Discusión del
caso clínico
Dr. Eduardo
González
Voy a discutir el caso de un paciente varón de 55 años,
con antecedentes de etilismo, serología positiva para
Virus de la Hepatitis C, cirrosis hepática diagnosticada
por biopsia e hipertensión portal, que ingresa por
sangrado en mucosas asociado a hepatoesplenomegalia,
trombocitopenia severa, hipereosinofilia moderada e
indemnidad de las series hematopoyéticas por medulograma;
además se hace el hallazgo incidental de una masa
ocupante de espacio (MOE) a nivel renal. Como datos
guías para esta discusión voy a tomar en primer lugar a
la plaquetopenia, para luego desarrollar la
hipereosinofilia, la hepatopatía como el escenario y el
descubrimiento de la MOE renal.
Plaquetopenia
Se denomina a la misma cuando el recuento es <
150.000/mm3. Respecto a la fisiología, la
producción diaria es de 35.000 a 50.000 plaquetas/mm3,
con una vida media de 8 a 10 días, que condiciona
diferencias funcionales según la edad dado que las más
jóvenes poseen un mayor poder hemostático. Vale la pena
considerar que hasta un 25% del total se encuentran en
el bazo, cifra que se eleva en patologías que cursan con
esplenomegalia. De importancia clínica es conocer la
relación entre el recuento y los riesgos de sangrado,
siendo éste importante en un escenario quirúrgico cuando
son < 50.000/mm3 y de forma espontánea con
cifras de 10.000 a 20.000/mm3. En un estudio
en pacientes con púrpura trombocitopénica idiopática (PTI)
se observó respecto al sangrado que puede ser
autolimitado con plaquetas < 40.000/mm3, que requiere
atención especial (ej. taponamiento nasal) con cifras de
< 12.000/mm3 y que existe riesgo de muerte
por sangrado de sitios nobles con plaquetas < 6.000/mm3.
La etiología de la plaquetopenia puede dividirse
inicialmente en 5 tipos:
Pseudoplaquetopenia.
Cifras falsamente bajas obtenidas mediante un contador
automático de laboratorio, dada la aglutinación de las
plaquetas ante la presencia de EDTA como anticoagulante
de la muestra. Este fenómeno no tiene importancia
clínica. Puede utilizarse en este caso heparina o
citrato como anticoagulantes.
Disminución de la producción.
El trastorno inicial radica en la médula ósea.
Generalmente se acompaña de otras citopenias. Las causas
más comunes son: virus (rubeola, paperas, varicela,
parvovirus, hepatitis C, virus de Epstein-Barr y VIH),
tratamiento neoplásico (radio y quimioterapia),
enfermedades congénitas (ej. anemia de Fanconi),
toxicidad directa por etanol y déficit de Vitamina B12
y ácido fólico.
Aumento de la destrucción.
La producción a nivel medular es normal o está aumentada
para compensar la pérdida que se produce a nivel
periférico. Las etiologías más frecuentes son:
enfermedades autoinmunes como el Lupus Eritematoso
Sistémico (LES), PTI, destrucción aloinmune (ej.
reacción postransfusional), Coagulación Intravascular
Diseminada (CID), Púrpura Trombótica Trombocitopénica
(PTT), Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), Síndrome
Antifosfolipídico (SAF), Síndrome HELLP, infecciones
virales como ser VIH, citomegalovirus (CMV) y VEB o por
destrucción física a nivel vascular (alteraciones de la
forma vascular).
Distribucional o Secuestro.
Se produce cuando aumenta el tamaño del bazo, pudiendo
elevarse hasta un 90% el porcentaje normal de secuestro
plaquetario a nivel esplénico. No obstante, el riesgo de
sangrado no se correlaciona tanto con recuento dado que
el pool plaquetario no se encontraría afectado.
Dilucional.
Se produce por transfusiones masivas de glóbulos rojos
que se encuentran desprovistos de plaquetas. Se
soluciona infundiendo plaquetas a aquellos que reciben
más de 15-20 U de glóbulos rojos en un día.
