Discusión del
caso clínico
Dr. Francisco
Consiglio
Nos encontramos frente un caso
complejo con múltiples estudios complementarios
realizados y múltiples consultas a médicos
especialistas.
Considero como dato guía en el análisis del caso, el
diagnóstico anatomopatológico de malakoplaquia. Otros
datos secundarios a tener en cuanta son el TAC-PET scan
con captación múltiple, las lesiones óseas a nivel
pubiano y el diagnóstico de diabetes insípida.
Como objetivos intentaré responder a
ciertas preguntas:
·
¿Qué es la malakoplaquia?
·
¿Una misma patología (malakoplaquia)
podría explicar todos los problemas de nuestro paciente?
·
¿Cuáles son los posibles
diagnósticos diferenciales?
·
¿Sería necesario realizar
otros estudios complementarios?
·
¿Cuál sería la conducta
terapéutica?
Antes de comenzar con la discusión,
quisiera describir un marco histórico sobre la
malakoplaquia. Esta es una enfermedad granulomatosa
sistémica, con reporte mundial no mayor a 500 casos. Fue
descripta por primera vez por David Paul von Hansemann
en el año 1901. Un año más tarde, dos alumnos
describirán la lesión patognomónica: los cuerpos de
Michaellis-Gutmann, que se caracterizan por ser
formaciones granulomatosas fácilmente distinguibles con
tinción de PAS. En el año 1903 se realiza la primera
publicación en la que se describe malakoplaquia en
vejiga urinaria.
En cuanto a la etiología, se piensa que en el 90% de los
casos hay un componente infeccioso desencadenante entre
los cuales el germen más comúnmente aislado es la E.
coli, siguiendo en frecuencia otros gérmenes
como Proteus, Pseudomonas, Klebsiella. Hay que
señalar otras posibles causas o factores de riesgo como
los pacientes trasplantados, consumidores de drogas
moduladoras de la inmunidad, presencia de neoplasias o
antecedentes genéticos.
Con respecto a la fisiopatogenia, el defecto se
encuentra a nivel lisosomal de los macrófagos, los
cuales tienen un déficit en la producción de guanosin-monofosfato
ciclasa. Esta es responsable de estimular al factor de
necrosis tumoral. Por lo tanto se produce un efecto
bactericida ineficaz, con la consiguiente formación de
granulomas.
Puede afectar a cualquier órgano de la economía humana,
pero el sistema urinario es el más frecuentemente
afectado. Posiblemente esto se deba a que la orina es un
medio no estéril.
Analizaremos ahora el segundo
objetivo, el cual se trata de poder definir si la
malakoplaquia podría explicar además de la afección
renal, el resto de los hallazgos de la paciente en
estudio.
Para poder relacionar estos hallazgos necesito responder
a ciertos interrogantes.
ü
¿El TAC-PET scan es un método útil para el diagnóstico
de malakoplaquia?
Hay varios reportes de casos en donde se demostró que
la administración de 18-FDG es captada por estas
células. Pero hay que tener en cuenta que también puede
ser captado en forma normal por el corazón y cerebro, y
de manera patológica en las neoplasias y en la
sarcoidosis.
ü
¿Cuál es el cuadro clínico?
En general se manifiesta de forma inespecífica con
pérdida de peso, astenia, fiebre y cuando afecta a
riñón puede cursar con hematuria, disuria, tenesmo,
nefritis intersticial y llevar a la diálisis.
ü
¿Cómo es la evolución?
Generalmente buena, con una tasa de remisión luego del
tratamiento mayor al 90%. Aunque hay algunos factores de
mal pronóstico en que la mortalidad puede aumentar al
70%, como es la afección renal bilateral, el compromiso
extra-pélvico y ganglionar y la inclusión del SNC.
ü
¿Puede esta enfermedad explicar la afectación de medula
ósea y hueso en este caso clínico?
Hay reportes de casos en los cuales se ha demostrado el
compromiso tanto de la medula ósea con la subsiguiente
aplasia medular, como del hueso cortical con presencia
de dolor y características osteoblásticas predominantes.
ü
¿Y con respecto a la diabetes Insípida?
Si bien puede afectar al SNC, no hay reportes de casos
en donde haya participación de neuro-hipófisis.
