Discusión del
caso clínico
Dra. Maritxu larraza
Analizaremos el caso de un varón de 32 años, con
antecedentes de etilismo, abuso de drogas y fumador, que
presentó un deterioro súbito del estado de conciencia
que probablemente favoreció el episodio de
broncoaspiración.
Tomando el estado de coma como eje de mi discusión voy a
desarrollar los posibles diagnósticos diferenciales.
Dentro de las causas de coma tenemos:
v
No estructurales y de afectación simétrica
como son los tóxicos ( metanol, monóxido de
carbono, alcohol, cocaína); fármacos
(barbitúricos, benzodiacepinas, salicilatos, opiáceos,
IMAOS, litio, anticolinérgicos); metabólicas
(hipoxia, hipoglicemia, hiper/hiponatremia, hipo/hipercalcemia,
cetoacidosis diabética, coma hiperosmolar no cetósico,
Encefalopatía de Wernicke, encefalopatía hipóxico
isquémica, hipercapnia, hipo/hipertermia, encefalopatía
hepática, uremia, porfiria, encefalopatía de Reye,
acidosis láctica, hipotiroidismo); infecciosas
(meningitis bacteriana, encefalitis viral, sífilis,
sepsis, encefalomielitis post-infecciosa) y otras tales
cómo isquemia difusa, hipotensión, coma postictal,
embolia grasa, encefalopatía hipertensiva
v
Estructurales:
§
De afectación simétrica:
supratentoriales cómo oclusión de la arteria
carótida interna bilateral, oclusión de la arteria
cerebral anterior bilateral, hemorragia subaracnoidea,
trauma/contusión, trombosis de los senos sagitales e
infratentoriales cómo hemorragia pontina,
mielinolisis pontina, oclusión de la arteria basilar,
las cuales quedarían descartadas ya que la tomografía no
es compatible.
§
De afectación asimétrica:
supratentoriales cómo púrpura trombótica
trombocitopénica, CID, endocarditis trombótica no
bacteriana, endocarditis infecciosa subaguda, masa
cerebral con herniación, infarto masivo bilateral,
hemorragia intracerebral, leucoencefalopatía multifocal,
vasculitis e infratentoriales cómo hemorragia del
tronco cerebral, infarto del tronco cerebral,
tromboencefalitis del tronco cerebral
En primer lugar me voy a referir a las encefalitis
virales, ya que nuestro paciente es un varón joven
con deterioro del nivel de conciencia e
hiperproteinorraquia en el LCR en quien se sospechó al
inicio esta patología por lo que recibió tratamiento con
aciclovir
Es la infección del sistema nervioso central, los virus
responsables con mayor frecuencia son el arbovirus, VHS
y enterovirus, con menor frecuencia CMV, VEB, VVZ, VIH y
en raras ocasiones el adenovirus, influenza,
parainfluenza, rotavirus, rabia y rubéola. Los arbovirus
son los responsables de las epidemias por encefalitis,
mientras que el resto provocan casos esporádicos.
En cuanto a las manifestaciones clínicas podemos
encontrar fiebre, cefalea, deterioro del nivel de
conciencia, signos neurológicos focales, convulsiones,
así como también síntomas neuropsiquiátricos como son
las alucinaciones, trastornos de conducta y los cambios
de personalidad.
El diagnóstico se basa en el examen cito-físico-químico
del LCR, hallando pleocitosis con linfocitosis (presente
en el 95% de los casos), hiperproteinorraquia, con
glucorraquia normal.
La determinación de la Reacción en cadena de polimerasa
(PCR) en LCR es el método primario para la detección de
VHS, CMV, VEB, VVZ y enterovirus. Para este último
tendría una sensibilidad y especificidad mayor al 95%.
Para el caso de la encefalitis por el virus del Nilo
occidental la sensibilidad sería alrededor del 70%,
menor a la detección de la inmunoglobulina M específica.
De acuerdo a que es el principal causante de los casos
esporádicos voy a desarrollar la encefalitis por VHS.
Se presenta a cualquier edad, pero un tercio ocurre en
niños y adolescentes.
El diagnóstico se basa en las características del LCR
(que es igual que para el resto de las encefalitis
virales), en la determinación de la PCR, la cual es el
“gold standart”, con una sensibilidad del 98% y una
especificidad del 94 al 100%. Puede haber falsos
negativos que se asocian con el tiempo de recolección de
la muestra (en forma temprana dentro de las primeras 48
horas o tardía luego de 10 a 14 días). Se cree que solo
el 20 % es positiva luego de los 14 días y con el
tratamiento previo con aciclovir.