Analizando el caso, podemos descartar la
pseudoplaquetopenia, la causa dilucional y a priori la
disminución de la producción (en el medulograma no se
evidencian alteraciones ni de la serie megacariocítica
ni de las otras progenies), por lo que voy a referirme
al aumento de la destrucción y al secuestro esplénico.
Hiperesplenismo.
Se denomina así al cuadro formado por una o más
citopenias, sin evidencias a falla medular (médula ósea
normo o hipercelular) en el contexto de esplenomegalia.
Se postula en este caso que el bajo recuento de
plaquetas se debe al aumento del secuestro normal a
nivel del bazo, considerando también la destrucción a
nivel de los sinusoides esplénicos. El recuento puede
descender hasta 40.000/mm3 cuando el
secuestro se eleva en un 60-80%. La esplenomegalia puede
clasificarse en: por aumento de la demanda, por
alteraciones del flujo portal o esplénico y por
infiltración del bazo.
AUMENTO DE LA DEMANDA |
FLUJO PORTAL O ESPLÉNICO ANORMAL |
INFILTRACIÓN DEL BAZO |
Hiperplasia del SRE |
Hematopoyesis extramedular |
Cirrosis
Obstrucción de la vena
hepática
Obstrucción de la vena
porta
Transformación
cavernomatosa de la vena porta
Obstrucción de la vena
esplénica
Aneurisma arteria
esplénica
Esquistosomiasis
Insuficiencia cardíaca
congestiva
Equinococosis hepática
Hipertensión portal |
Depósitos intra o extracelulares |
Esferocitosis
Talasemia mayor
Hemoglobinopatías
Anemia perniciosa |
Mielofibrosis
Daño medular por
tóxicos, radiación
Infiltración medular |
Amiloidosis
Enf. de Gaucher
Enf. de Niemman-Pick
Enf. de Tangier
Síndrome de Hurler
Hiperlipidemias |
Hiperplasia inmune |
Infiltraciones celulares malignas o benignas |
Respuesta a la infección
Mononucleosis infecciosa
SIDA
Hepatitis virales
CMV
Endocarditis bacteriana
Sepsis bacteriana
Sífilis congénita
Absceso esplénico
Tuberculosis
Histoplasmosis
Malaria
Leishmaniasis
Tripanosomiasis |
Alteraciones
inmunoregulación
Síndrome de Felty
LES
Enfermedad del suero
Anemias hemolíticas
inmunes
Trombocitopenias inmunes
Reacción a drogas
Sarcoidosis |
Leucemias
Linfomas
Enf. de Hodgkin
Síndromes
mieloproliferativos
Angiosarcomas
Tumores metastásicos
Granuloma eosinófilo
Histiocitosis X
Hamartomas
Hemangiomas
Quistes esplénicos |
Tabla 1. Causas de esplenomegalia.
Considero que nuestro paciente presenta un cuadro de
hiperesplenismo originado en su cirrosis hepática
secundaria al etilismo y a la infección por el VHC. Esto
le ocasiona una plaquetopenia moderada que no explica el
cuadro actual pero que condiciona el mismo.
Púrpura Trombocitopénica Inmune (PTI).
Es una enfermedad adquirida, que se caracteriza por
destrucción plaquetaria inmunomediada por la formación
de autoanticuerpos. Si bien en niños presenta un curso
agudo, en adultos por lo general de crónico. Si bien su
etiología permanece desconocida, se ve asociada a
colagenopatías, como ser el LES, e infecciones, como son
el VIH, el VHC y el H. pylori. Clínicamente se
caracteriza por presentar sangrado mucocutáneo, siendo
los sangrados mayores infrecuentes, y recuento
plaquetario muy bajo. Puede explicarse este fenómeno
dado que, si bien las son pocas, las plaquetas
circulantes son jóvenes y poseen un mayor poder
hemostático. El diagnóstico radica la presencia de
trombocitopenia, con glóbulos rojos y blancos normales,
en ausencia de otra condición médica o fármaco que cause
trombocitopenia. Es por lo tanto un diagnóstico de
exclusión. Respecto al análisis del caso, y a pesar de
que nuestro paciente presenta una alteración en la serie
blanca periférica, las otras causas de plaquetopenia
quedan descartadas dado el cuadro clínico y los estudios
complementarios (serologías VIH, VEB y CMV negativas,
FAN negativo, sin evidencias de hemólisis en el
extendido sanguíneo ni en la química, ausencia de
ingesta de fármacos) por lo que considero a la PTI un
diagnóstico muy probable.
