Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Rosario, Santa Fe, Argentina
 
Ex Presidente Comité de Arritmias, Sociedad de Cardiología de Rosario, Santa Fe, Argentina
 
Ex Presidente Comité de Arritmias, Federación Argentina de Cardiología
 

 

 

Sincope Vaso-Vagal o mediado neuralmente

Dr. Oscar A. Pellizzón
 

Diagnóstico

El diagnóstico puede hacerse por la historia clínica, por respuestas positivas a las pruebas empleadas o por la exclusión de otras causas (Tabla II).

Tabla II.  Métodos diagnósticos en el S V-V.

Muy útiles

·          Historia clínica

·          Masaje del seno carotídeo

·          Tilt Test

·          Loop recorder implantable

Poco útiles

·          Test de adenosina

·          Monitoreo Holter

Historia. La evaluación del S V-V comienza con una cuidadosa historia clínica, examen físico que incluye la medición de la presión arterial acostado y de pie (para observar ortostatismo) y un ECG de 12 derivaciones. En muchos pacientes sin cardiopatía la clínica es tan evidente que no son necesarios otros exámenes. Las situaciones que nos sugiere este síndrome serían las siguientes:

·          El S V-V es diagnosticado cuando ocurre ante eventos precipitantes como temor, dolor intenso, stress emocional, instrumentación, posición de pie durante mucho tiempo y generalmente asociado a síntomas prodrómicos.

·          El sincope situacional se diagnostica cuando ocurre durante o inmediatamente después de la micción, defecación, tos o deglución.

Comúnmente la evaluación inicial se dirige hacia la sospecha del diagnóstico cuando se observa algunas de las características señaladas en la tabla III. Cuando el S V-V es sospechado debe ser confirmado con pruebas dirigidas.

Tabla III.  Características clínicas sugestiva de S V-V.

Sin cardiopatia estructural

Larga historia de síncopes

Después de un dolor, temor, stress emocional

Mucho tiempo de pie, amontonamiento, ambiente caluroso

Náusea y vómito asociado al sincope

Post prandial

Con rotación de la cabeza, presión del seno carotídeo

Post ejercicio

El valor de la historia clínica disminuye en los ancianos. En un estudio reciente, la historia clínica sola fue capaz de definir el diagnóstico en el 38% de los pacientes < 65 años y en el 9% en los > 65 años (10).

Masaje del Seno Carotídeo. Es diagnóstico cuando hay una respuesta anormal a la compresión del seno carotídeo (hipersensibilidad del seno carotídeo). Un reflejo cardioinhibitorio y vasodepresor son producidos usualmente con el masaje. Si se genera una respuesta asistólica es conveniente evaluar la fase vasodepresora (que a veces puede estar oculta) repitiéndose el masaje con la administración de atropina 1 mg/EV. La correcta determinación del reflejo vasodepresor es de importancia práctica ya que la terapia con un marcapasos es más efectiva en la forma cardioinhibitoria. Una respuesta positiva es definida cuando ocurre una asistolia de > 3 segundos y/o caída de la presión arterial sistólica > 50 mmHg. Sin embargo, una respuesta anormal puede ser observada en sujetos sin sincope. El síndrome es diagnosticado erróneamente en la mitad de los casos si el masaje no se realiza en posición de pie (11). La principal complicación del masaje del seno carotídeo es la provocación de un accidente isquémico transitorio o accidente cerebrovascular y si hubiera algún riesgo debe ser evitado. Esta prueba se recomienda en mayores de 40 años con síncope de origen desconocido, debido a la mayor prevalencia de este sindrome en los adultos mayores y con antecedentes de aterosclerosis (5).
 

Tilt Test o prueba de basculación. Al pasar de la posición supina a la erecta hay un gran cambio del flujo sanguíneo del tórax al sistema venoso por debajo del diafragma y esto forma la base para el uso del TT (fig 1).

