Cuando el cerebro no está “suficientemente dulce”
New England Journal of Medicine – Volumen 364; Febrero
de 2011.
Dr. Javier Montero.
Departamento de Medicina Interna. Hospital Povisa, Vigo,
España.
Ex Jefe de Residentes de Clínica Médica, Hospital
Provincial del Centenario, Rosario, Argentina.
Desde el año 2.009, la revista New England Journal of
Medicine propone
bimensualmente entre sus secciones una denominada “Casos
Clínicos Interactivos” donde a partir de un caso
problema, va avanzando sobre el diagnóstico y manejo del
paciente planteado mediante un sistema de opción
múltiple que el internauta debe ir resolviendo. Al
finalizar el mismo, resalta las “perlas” del caso
planteado.
En febrero propuso el caso de una anciana de 88 años con
antecedentes de patología cardiovascular que presentaba
desde hacía un año episodios de minutos de duración de
confusión, mareos, temblores y ansiedad de resolución
espontánea. Refería a su vez diplopía súbita
intermitente sin relación temporal con los episodios de
confusión.
Ingresada para estudio, nada destacaba al examen físico,
la analítica inicial, bastante ampliada por cierto ya
que incluía troponinaT, cortisol matutino y TSH,
presentaba solo una discreta anemia y el
electrocardiograma, ecocardiograma y tomografía axial
cerebral habían sido normales. A los 2 meses de ser dada
de alta para seguimiento, la paciente reingresa por un
episodio de deterioro de la conciencia detectándose en
la guardia una glucemia capilar de 44 mg/dl
resolviéndose los síntomas tras la administración de
solución dextrosada hipertónica y glucagón IM. A partir
de aquí explica de una forma sencilla los estudios
diagnósticos de una situación endocrinológica que
debemos tener en cuenta y saber abordar: la hipoglucemia
(HG) en pacientes no diabéticos.
·
Previo a ahondar en la HG, uno de los primeros
multiple choice planteados son las posibles causas
de los episodios de “confusión”. De aquí parte la
primera enseñanza. Tres cuadros podrían corresponder con
esta presentación clínica reiterada:
o
Convulsiones parciales complejas de localización frontal
(secundario a focos irritativos en general de origen
aterosclerótico). Este cuadro se puede presentar como un
episodio súbito de confusión (letargo), mareos y
parestesias con una confusión postictal prolongada.
o
Insuficiencia vertebrobasilar temporal: este cuadro
puede producirse por accidentes isquémicos transitorios
en dicho territorio o por estenosis parciales de los
vasos del territorio posterior que se expresan
clínicamente cuando existen estados transitorios de
inestabilidad hemodinámica (hipotensión ortostática o
por fármacos, arritmias, etc.).
o
El tercero es… la hipoglucemia (HG) teniendo en cuenta
que los temblores y mareos podrían corresponder a
síntomas adrenérgicos y la confusión a síntomas
neuroglucopénicos.
·
La HG
es generalmente una complicación iatrogénica del
tratamiento de la diabetes mellitus (DM). En pacientes
no diabéticos, debe sospecharse la presencia de
hiperinsulinismo endógeno (insulinoma, nesidioblastosis,
HG autoinmune), la administración subrepticia de
insulina o antidiabéticos orales (HG facticia) y el
alcoholismo o fármacos. Otras causas sistémicas son la
insuficiencia suprarrenal, hepática, renal y, más
raramente linfoma y tumores productores de factor de
crecimiento simil-insulina (prácticamente, cualquier
tumor puede causarlo, sólido o no).
·
Para avanzar en el estudio de la HG, debe hacerse el
diagnóstico del trastorno hipoglucémico (THG). El THG
hace referencia a la coexistencia de HG documentada (por
laboratorio, o por glicemia capilar), síntomas
compatibles con HG (neuroglucopénicos y autonómicos) y
resolución de los mismos con la administración de
glucosa. Solo la presencia de esta combinación, llamada
“tríada de Wipple”, debe ser el puntapié para iniciar el
estudio del THG. Por ejemplo, no debemos estudiar una
pseudohipoglucemia (determinación sérica de HG en un
paciente asintomático, a no ser que la glucemia sea de
40 mg/dl).
