Discusión del
caso clínico
Dra. Andrea Sánchez
Voy a discutir el caso de una paciente mujer de 47 años
que consulta por hipermenorrea y dolor en miembros
inferiores de tres meses de evolución, acompañados de
astenia, hiporexia y pérdida de peso. Durante el estudio
de este cuadro se descubre una masa pelviana, y refiere
antecedente de bocio multinodular eutiroideo con
tratamiento y controles incompletos. Al examen físico se
constató una lesión nodular en la mama (ecográficamente
quística). En los métodos de diagnóstico por imágenes se
evidencia afectación pulmonar, hepático, suprarrenal y
ósea.
Voy a tomar como datos guías de mi discusión el
antecedente de bocio multinodular eutiroideo y la masa
pelviana, en el contexto de una paciente con astenia,
hiporexia, pérdida de peso y compromiso sistémico. El
interrogante principal es dilucidar si todo el cuadro se
pueden explica por una sola patología o bien si hay
presentes al menos dos patologías diferentes
Teniendo en cuenta el antecedente de bocio multinodular
sin tratamiento y controles adecuados, voy a considerar
la posibilidad de evolución a cáncer de tiroides.
El cáncer de tiroides es un carcinoma poco común,
aunque es la neoplasia maligna más frecuente del sistema
endócrino. Es más frecuente en mujeres, en un rango
etario que va entre los 25 y 65 años. Se asocia a
determinados factores de riesgo como son antecedente de
bocio, historia familiar de enfermedad tiroidea, sexo
femenino, origen asiático e historia de irradiación.
Según el tipo celular se lo puede clasificar en papilar
(puro o mixto papilar/folicular), folicular (puede
presentar células de Hürthle), medular, anaplásico.
También se pueden presentar linfomas, sarcomas,
teratomas o bien la glándula tiroides puede ser asiento
de metástasis de otros tumores primarios, principalmente
de pulmón, mama y riñón.
Para el manejo clínico es conveniente dividirlos en bien
diferenciados y moderadamente diferenciados.
En relación a las manifestaciones clínicas, generalmente
es asintomático, puede constatarse un nódulo palpable,
con linfadenopatía cervical. Sólo en tumores de gran
tamaño puede comprometer órganos adyacentes y en
consecuencia el paciente presentará disfagia, disnea o
compromiso laríngeo. Las pruebas funcionales tiroideas
pueden ser normales 1,2,3. El Comité
Americano Conjunto de Endocrinología estableció la
estadificación en cuatro estadios según el tamaño
tumoral, el compromiso linfático y a distancia 4.
En nuestra paciente si interpretamos el compromiso
sistémico como la presencia de metástasis, debemos
hablar de un Estadio IV, en cualquier tipo histológico.
Por la evolución clínica, considero como más probables
los tipos papilar o folicular.
-El carcinoma papilar de tiroides
representa el 70-90% tumores malignos bien diferenciados
de la glándula, presenta un crecimiento tumoral
relativamente lento. El pronóstico es bueno en estadios
iniciales. Las metástasis se producen frecuentemente a
los ganglios linfáticos regionales y es rara la
propagación a distancia y cuando ocurre, los órganos más
afectados son pulmón y hueso 3,5. Está
publicado el caso de una adolescente de 13 años en la
que se realizó diagnóstico de carcinoma papilar de
tiroides en el contexto de disnea y dolor torácico ya
que presentaba metástasis pulmonares como primera
manifestación de esta patología, con imágenes pulmonares
en radiografía y TAC de tórax similares a la de nuestra
paciente 6.
-El carcinoma folicular de tiroides es
más
frecuente en regiones con déficit de iodo, presenta
mayor mortalidad que el papilar. Es difícil de
diagnosticar por punción aspiración por aguja fina ya
que citológicamente es difícil la distinción entre
células foliculares benignas y malignas. Y es necesaria
la evaluación histológica en la que las muestras
malignas presentan signos de invasión de vasos, nervios
y estructuras adyacentes. Presenta con mayor frecuencia
que la variedad papilar metástasis por vía hematógena,
los órganos que se afectan generalmente son pulmón,
hueso y sistema nervioso central. Los signos de mal
pronóstico son metástasis a distancia, edad mayor a 50
años, y tamaño tumoral mayor a 4 centímetros, presencia
de células de Hürthle e invasión vascular 3,5.
-El carcinoma medular se presenta como una masa
dura. Se presenta en 2 formas: la forma esporádica, en
estos casos el tumor generalmente es unilateral y la
forma familiar, en la que el tumor bilateral, y puede
formar parte del síndrome de Neoplasias Endócrinas
Múltiples. Se caracterizan por secretar calcitonina. En
la mitad de los casos se producen metástasis a ganglios
linfáticos regionales. En este tipo de tumor es
necesario investigar a los familiares del paciente. En
nuestra paciente considero alejada la probabilidad de un
carcinoma medular 3,5.
Nuestra paciente presenta valores elevados de
tiroglobulina, lo cual lleva a considerar el rol de ésta
en este cuadro clínico. La tiroglobulina se
encuentra elevada en la mayoría de las neoplasias
foliculares o papilares. Se debe tener en cuenta que
también aumenta en otros cánceres que infiltran la
glándula tiroides y también aumenta en patologías
tiroideas benignas. Su utilidad reside en el seguimiento
posterior a la exéresis de la glándula ya que debe
presentar valores indetectables, si aumenta indica
persistencia tumoral o la presencia de actividad
metastásica 3,5.