El TT puede ser considerado como un modelo experimental que permite provocar, de forma relativamente controlada, respuestas vasovagales en pacientes susceptibles. Esto ha permitido conocer mejor diversos aspectos de los mecanismos fisiopatológicos del S V-V, como por ejemplo, el comportamiento del árbol vascular, los cambios de la volemia, las alteraciones de la contractilidad miocárdica previas al episodio, las variaciones en la secreción de catecolaminas, las modificaciones en la variabilidad de la frecuencia cardíaca o en el tráfico simpático, entre otros. Asimismo, mediante la observación del comportamiento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial durante el TT se han podido caracterizar diferentes patrones, lo que ha permitido establecer una clasificación de las respuestas vasovagales (tabla IV). Así, es indudable que la utilización del TT ha contribuido de manera importante a la mejoría de nuestro conocimiento sobre los mecanismos fisiopatológicos y sobre la caracterización clínica del S V-V.

Tabla IV. Clasificación de las respuestas positivas durante el Tilt Test.

Tipo I mixto: La frecuencia cardíaca disminuye en el momento del sincope y la frecuencia ventricular:  a) no es < 40 lat/min o b) < 40 lat/min durante menos de 10 seg con o sin asístole menor de  3 seg. La presión arterial cae antes de la bradicardia.
 

Tipo 2 A cardioinhibitorio sin asístole: Disminución de la frecuencia cardíaca a menos de 40 lat/min por más de 10 seg pero con asístole menos de 3 seg. La presión arterial disminuye antes de la bradicardia.

 

Tipo 2 B cardioinhibitorio con asístole: Con asístole mayor de 3 seg. La presión arterial cae antes o coincide con la bradicardia.

 

Tipo 3 vasodepresor: Caída de la presión arterial sin una disminución > 10% de la frecuencia cardíaca máxima en el momento del síncope.

Protocolo. Desde 1986 hasta la fecha se han utilizado diferentes protocolos y diferentes drogas para sensibilizar la prueba. Los datos de tres estudios mostraron una respuesta positiva del 69% con una especificidad del 94% (12-14). Aunque no hay un protocolo “gold standard” existen algunos que son mayoritariamente aceptados.  El denominado “protocolo italiano” (15) es uno de ellos. Tal método consiste en:

  • Una fase de posición supina de al menos 5 min.

  • Prueba de basculación con un ángulo de 60-70°.

  • Una fase pasiva > 20 min y < 45 min.

  • Una fase provocada farmacológicamente con isoproterenol EV o nitroglicerina sublingual si la fase pasiva es negativa. La fase provocada con drogas debe ser de 15-20 min. Las drogas utilizadas son:

  • Isoproterenol: se utiliza como una infusión continua comenzando con 1 mcg/min hasta 3 mcg/min para incrementar la frecuencia cardíaca en un 20-25% de la basal.

  • Nitroglicerina sublingual: se utiliza en forma de spray con una dosis fija de 400 mcg. En nuestro medio esta preparación no existe, por lo que suele utilizarse dinitrato de isosorbide sublingual (16).

  • El punto final de la prueba de basculación es la reproducción del sincope o finalización del tiempo estipulado incluyendo el desafío con drogas.

Nuestro grupo utiliza un protocolo de prueba de basculación semejante al protocolo italiano pero para la fase provocada farmacológicamente utiliza 0,625 mg de dinitrato de isosorbide sublingual. Los porcentajes de positividad son semejantes a los otros protocolos y no se ha observado  respuesta exagerada a los nitritos (17).

Cuando se utilizan dosis mayores se corre el riesgo de provocar porcentajes variables de  falsos positivos (18-20). Si el TT en pacientes sin cardiopatía estructural reproduce el sincope es considerado diagnóstico y no se necesitan más estudios. En cambio, en pacientes con cardiopatía estructural antes de realizar un TT se debe  excluir a las arritmias u otras causas.