Hipereosinofilia
Se denomina al recuento de eosinófilos > 600/mm3
en sangre periférica. Se clasifica en leve (600 –
1.500/mm3), moderada (1500 – 5.000/mm3)
y severa (> 5.000/mm3). El trastorno puede
ser primario cuando radica en la médula ósea (expansión
clonal) o secundario. Los 3 grupos etiológicos a
considerar inicialmente son: alergia, infecciones y
enfermedades hematológicas/neoplásicas.
Alérgica.
Las 3 entidades más comunes son la rinitis, el asma y
los fármacos. Cabe mencionar como causa a los
siguientes: alopurinol, aminopenicilinas, aspirina,
betabloqueantes, cefalosporinas, DAINES, dantrolene,
fenitoína, factores estimulantes de colonias,
interleukina 2, penicilinas y ranitidina.
Infecciones.
Las parasitarias son las primeras a tener en cuenta.
Dentro de ellas, los agentes más asociados son
Strongyloides stercolaris, Anquilostoma duodenale
y Toxocara canis. Un dato de importancia clínica
es que los niveles de eosinófilos son proporcionales a
la invasión tisular, teniendo en cuenta que la
localización del parásito en el tubo digestivo no es
sinónimo de compromiso tisular. Por lo tanto, la
ausencia de hipereosinofilia no excluye la parasitosis.
Dentro de las enfermedades micóticas, tanto la
aspergilosis como la coccidioidomicosis pueden
relacionarse. En cuanto a las virales, se ha observado
un incremento del recuento eosinofílico en pacientes
portadores del VIH.
Enfermedades hematológicas y neoplasias.
Dentro del grupo a considerar se encuentra el Síndrome
hipereosinofílico, que se caracteriza por la presencia
de eosinofilia por más de 6 meses con afectación
multiorgánica (corazón, tubo digestivo, pulmones,
cerebro y riñones). Otro cuadro es el de la Mastocitosis,
que presenta proliferación y acumulación de mastocitos
en diferentes tejidos (piel, bazo, médula ósea y
ganglios linfáticos). Dentro de las leucemias se
encuentra la de tipo eosinofílica aguda, que es una
variante de LMA FAB M4. En cuanto a los linfomas, hasta
un 15% de los de tipo Hodgkin pueden presentar
hipereosinofilia y hasta un 5% de los no-Hodgkin.
Algunos tumores sólidos pueden presentar esta
alteración, como ser: pulmón, vagina, pene, piel,
nasofaringe, estómago, colon, útero y vejiga.
Otras causas misceláneas de eosinofilia son:
insuficiencia adrenal, enfermedad ateroembólica,
inmunodeficiencias primarias, colagenopatías y
enfermedades de la piel. Analizando a nuestro paciente,
considero por el momento que las causas alérgicas e
infecciosas en este momento son muy alejadas quedando en
discusión las hematológicas/neoplásicas.
