Discusión del
caso clínico
Dr. José Amillategui
Datos obtenidos antes de la discusión:
-Internación marzo2007: Anticuerpos contra receptor de
acetilcolina (+) a títulos medios
EMG: Compatible con
alteración de la placa neuromuscular.
Plaquetopenia (40,000
/mm3)
-Cirugía abdominal agosto de 2006: Hilio hepático de
características normales.
-Internación actual: Antígeno de superficie para hepatitis B
(+).
De todos los problemas observados en este paciente voy a
comenzar analizando la debilidad muscular.
Como sabemos ésta puede deberse a alteraciones
producidas a cualquier nivel del impulso nervioso. La
multiplicidad de grupos musculares afectados, la
indemnidad de reflejos osteotendinosos, la falta de
signos de daño a nivel central y los hallazgos
electromiográficos, indican alteración de la placa
motora. Voy a describir las dos patologías más probables
en este paciente.
Miastenia Gravis
Es una patología poco común de base autoinmune, en la cual
existe destrucción y bloqueo de los receptores
postsinápticos de acetilcolina. Se presenta más
frecuentemente en mujeres en la segunda y tercera
décadas y en varones entre la sexta y octava décadas.
El dato clínico cardinal es la debilidad muscular
fluctuante que empeora con el ejercicio. Existen dos
formas clínicas:
-Forma ocular: ptosis uni o bilateral
y alteración de la musculatura ocular extrínseca
produciendo diplopía y visión borrosa.
-Forma generalizada: prácticamente se
pueden afectar todos los músculos estriados. Nuestro
paciente presentaba: alteración de los movimientos
oculares, caída del maxilar, debilidad de músculos del
cuello y en cintura escapular, disartria, disfagia, y
parálisis diafragmática con fallo respiratorio durante
la internación pasada.
Exámenes complementarios:
Test del edrofonio: inhibidor de la acetilcolinesterasa. Se inyectan de 2 a 10
mg IV y se observa la mejoría clínica. Utilizado
principalmente en la forma ocular (en la ptosis y la
diplopía es más fácil objetivar la respuesta).
Sensibilidad del 80 al 90%.
Anticuerpos anti receptor de acetilcolina (AcRA):
están presentes en el 85% de los pacientes con miastenia
gravis generalizada y en el 60 % de los casos oculares.
Los AcRA son positivos hasta en un 100 % de los
pacientes con timoma coexistente. Son muy específicos y
hay escasos falsos positivos (generalmente a títulos
bajos).
Tests electrofisiológicos: Estimulación eléctrica repetida (sensibilidad 75%) y
EMG de fibra única (sensibilidad 95 %, pero escasa
disponibilidad).
El tratamiento tiene cuatro pilares: sintomático (piridostigmina),
Inmunosupresor (azatioprina, micofenolato, etc.),
crisis (plasmaféresis e inmunoglobulina) y
quirúrgico (timectomía en casos seleccionados).
Síndrome de Eaton Lambert
Se trata de un síndrome paraneoplásico producido por
anticuerpos contra los receptores de canales de calcio.
Asociado hasta en un 60% con cáncer de pulmón y otros
órganos (estómago y próstata).
Clínicamente se manifiesta por debilidad proximal a
predominio de miembros inferiores, que mejora con el
ejercicio. Los síntomas bulbares (disartria, disfagia) y
la diplopía son raros. Se acompaña de manifestaciones
autonómicas frecuentemente (boca seca, constipación,
etc.).
El
diagnóstico se realiza con el dosaje de anticuerpos
contra los canales de calcio (positivos en un 95%) y con
la electromiografía (EMG) (aumento de la respuesta con
la estimulación repetida).
Reuniendo los datos clínicos y los resultados de los
exámenes complementarios, podemos afirmar casi con
seguridad, que nuestro paciente padece miastenia
gravis.
Otro problema que presenta nuestro paciente es la
cavernomatosis de la vena porta. Las causas de
esta son: Cirugías abdominales previas (causa más
frecuente), procesos infecciosos portales o biliares,
hepatocarcinoma, estados procoagulantes, y en un 50% no
se llega a un diagnóstico. La ligadura incidental de la
vena porta durante la cirugía previa es un diagnóstico
ineludible, teniendo en cuenta que durante dicho
procedimiento se advirtió que el hilio hepático era de
características normales.
La alteración de las enzimas hepáticas
nos indica hepatitis. El nivel moderado de elevación de
transaminasas y la disminución de colinesterasa y
albúmina podrían estar indicando un proceso crónico.
Considero que la infección por el virus de la hepatitis
B es la causa más probable de este trastorno. De todos
modos voy a considerar otras etiologías posibles dado
el cuadro clínico y los antecedentes de este paciente
(cirugía abdominal previa).