Dado que nuestra paciente presenta compromiso de
características metastásica en órganos en los que no es
típica la afectación por cáncer de tiroides, rescato
algunos artículos en los que se publica compromiso en
glándulas suprarrenales, riñón y coroides, como es el
caso de tres pacientes publicado por el
Servicio de Endocrinología y Cirugía General del
Hospital Universitario La Fe en Valencia,
España 7. Y casos similares publicados en la
Revista Peruana de Endocrinología y Metabolismo, con
metástasis en mama, parrilla costal, tibia e hígado
8.
El tratamiento en el caso de carcinoma folicular o
papilar en Estadio IV es no curativo, pero puede
producirse paliación significativa. Está indicada la
tiroidectomía y el control de la metástasis puede
realizarse con Iodo 131: Las metástasis que muestran
absorción pueden ser extirpadas con dosis terapéuticas.
En los casos que no presentan buena repuesta otras
opciones son irradiación con haz externo, supresión de
TSH con T4 o quimioterapia (evaluar la posibilidad de
incluir al paciente en un ensayo clínico) 9, 10.
Otro dato guía que considero en mi discusión es la
presencia de una masa pelviana, debo tener en
cuenta que la misma puede tener un origen intestinal, en
el sistema urinario, en el sistema ginecológico (útero,
ovarios, trompas, ligamentos, vasos, tejido conectivo),
en retroperitoneo o que la pelvis sea asiento de
metástasis, considerando que las más frecuentes son de
cáncer de mama, linfoma o gastrointestinal.
Según las características de las imágenes en tomografía,
impresionan ser de origen ovárico, por lo que voy a
considerar a este como el más probable. Las masas
ováricas pueden tener origen benigno o maligno. Dentro
de los tumores benignos, los más frecuentes son los
cistoadenomas, que pueden ser serosos o mucinosos. Se
caracterizan por presentar paredes delgadas, pueden ser
uni o multiloculares, su tamaño varía entre 5-20
centímetros. Otros tipos de tumores benignos a
considerar son el endometrioma y el teratoma quístico.
Los tumores malignos presentan una incidencia en mujeres
premenopáusicas que va entre el 6 y el 11%, y en la
postmenopausia aumenta hasta el 30%. Pueden tener un
origen primario, la mayoría son tumores parcialmente
quísticos derivados de las células epiteliales, pero
pueden derivar de todos los otros tipos celulares. O
bien pueden ser metástasis, y si bien las más frecuentes
son de cáncer de mama y cáncer gástrico (Tumor de
Krukenberg), con mucho menor frecuencia, en ovario
pueden aparecer metástasis de otros cánceres.
11,12,13
¿Cuáles pueden ser los diagnósticos a considerar en una
mujer con un probable cáncer de tiroides y una masa
ovárica?. En un artículo publicado en 2006 en
Gynecologic Oncology, se realizó un estudio
retrospectivo, de 262 mujeres con neoplasia maligna no
ginecológica y masa anexial. Se realizó laparoscopía
para manejo de esa masa. Las neoplasias primarias fueron
mama (77%), linfoma/leucemia (6%), colorrectal (3%),
pulmón (7%), melanoma (2%), cabeza y cuello (2%),
genitourinario (2%), gastrointestinal (1,5%), otros
(10%). El tamaño de la masa ovárica fue de entre 2 y 14
centímetros y el rango del marcador tumoral CA 125 fue
entre 1 y 7000. El mayor tamaño tumoral y elevación de
CA 125 se relacionó con los cuadros malignos. De las 262
pacientes, en 49 (18,7%) se identificó patología maligna
en laparoscopía. De las cuales en 30 de 49 (61%), fue
metástasis del tumor primario no ginecológico que
presentaban, y en 19 de 49 (39%) se identificó un nuevo
tumor primario maligno de ovario. El estudio concluye
que 1 de cada 5 pacientes con neoplasia maligna no
ginecológica y masa anexial tienen patología maligna, de
las cuales el 60% fueron metástasis y el 40% un nuevo
primario de ovario 14.
La posibilidad de que un cáncer de tiroides presente
metástasis en ovario es remota, pero en un artículo
publicado en 2008 en la Gaceta Mexicana de Oncología
(Sociedad Mexicana de Oncología) se publicó el caso de
una paciente de 63 años con antecedente de carcinoma
cervico-uterino para el que recibió radioterapia, con un
período libre de de enfermedad de 11 años. Se constató
en un control posterior la posible recidiva tumoral por
lo que se realiza histerectomía, con hallazgo
intraoperatorio de un tumor de ovario y lesión en cérvix.
La histopatología fue carcinoma folicular moderadamente
diferenciado de tiroides. Se realizaron estudios de
extensión en los que se informó carcinoma papilar de
tiroides con patrón folicular multifocal 15.
Previo a este caso, hay tres casos reportados en la
bibliografía mundial, en los años 1994, 2001 y 2007
16,17,18.
Conclusión
Considero que la paciente presenta un cáncer de
tiroides, que es el responsable del compromiso
sistémico, y que la masa pelviana puede ser un tumor de
ovario o metástasis del cáncer de tiroides. Es necesario
esperar el resultado de la anatomía patológica para
poder responder a ese interrogante. Como conductas
considero apropiadas la tiroidectomía con biopsia y la
biopsia de la masa pelviana, que contacta con la pared
abdominal y sería facilmente realizable. De acuerdo a
los resultados obtenidos, se realizará tratamiento
específico.
Además, se debería completar los resultados de
laboratorio pendientes y efectuar un adecuado
tratamiento del dolor.
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Discusión |
La discusión de este seminario
corresponde al 14 de octubre de 2010, a cargo de la
Dra. Andrea Sánchez. |
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