El otro pilar fundamental en el diagnóstico son los
métodos por imagen, teniendo la tomografía una
sensibilidad del 50% al inicio de la enfermedad,
pudiendo visualizar imágenes hipodensas en lóbulos
temporales con leve efecto de masa y con realce
giriforme post-contraste. La RMI es más sensible y
específica, podemos observar en T1 edema de las
circunvoluciones y en T2 hiperintensidad del lóbulo
temporal o de la circunvolución del cíngulo.
La biopsia cerebral estaría indicada cuando no contamos
con el diagnóstico etiológico y el paciente presenta un
deterioro del estado general a pesar del tratamiento con
aciclovir y las medidas de sostén y además en caso de
necesidad neuroquirúrgica por hipertensión endocraneana
La determinación de anticuerpos en LCR tiene escasa
utilidad, ya que proporciona un diagnóstico
retrospectivo. Son positivos luego de los 10 días del
inicio de los síntomas.
En cuánto al electroencefalograma, en el 88% de los
casos presenta un patrón característico, entre el 2° y
el 15° día de la enfermedad, que consiste en ondas
agudas, lentas, esteriotipadas y periódicas que nacen en
uno o ambos lóbulos temporales.
Respecto del tratamiento, la encefalitis no tratada
tiene una mortalidad del 70 %, por lo que ante la
sospecha de ésta entidad se debe comenzar tratamiento
empírico con aciclovir.
Debido a que el líquido no presenta pleocitosis con
linfocitosis y la determinación de la PCR en LCR
(realizada al 4 día de inicio de los síntomas) fue
negativa considero que esta entidad está descartada en
nuestro paciente.
Otra patología que haré referencia (ya que se desconocía
la serología para VIH de nuestro paciente al ingreso a
nuestra institución y presentaba condilomas planos
perianales en el examen físico) es la neurosífilis.
Es la infección del SNC por Treponema pallidum, se
presenta con mayor frecuencia en pacientes con VIH, casi
exclusivamente con formas tempranas de afectación del
SNC como son:
Meningitis asintomática:
ü
Ausencia de síntomas y signos
ü
Evidencia de sífilis primaria o secundaria
Meningitis sintomática:
ü
cefalea, confusión, vómitos y rigidez de nuca
Sífilis meningovascular:
ü
Arteritis infecciosa que conduce a la trombosis,
isquemia o infarto. Se puede presentar como ACV en
paciente joven
ü
En los métodos por imagen: infartos isquémicos en los
ganglios de la base o territorio de la arteria cerebral
media
Se recomienda el examen de líquido cefalorraquídeo en
las siguientes circunstancias:
- Presencia de síntomas y signos neurológicos u
oftalmológicos en cualquier estadio de sífilis
- Evidencia de sífilis terciaria
- Fracaso en el tratamiento en cualquier estadio de la
enfermedad
- Pacientes con VIH, sífilis latente o en el cual se
desconoce el tiempo de evolución
El diagnóstico se basa en el examen cito-físico-químico
de LCR (pleocitosis linfocitaria con
hiperproteinorraquia) y en la VDRL que es muy específica
pero poco sensible, con 70% de falsos negativos. Por lo
cual, si es negativa es necesaria la determinación de
FTA-ABS la cual es muy sensible pero poco específica por
lo que un resultado negativo descarta el diagnóstico.
El tratamiento se realiza con penicilina EV durante 10 a
14 días.
En nuestro paciente la VDRL en suero era de 1/8 dils, la
VDRL y FTA-ABS en LCR eran negativas por lo tanto el
diagnóstico queda descartado.
A continuación desarrollaré la encefalopatía de
Wernicke, ya que nuestro paciente contaba con el
antecedente de alcoholismo crónico.
Es la manifestación aguda a nivel del sistema nervioso
central secundaria al déficit de tiamina.
Se asocia frecuentemente con el consumo de alcohol
crónico, pero también se consideran de alto riesgo
pacientes con desnutrición, secundaria a hiperémesis,
inanición, diálisis renal, cáncer o VIH.
Dentro de las manifestaciones clínicas existe una tríada
clásica que consta de oftalmoplejía, ataxia y
encefalopatía la cual solo en un tercio de los pacientes
esta presente de manera completa. Debido a la poca
sensibilidad se postularon los criterios de Caine:
- Desnutrición
- Oftalmoplejía
- Disfunción cerebelar
- Alteración del estado mental
Los cuales son más sensibles, pero la clave para el
diagnóstico continúa siendo el alto índice de sospecha.