·
Durante el episodio de HG sintomática debe determinarse
en sangre insulina, péptido C, cetonemia y niveles de
hipoglucemiantes orales (HGO). Si se sospecha el TGC y
no se ha detectado, debe realizarse la prueba de ayuno
breve ambulatoria bajo control médico (de 9 horas) o
internar para un prueba de ayuno prolongada (72 horas)
si la prueba breve ha sido negativa.
·
La detección de niveles elevados de insulina y péptido C
en el contexto de HG sintomática indica la presencia de
hiperinsulinismo endógeno cuya causa principal es el
insulinoma (otras son la nesidioblastosis y la HG
autoinmune) o la administración de HGO secretagogos como
las sulfonilureas y metiglinidas (que se detectan
mediante su determinación sérica). La detección de
niveles elevados de insulina y suprimidos de péptido C
es característico de la administración exógena de
insulina. Los niveles reducidos de ambos junto con HG es
muy raro y ocurre en la producción paraneoplásica de
factor de crecimiento simil-insulina.
·
La ausencia de cuerpos cetónicos es una clave
diagnóstica importante. En condiciones normales la
hipoglucemia se asocia un aumento de las hormonas
contrarreguladoras (glucagón y epinefrina) que producen
gluconeogénesis, principalmente a partir de lipólisis,
lo que produce cuerpos cetónicos. Como en los THG por
hiperinsulinismo se produce una supresión de estas
hormonas, no puede existir cetonemia. Si existe
cetonemia, pensar en causas sistémicas, principalmente
enfermedad de Addison (porque el resto, insuficiencia
hepática, renal, etc., suelen ser evidentes cuando se
asocian a HG).
El caso planteado presentó durante el episodio de
hipoglucemia del reingreso una glucemia de 43 mg/dl,
insulina de 12 mUI/ml (valor normal: <3 mUI/ml cuando la
glucemia es <50 mg/dl) y péptido C de 2,9 ng/ml (valor
normal: < 0,6 mg/ml cuando la glucemia es <50 mg/dl), y
cetonemia y sulfonilureas indetectables. Este patrón es
característico del
hiperinsulinismo endógeno
siendo la causa más común, por lejos, el insulinoma;
otras causas son
la nesidioblastosis (disfunción difusa de las células
beta del páncreas que, en adultos puede ocurrir tras la
cirugía de by-pass gástrico, o de forma esporádica) y la
HG autoinmune (por la presencia de anticuerpos contra
los receptores de insulina).
En cuanto a los pasos diagnósticos posteriores en
búsqueda del insulinoma aclara 2 puntos conceptuales
interesantes:
·
Los estudios por imágenes para localizar el insulinoma
pueden ser la tomografía o resonancia pancreática o la
ecoendoscopia. Esta última es la más sensible por lo que
se propone como primer estudio de estar disponible.
·
Estos estudios no deben solicitarse hasta que el
diagnóstico clínico (tríada de Wipple) y bioquímico (HG,
aumento de insulina y péptido C, ausencia de cetonemia)
y se halla descartado la HG subrepticia.
Los cuadros de HG que vemos a diario ocurren en
pacientes diabéticos y la causa habitualmente es
iatrogénica. Cuando ocurre en un paciente no diabético
empezamos a pensar “¿a que endocrinólogo puedo llamar?”.
Este caso interactivo nos ayuda a recordar como abordar
el estudio de estos pacientes. Recordemos entonces: 1º)
realizar el diagnóstico de la tríada de Wipple, para lo
cual muchas veces es necesario ingresar a los pacientes;
2º) realizar el diagnóstico bioquímico; 3º) las
imágenes. Si bien no está nada mal contar con el consejo
del endocrinólogo, “el Internista debe tener una
dosis equilibrada de medicina ambulatoria y un
entrenamiento en patologías complejas de mucho peso”
dijo el Profesor Dr. Greca recientemente en la Mesa
Redonda titulada “¿Qué es y hacia donde va la Medicina
Interna?” de las Jornadas de Interamed – UNR, Rosario
(2.010). EL THG es una patología compleja que debemos
conocer. Es nuestra obligación como médicos clínicos.
Ross JJ, Vaidya A, Kaiser UB. Interactive Clinical Case:
Lying low. Engl J Med 2011; 364:e10. |