Hepatopatías asociadas con Miastenia Gravis
Hepatitis autoinmune
Es un proceso crónico, autoinmune, con inflamación y fibrosis
que tiende a la cirrosis. Clínicamente se manifiesta (en
el 50% de los casos) por síntomas inespecíficos como
náuseas, hiporexia, dolor abdominal, mialgias, etc. En
un 30% puede presentarse de forma aguda y sólo un 20% se
detecta de manera incidental (hipertransaminasemia). Lo
más frecuente de hallar en el laboratorio es elevación
de transaminasas y bilirrubina, hipergammaglobulinemia,
y fosfatasa alcalina normal o levemente aumentada. En
contra de este proceso tenemos la edad, el sexo (más
frecuente en mujeres jóvenes), la clínica, los hallazgos
bioquímicos, y la negatividad de anticuerpos
específicos.
Lupus eritematoso sistémico (LES)
Nombro esta patología debido a que nuestro paciente presentó,
en algún momento de su evolución, tres criterios de
clasificación para LES: serositis (derrame
pleural bilateral evidenciado por tomografía durante la
internación pasada), plaquetopenia y FAN (+).
Es una
enfermedad proteiforme con manifestaciones sistémicas
variadas (dentro de las cuales se encuentran las
neurológicas y las hepáticas). Las neurológicas pueden
ser tanto centrales como periféricas (miastenia gravis,
por ejemplo). La afectación hepática es relativamente
común. En un estudio que incluyó a 124 pacientes lúpicos
con alteración de la función hepática, se analizó la
histología mediante biopsia en 33 de ellos, y se halló,
en distinta proporción, cirrosis, hepatitis crónica
activa o persistente, granulomas, y colestasis.
Considero al LES una etiología alejada, pero no tenemos
que subestimarla durante el seguimiento de nuestro
paciente.
Hepatopatías no asociadas con Miastenia Gravis:
En el contexto de este paciente tenemos dos posibilidades:
Hepatitis por virus B o cirrosis biliar secundaria.
Cirrosis biliar secundaria
Se produce por estenosis del conducto hepatocolédoco. Causas:
postquirúrgicas, colangitis a repetición, cálculos y
tumores. Este proceso lleva a la cirrosis en un
tiempo medio de 3 a 12 meses y presenta un cuadro
clínico florido. El paciente que analizamos no presenta
un cuadro clínico compatible, así como tampoco
evidencias ecográficas de cirrosis. Como vimos, tras un
año de evolución luego de la cirugía, lo esperable sería
encontrar distintos signos de hepatopatía crónica. Por
lo ante dicho creo que estamos en posición de descartar
esta patología.
En suma, creo que los diagnósticos en este paciente son:
miastenia gravis generalizada, cavernomatosis portal
postquirúrgica y hepatitis B.
Los exámenes complementarios que propongo realizar son:
- EMG de fibra única para terminar de confirmar el
diagnóstico de MG.
- Nuevo dosaje de AcRA como herramienta para evaluar la
respuesta al tratamiento.
- Video endoscopia digestiva alta para determinar la
repercusión que tuvo la hipertensión portal sobre
estómago y esófago.
- Determinación de anticuerpos y antígenos e y core y biopsia
hepática para estadificar la hepatitis.
- Con respecto al tratamiento, por un lado tenemos una
hepatitis viral y por otro una miastenia gravis
generalizada severa. Creo que lo más conveniente es
realizar un tratamiento inmunosupresor con las menores
dosis posibles, y una vez estabilizado el cuadro clínico
del paciente planear una timectomía.
El tratamiento de la hepatitis se definirá cuando se
determine el estadio de la misma.
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Opinión
Un punto interesante a considerar es el hecho de que
el tratamiento de la miastenia gravis incluye
piridostigmina y corticoides. El problema radica en
que los pacientes con hepatitis B no debieran
recibir corticoides. Es por ello que deben poner en
consideración este problema y evaluar que es lo que
conlleva menor riesgo.
Finalmente la teoría unicista con la que
habitualmente se intentan explicar los síntomas y
signos de los enfermos no se aplicaría a este caso.
De la discusión posterior surgió que la
cavernomatosis portal posiblemente secundaria a
su cirugía abdominal, la hepatitis B y la
miastenia gravis son tres entidades distintas
que coincidieron en un mismo paciente.
En los tiempos de hoy, la medicina basada en la
evidencia es el paradigma se impone, sin embargo,
creo que la intuición y el “ojo clínico” siguen
manteniendo su vigencia, y es ese plus lo que
hace a la medicina interna apasionante.
Pienso que el médico moderno debe combinar la
evidencia científica con el arte de ser médico
y que eso sólo se aprende, como lo han hecho los que
nos anteceden, en la cabecera de la cama del
enfermo.
Dr. Emilio Pastor
Jefe de Residentes
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