Respuesta al Tilt Test. El TT demostró que antes que ocurre  la pérdida de la conciencia existe una reacción vasovagal que dura aproximadamente 3 min. Una disminución de la PAS por debajo de 90 mmHg está asociado con síntomas que predicen el síncope y cuando es menor de 60 mmHg siempre está asociada al sincope.  Durante la fase prodrómica, la PA disminuye marcadamente y esta caída precede a la bradicardia.  Durante la fase sincopal, un reflejo cardioinhibitorio de intensidad variable (que va de una ligera bradiacardia a una asístole de varios segundos) es frecuente y contribuye a la pérdida del conocimiento.

Durante el TT pueden ocurrir formas poco frecuentes, como casos de incompetencia cronotrópica o el llamado síndrome de taquicardia ortostática postural (21).

Rol del Tilt Test en la evaluación del tratamiento. Los estudios controlados  demostraron que aproximadamente el 50% de los pacientes con un TT positivo basal luego fueron negativos cuando se los repitió bajo tratamiento o con placebo (22-24). El mecanismo del sincope inducido por el TT frecuentemente fue diferente del que ocurrió espontáneamente cuando los pacientes fueron estudiados con un sistema “loop recorder” implantable (25). Estos datos demuestran que el uso del TT para evaluar la efectividad de diferentes tratamientos tiene limitaciones importantes.

Complicaciones. El TT es un estudio seguro y las complicaciones son muy bajas. La ocurrencia de una asístole prolongada durante el estudio no es considerada una complicación, sino el punto final del procedimiento.

Test de la Adenosina.  Recientemente se la ha propuesto como una herramienta para la investigación de pacientes con sincope de origen desconocido (26). Este estudio requiere de la administración en bolo de 20 mg de ATP durante monitoreo ECG. Una asístole de > 6 seg o un bloqueo AV que dura al menos 10 seg es considerado anormal. El valor diagnóstico y predictivo todavía tiene que ser confirmado en estudios prospectivos.

Monitoreo electrocardiográfico continuo. El estudio Holter es diagnóstico cuando hay una correlación entre el sincope y una anormalidad del ritmo cardíaco (bradiarritmia o taquiarritmia). Por otro lado, el Holter excluye una causa arrítmica cuando existen síncopes y no hay variaciones en el ritmo cardíaco.

La gran mayoría de los pacientes con S V-V están libres de síntomas durante semanas, meses o años. La revisión de 8 estudios donde se utilizó al Holter determinó que en el 4% (rango 1-20%) hubo una correlación entre el síntoma y arritmias. La verdadera ayuda diagnóstica del Holter convencional en la población general es del 1-2%. Por lo tanto este método solo está indicado en aquellos que tengan síncopes o presincopes muy frecuentes.

Recientemente ha emergido para la evaluación diagnóstica del sincope el método denominado loop recorder implantable. Este es un  dispositivo que se implanta subcutáneamente y graba el ritmo cardíaco en el momento que sobreviene el síntoma y posteriormente el médico puede analizar esa situación. Existen 4 estudios (21,27-29) que utilizaron este dispositivo e incluyeron 247 pacientes  demostrando una correlación entre sincope y ECG en 84 pacientes (34%); de éstos pacientes el 52% presentó bradicardia o asístole, el 11% tuvo taquicardia y en el 37% no hubo variación en el ritmo. Por lo tanto este dispositivo puede ser utilizado en pacientes con síncopes de origen desconocido que presentan traumatismos durante los mismos y para confirmar la causa (bradicardia) antes de implantar un marcapasos. Con este dispositivo se obtiene el registro ECG, pero no sabemos qué ocurre con la PA u otros factores que están involucrados en el sincope. Esto es una limitación importante. Los investigadores del ISSUE (30) propusieron una clasificación que debe ser tomada solamente si se utiliza el loop recorder implantable (método que no es rutinariamente utilizado en nuestro medio).

 
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