Afecta tanto la sustancia gris como la blanca y en los
exámenes complementarios podemos encontrar en tomografía
computada afectación simétrica con lesiones
hipodensas en diencéfalo y región
periventricular que refuerzan post contraste y en
RMI evidencia en T1 post contraste realce
alrededor del 3° ventrículo acueducto y cuerpos
mamilares e hiperintensidad en T2 rodeando el
tercer ventrículo y acueducto.
El tratamiento consiste en la administración de tiamina por
vía EV o IM. Recordemos que la administración de glucosa
previa a la administración de tiamina puede
precipitar la encefalopatía de Wernicke.
Dado que tanto la presentación clínica cómo las imágenes no
son compatibles con ésta entidad, la considero un
diagnóstico alejado.
El paciente presentó registros de hipertensión sumado a la
ingesta de cocaína la cual puede producir hipertensión
acelerada maligna, e hipertrofia ventricular izquierda,
por lo que voy a analizar a continuación la
encefalopatía hipertensiva como probable causa.
Es un
síndrome de difícil diagnóstico y baja prevalencia
caracterizado por la evolutividad de los síntomas en
asociación con el aumento de PA, cuyo mecanismo
fisiopatológico es el edema cerebral secundario a la
falla en los mecanismos de autorregulación.
Como manifestaciones clínicas podemos hallar
cefalea intensa, nauseas y vómitos, trastornos del
estado de conciencia, convulsiones, signos neurológicos
focales y trastornos visuales.
En la RMI se observa edema cortical y de la sustancia
blanca en regiones occipitales.
El objetivo del tratamiento es el descenso del 20 al 25%
de la presión arterial media (PAM), la mejoría
confirmaría el diagnóstico, mientras que la falta de
mejoría o el empeoramiento habilitarían la realización
de una Tomografía computada (TC) para descartar otros
posibles diagnósticos.
A favor de ésta entidad tenemos la presencia de
hipertensión, el consumo de cocaína y la hipertrofia
ventricular izquierda. Pero la ausencia de otros
síntomas clínicos, el fondo de ojo normal y la TC no
compatibles alejan este diagnóstico.
La presencia de soplo cardíaco sumado a la vegetación en
válvula mitral visualizada en el ecocardiograma
transtorácico, nos obliga a pensar en endocarditis
infecciosa
La misma se debe a la proliferación de microorganismos,
plaquetas y fibrina a nivel del endotelio cardíaco, con
la consiguiente formación de vegetaciones. Las válvulas
más frecuentemente involucradas son la aórtica y la
mitral. En los adictos a drogas se afecta con mayor
frecuencia la válvula tricúspide en un 50% de los casos.
Los microorganismos involucrados son múltiples y guardan
relación con la evolución de la enfermedad. Los más
frecuentes en nuestro medio son el S. aureus, S.
viridans, enterococo, bacilos Gram negativos, grupo
HACEK y cándida.
Las manifestaciones clínicas son variadas. Nuestro
paciente presentaba soplo cardíaco, leucocitosis y VES
elevada.
Para arribar al diagnóstico de endocarditis infecciosa
contamos con criterios diagnósticos (de Duke).
Los criterios mayores son la demostración del
microorganismo responsable en los hemocultivos y la
evidencia de afección endocárdica, sea por la presencia
de vegetaciones o bien por la aparición de un soplo
nuevo, o la exacerbación de uno previo.
Los criterios menores son la presencia de fiebre,
cardiopatía predisponerte o drogadicción endovenosa,
fenómenos vasculares o inmunitarios y datos
microbiológicos. Para el diagnóstico se requieren 2
criterios mayores, 1 mayor y 3 menores ó bien los 5
criterios menores. Nuestro paciente no cumple los
criterios por lo cual no podemos confirmar esta entidad.
Debe tenerse en cuenta que hasta en un 15% de los casos
los hemocultivos son negativos. La endocarditis
infecciosa con hemocultivos negativos se define como
aquélla en la cual por lo menos 3 pares de hemocultivos
son negativos luego de 7 días de incubación. Esto puede
deberse a una mala técnica de extracción o
microbiológica, a la presencia de microorganismos de
crecimiento lento o fastidioso, como los del grupo HACEK
o la Coxiella burnetti y la Bartonella quintana. La
presencia de hemocultivos negativos es más frecuente en
países en vías de desarrollo.