Cirrosis hepática
Se caracteriza por una fibrosis extensa acompañada de la
formación de nódulos de regeneración, que manifiestan el
daño crónico e irreversible del parénquima hepático. Las
causas a enumerar son:
Alcoholismo |
Colangiopatía autoinmune |
Hepatitis virales
crónicas (VHB, VHV) |
Cirrosis cardíaca |
Hepatitis autoinmunes |
Hemocromatosis |
Esteatohepatitis no
alcohólica |
Enfermedad de Wilson |
Cirrosis biliar primaria |
Déficit de alfa-1
antitripsina |
Colangitis esclerosante
primaria |
Cirrosis criptogenética |
Tabla 2. Causas de cirrosis hepática
Nuestro paciente presenta al etilismo y a la infección
por el VHC como causas de su hepatopatía crónica. Cabe
mencionar dentro de las complicaciones de la cirrosis a
las producidas por la hipertensión portal: várices
gastroesofágicas, gastropatía hipertensiva portal,
esplenomegalia e hiperesplenismo y producción de
ascitis. Respecto a la infección por el virus de la
hepatitis C, tiene formas de presentación agudas y
crónicas, con un alto porcentaje de pacientes que
progresan a la cronicidad (60 – 80%). Del total, un 20 –
30% presentan cirrosis, en tanto que el hepatocarcinoma
es más frecuente en este grupo. Además de la afección
hepática, se caracteriza por presentar múltiples
manifestaciones extrahepáticas. Dentro de las
hematológicas cabe mencionar a la crioglobulinemia mixta
esencial, que es un desorden linfoproliferativo con
depósito de inmunocomplejos en vasos pequeños y medianos
que clínicamente se expresa por púrpura palpable,
artralgias y debilidad con compromiso renal, nervioso y
cerebral en algunos pacientes, las gammapatías
monoclonales y el linfoma no Hodgkin.
Masa ocupante de espacio renal
Es frecuente la detección mediante ecografía o TC de
masas ocupantes de espacio (MOE) sólidas en riñón sin
traducción clínica. Respecto a éstas, la etiología más
frecuente es el carcinoma renal de células claras (85 –
95%), quedando el resto del porcentaje ocupado por
oncocitomas y angiomiolipomas. La pielonefritis
xantogranulomatosa puede dar una imagen sólida. La
conducta a tomar frente a una MOE renal sólida, dado que
en su mayoría son neoplasias malignas, es la resección
quirúrgica de la misma o la nefrectomía. Pueden
contemplarse en masas menores a 1,5 el seguimiento,, la
ablación percutánea por radiofrecuencia o la
crioterapia. Es bien sabido que el carcinoma de células
claras (CCC) se presenta en muchas ocasiones como un
síndrome paraneoplásico, manifestándose con anemia,
caquexia, fatiga, pérdida de peso, fiebre, hipertensión,
hipercalcemia, disfunción hepática, amiloidosis,
eritrocitosis, trombocitosis y polimialgia reumática.
Respecto a la asociación entre el CCC y las alteraciones
hematológicas de nuestro paciente (plaquetopenia e
hipereosinofilia) no hay reportes en la literatura de la
misma.
Conclusiones
Considero que nuestro paciente presenta un cuadro de
hiperesplenismo que condiciona un grado de plaquetopenia
moderada que actualmente se ve agravada por una
alteración periférica de tipo inmune, sustentado este
último punto en los estudios complementarios y en la
mejoría del cuadro con la administración de corticoides,
pudiendo corresponder la misma a una PTI. Respecto a la
hipereosinofilia, creo que si bien no hay por el momento
datos orientadores debe tenerse en cuenta la etiología
parasitaria y con mayor énfasis la relación con un
proceso neoplásico aún no evidente, como ser un linfoma.
Respecto a la infección por VHC es llamativa la relación
que posee tanto con la PTI y con los linfomas, por lo
que creo no es un dato para desatender. Y por último,
considero que la MOE renal podría corresponder a una
neoplasia maligna, pero que por el momento no poseemos
datos que la conecten con el cuadro actual siendo la
misma un hallazgo accidental.
Conducta
Propongo continuar tratamiento con corticoides en dosis
inmunosupresoras dado que el cuadro es compatible con
una trombocitopenia periférica inmune, no profundizar
por el momento el estudio de la hepatopatía crónica y la
hipertensión portal dado que el paciente tiene sobradas
causas de cirrosis hepática, completar estudios
parasitológicos y de alergia para definir su rol en la
eosinofilia, realizar una TC tórax para descartar una
neoplasia a nivel pulmonar y mediastinal y diferir la
exploración quirúrgica de la MOE renal ya que el estado
hematológico actual resulta prohibitivo.
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Weller P. “Approach to the patient with eosinophilia”.
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Discusión |
La discusión de este seminario
corresponde al 17 de septiembre de 2009, a cargo del
Dr. Eduardo González. |
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