Discusión del
caso clínico
Dr. José Amillategui
Estamos frente a un paciente varón de 64 años, que es
internado en otra institución por un cuadro de pérdida
de peso, astenia y fiebre, donde se detecta falla renal,
colestasis y anemia. Durante dicha internación agrega
lesiones cutáneas, y en los diferentes estudios
realizados se evidencia una masa pancreática, derrame
pleural y pericárdico.
Son varios los problemas de este caso, pero creo conveniente
analizar dos de ellos en particular:
Las lesiones cutáneas y la masa pancreática.
Lesiones cutáneas:
El informe anatomopatológico arrojó: Eritema nodoso.
La descripción histo-patológica fue: paniculitis mixta (septal
y lobulillar), a predominio septal.
Muchos autores recomiendan abandonar la clasificación
histopatológica y utilizar la clasificación clínica por
las siguientes razones:
-Existen pocos hallazgos distintivos que indiquen
inequívocamente una u otra patología.
-La mayoría de las paniculitis presentan un patrón mixto (septal
y lobulillar).
-El contexto clínico es fundamental.
Por estas razones, creo que sería un error describir sólo las
causas de eritema nodoso. Por lo tanto voy a tomar a las
paniculitis en general, describiendo las más probables
en nuestro paciente en particular.
Paniculitis infecciosa:
Es una patología que se da con mayor frecuencia en pacientes
inmunodeprimidos, aunque también puede verse en
huéspedes inmunocompetentes.
Se presenta como nódulos o placas profundas que tienden a la
ulceración. Se ubican en la mayoría de los casos en los
miembros (zonas expuestas a traumas), aunque también
pueden verse en cualquier otro sitio del cuerpo.
Etiología:
Bacterias: Los gérmenes Gram + son los más frecuentes
(estafilococo y estreptococo).
Hongos: Coccidiodes, candida y fusarium principalmente.
Micobacterias típicas y atípicas.
Virus: Sólo en reporte de casos se describen sobre todo el
citomegalovirus y el Epstein Barr.
Datos en contra:
-Aparición de las lesiones bajo tratamiento antibiótico
(pensando en la etiología bacteriana).
-Localización múltiple y atípica (recordar que la lesión de
mayor jerarquía en este paciente es en el tórax).
-Cultivos bacterianos, micológicos y para micobacterias por
el momento negativos.
Datos a favor:
-Es una patología que se da con mayor frecuencia en
inmunodeprimidos (nuestro paciente padece diabetes de
largo tiempo de evolución).
-Signos de respuesta inflamatoria sistémica (fiebre y
leucocitosis con neutrofília).
-Granulaciones tóxicas y neutrófilos con vacuolas
citoplasmáticas observados en un extendido de sangre
periférica.
Como vemos, si bien existen datos en contra de este
diagnóstico, debemos tenerlo en cuenta por su alta
prevalencia.
Paniculitis pancreática:
Es una manifestación inusual de distintas patologías
pancreáticas como pancreatitis (aguda o crónica) y
distintas neoplasias de este órgano. Se presenta en
forma de nódulos eritemato-violáceos, dolorosos o no,
ubicados más frecuentemente en miembros inferiores,
aunque también pueden afectar tórax, abdomen, brazos,
cuero cabelludo, y prácticamente cualquier otro sitio.
Pueden ser lesiones solitarias, agruparse entre sí.
Suelen involucionar dejando áreas hiperpigmentadas o
pueden persistir mientras la causa subyacente no se
trate. Suele cursar con fiebre, mal estado general,
astenia, velocidad de eritrosedimentación elevada (VES)
y leucocitosis con neutrofília. Cuando se asocia a
cáncer de páncreas se describe una afectación cutánea
más extensa, con fiebre y astenia más pronunciadas. En
casos graves puede haber necrosis grasa de tejidos
profundos causando poliartritis (compromiso de grasa
periarticular), dolor abdominal (afectación de peritoneo
y epiplón), derrame pleural y pericárdico. El
pronóstico de esta patología depende de la enfermedad de
base y de la presencia de síntomas sistémicos y
compromiso de serosas (peor pronóstico en este último
caso).
Patogenia:
La liberación enzimática producida por la inflamación
pancreática sería la responsable de la necrosis por
licuefacción del tejido adiposo. Existen dudas acerca
del mecanismo por el cual se produciría esto, debido a
que la elevación enzimática durante una pancreatitis
(por ejemplo), es frecuente, y la paniculitis
pancreática en realidad es un trastorno raro. Se cree
que existiría una inflamación vascular localizada
causada por un mecanismo infeccioso o autoinmune, lo que
permitiría el paso de las enzimas desde el torrente
sanguíneo hacia el tejido celular subcutáneo.