Las complicaciones neurológicas, son las segundas en
importancia luego de las cardíacas y ocurren en un 25 a
30 % de los pacientes:
ü
Encefalopatía aguda
ü
Meningoencefalitis
ü
Meningitis purulenta o aséptica
ü
ACV embólico
ü
Hemorragia cerebral
ü
Absceso cerebral o cerebritis
ü
Convulsiones
Entonces a favor de endocarditis infecciosa tendríamos
la
vegetación, la presencia del soplo, la adicción a drogas
endovenosas, que no se puede descartar el grupo HACEK,
la antibioticoterapia previa y la TC compatible; en
contra la forma de presentación, la ausencia de fiebre y
los hemocultivos negativos. Sin embargo considero que es
un diagnóstico probable.
Debido al antecedente de adicción, haré referencia a la
cocaína, la cual actúa cómo estimulante,
bloqueando la recaptación de dopamina, noradrenalina y
serotonina y además es un anestésico local que bloquea
los canales de sodio voltaje dependiente.
Su adicción es altamente prevalente en Sudamérica
especialmente en varones entre 15 y 35 años y su uso y
abuso se asocia a múltiples patologías, siendo los
órganos más afectados el SNC y el cardiovascular.
Dentro de las complicaciones neurológicas y vasculares
se encuentran, la
enfermedad cerebrovascular (infartos lacunares o
hemorragia cerebral),
las
crisis comiciales, la leucoencefalopatía,
la
cefalea,
déficit cognitivos
y las
alteraciones en el movimiento.
Los mecanismos que conducen a éstas complicaciones son
múltiples como el vasoespasmo, elevación de la presión
arterial, la aceleración de la arterioesclerosis y el
efecto trombogénico.
Recordemos que el consumo de esta droga entre los
efectos a nivel cardiovascular produce hipertrofia
ventricular izquierda, pudiendo explicar el hallazgo de
esta última en nuestro paciente.
En cuanto a la intoxicación aguda por alcohol
tiene varias etapas hasta llegar al coma (ingiriendo 5
g/l.). EL paciente puede presentar
respiración lenta, hipoventilación,
hipotermia, hiporreflexia, pérdida de la sensibilidad,
acidosis láctica, y episodios de broncoaspiración
gástrica.
Hay que recordar que la asociación de alcohol con
cocaína forma un compuesto en el hígado llamado
cocaetanol, el mismo potencia los efectos de la cocaína
aumentando tanto su toxicidad cómo la duración de sus
efectos, condicionando un aumento del riesgo de muerte
súbita.
Otro punto al que voy a hacer referencia es la
encefalopatía hipoxico- isquémica debido a que
nuestro paciente permaneció más de 12 horas en coma sin
asistencia médica y presentó un episodio de
broncoaspiración.
En general se produce ante la presencia de hipotensión o
insuficiencia respiratoria, lo que ocasiona una falta de
aporte de oxígeno a nivel cerebral. Dentro de las causas
se encuentran el infarto agudo de miocardio, el paro
cardíaco, la parálisis respiratoria, la asfixia, la
intoxicación con monóxido de carbono o cianuro.
Para el diagnóstico, en general, se encuentra el
antecedente de algunas de las causas mencionadas con
anterioridad, pero debo aclarar que muchas veces
se puede presentar sin que haya constancia de
hipotensión o hipoxia intensa.
Como conclusión considero que el cuadro de
instalación aguda y el antecedente de etilismo y
adicción a la cocaína en nuestro paciente nos hace
pensar en primer lugar en la presencia de abuso de
sustancias, digo sustancias porque no puedo asegurar la
ausencia de otros fármacos que habitualmente se consumen
junto con el alcohol (benzodiacepinas), que lo hayan
conducido a un estado de coma. Pero no puedo descartar
como causa del coma la presencia de una endocarditis
infecciosa a través de embolias sépticas o de una
encefalopatía aguda.
El estado de coma sumado probablemente al episodio de
broncoaspiración, pudieron haber sido responsables de
una encefalopatía hipóxico-isquémica
Como conducta sugiero realizar RMI, para caracterizar
las imágenes obtenidas por tomografía; un
electroencefalograma y un ecocardiograma transesofágico,
para corroborar la presencia de la vegetación.
Planteo la posibilidad de una biopsia cerebral, pero
considero que en nuestro paciente solo podría aportar un
diagnóstico etiológico pero no opciones terapéuticas.
Otro punto fundamental, es prevenir las complicaciones
en estos pacientes, como las úlceras de decúbito, la
desnutrición y las infecciones.
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