Anatomia patológica: Es una paniculitis a predominio lobulillar. En nuestro
paciente el compromiso era fundamentalmente septal (que
está descrito cuando la biopsia se realiza en lesiones
tempranas, tal como podría ser este caso, ya que las
muestras fueron tomadas a los pocos días de la aparición
de las lesiones).
Como vemos, la sintomatología, el compromiso de serosas, los
hallazgos de laboratorio e histológicos hacen que la
paniculitis pancreática sea un diagnóstico probable.
Analicemos el otro punto fundamental en este caso: la
masa pancreática.
Imagenológicamente podría corresponder a una patología
inflamatoria (pancreatitis crónica) o tumoral.
Pancreatitis crónica:
Es un proceso inflamatorio crónico que resulta en daño
estructural y funcional de la glándula.
El síntoma cardinal es el dolor abdominal (que puede estar
ausente hasta en un 20% de los casos) y la insuficiencia
glandular puede ser exocrina (malabsorción) y/o
endocrina (diabetes).
Las enzimas pancreáticas pueden estar levemente aumentadas,
aunque lo más común es que se encuentren normales. En
caso de hallarse elevación de bilirrubina y gamma
glutamil transpeptidasa (como se produjo en nuestro
paciente), hay que descartar la posibilidad de una
compresión de la porción intra pancreática del conducto
colédoco, producida por edema, fibrosis, o un proceso
tumoral asociado.
Los hallazgos obtenidos con los métodos por imágenes son
variados e incluso pueden ser normales. Hay que tener en
cuenta que en algún punto de la evolución, la
pancreatitis crónica se puede presentar como una masa
pancreática discreta, típicamente cefálica (llamada
pancreatitis crónica focal), indistinguible de un
proceso tumoral.
Como vemos, existen varios datos que están a favor tanto de
una pancreatitis crónica como de una patología maligna:
-Etilismo.
-Diabetes.
-Hallazgos tomográficos.
-CA 19-9 elevado (los valores que presenta nuestro paciente
pueden verse en el cáncer, como así también en procesos
benignos como la pancreatitis crónica).
Por lo antedicho, pienso que ambos diagnósticos son
probables.
Si bien opino que de estar frente a una enfermedad maligna,
lo más probable, por localización y prevalencia, es que
se trate de un carcinoma ductal, el glucagonoma
posee algunas características que merecen un breve
análisis.
Glucagonoma:
Es un tumor raro de las células alfa pancreáticas. Su tamaño
oscila entre 2 y 25 cm y se localiza más frecuentemente
en la cola del páncreas. Las manifestaciones más
frecuentes son:
-Astenia, anemia, pérdida de peso.
-Diabetes (hasta en el 95% de los casos).
-Eritema necrolítico migratorio (afecta sobre todo capas
superficiales de la piel de miembros y periné, con
compromiso de mucosas concomitante).
Datos a favor:
-Pérdida de peso y anemia.
-Diabetes.
-MOE pancreática.
Datos en contra:
-Es una patología rara.
-Las lesiones que presenta nuestro paciente no son las
típicamente halladas en el glucagonoma.
-Cursa sin fiebre.
En este punto podemos plantear dos teorías:
Patología única: Podríamos pensar que la alteración pancreática (sea tumoral
o infecciosa), es la responsable tanto del cuadro de
colestasis transitoria que presentó nuestro paciente,
como de las lesiones dermatológicas (paniculitis
pancreática).
Patologías distintas: La otra posibilidad es que estemos frente a dos
enfermedades que no estén relacionadas (al menos
directamente) entre sí; por un lado la enfermedad
pancreática, y por otro un cuadro de paniculitis
infecciosa.
Creo que una conducta apropiada en este caso sería:
-Practicar un drenaje y una nueva biopsia de la
lesión del tronco, para análisis microbiológico e
histopatológico.
-Realizar nuevos cultivos, tanto de las
lesiones, como sanguíneos. En caso de resultar
positivos, hay que tener en cuenta que estamos
frente a un paciente con un cuadro febril prolongado,
con VES elevada persistentemente y con lesiones
dermatológicas diseminadas. Por lo tanto, en este
contexto, realizar un ecocardiograma
transesofágico para descartar una endocarditis
infecciosa, sería necesario.
-RMI abdominal y colangio RMI: Nos permitiría
una mejor caracterización de la masa pancreática y del
árbol biliar, y sería el paso previo a la realización de
un método diagnóstico (punción biopsia), o
de un procedimiento tanto diagnóstico como terapéutico (cirugía
abdominal).
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