Por lo tanto el diagnóstico de
malakoplaquia tiene a favor la presencia de un cuadro
clínico similar, una buena evolución en el tiempo y
hallazgos en otros órganos compatibles que podrían
explicarse como compromiso extraurinario de esta
entidad. Sin embargo, cabe destacar que se trata de una
patología de extrema rareza y que además no explicaría
la causa de diabetes insípida.
Por lo que considero importante plantear diagnósticos
diferenciales a este cuadro, descartando otras entidades
que se caractericen por presentar una afección
granulomatosa sistémica de curso crónico, con captación
de múltiple órganos en el PET-TAC scan y que puedan
asociarse con diabetes insípida. Teniendo en cuenta
estas características deberíamos descartar: sarcoidosis,
linfomas e histiocitosis de langerhans.
Sarcoidosis
Como bien se sabe, esta es una enfermedad granulomatosa
multisistémica que afecta principalmente a pulmón (en
más del 90%) y siguiendo en orden de frecuencia a piel y
ojos. El riñón se encuentra afectado en un 20%
aproximadamente y cursa generalmente con hipercalcemia e
hipocalciuria.
Con respecto al TAC-PET scan y el diagnóstico de esta
enfermedad, es bien sabido que es útil, sobre todo en
aquellos pacientes con presentaciones atípicas o
diseminadas. Se han descripto 5 casos en la literatura
mundial de asociación de sarcoidosis y malakoplaquia.
Un dato importante es la participación de la sarcoidosis
como enfermedad de depósito a nivel de neuro-hipófisis,
con la consecuente producción de diabetes insípida
central.
Como datos a favor tenemos el compromiso granulomatoso
sistémico, la posible asociación con malakoplaquia y
diabetes insípida. Sin embargo, en contra de este
diagnóstico tenemos la falta de afectación pulmonar.
Linfomas
Esta también es una de las patologías que puede
presentarse como granulomatosis sistémica.
Los linfomas pueden manifestarse con lesiones
compatibles con malakoplaquia, aunque en todos los
reportes de casos la inmunomarcación fue positiva para
linfoma. Además los linfomas por si mismos, pueden
causar infiltración de hipófisis y por ende diabetes
insípida.
A favor de este diagnóstico tenemos el compromiso
sistémico, la asociación con malakoplaquia y diabetes
insípida, y la presencia de prurito que podría ser
interpretado como síntoma B. Sin embargo la paciente
presenta inmunomarcación negativa, con una buena
evolución durante 3 años sin afectación del estado
general que alejarían la posibilidad de este
diagnostico. Varios trabajos avalan esta hipótesis, ya
que la presencia de síntomas B como es el prurito o la
presencia de afectación extra nodal son signos de mayor
agresividad y por ende mayor mortalidad.
Histiocitosis de Langerhans
Se trata de una proliferación de células inmaduras que
expresan un marcador CD 14+. Debe estar siempre entre
los posibles diagnósticos diferenciales en aquellos
pacientes con diabetes insípida y alteraciones óseas. Si
bien puede presentar granulomas en su histología,
generalmente estos presentan predominio de eosinófilos y
el hallazgo patognomónico son los gránulos de Birbeck,
los cuales no estaban presentes en el caso presentado.
Las lesiones óseas son generalmente líticas, a
diferencia de nuestro paciente en el cual era de
características osteoblásticas.
Por el momento solo tenemos como
diagnóstico de certeza la malakoplaquia. Considero
necesario realizar tratamiento para esta entidad debido
a que la paciente presenta afectación renal severa con
un clearence de creatinina de 38 ml/min y sospecha de
compromiso sistémico. Para ello comenzaría un ciclo con
ciprofloxacina o levofloxacina por 30 días con la
asociación de vitamina C.
Una vez realizado este ciclo evaluaría la desaparición
de los síntomas y una nueva TAC-PET scan. En el caso de
que esta se normal y los síntomas desaparezcan
consideraría a la malakoplaquia como el diagnóstico
definitivo e interpretaría a la diabetes insípida como
idiopática. En cambio si la paciente persiste con
síntomas o empeora su cuadro actual, evaluaría la
posibilidad de biopsiar nuevamente un ganglio o algún
otro sitio captante por TAC-PET scan en la búsqueda de
sarcoidosis o linfoma.
Bibliografía
1.
Dasgupta P, Womack C, Turner AG, Blackford HN.
Malacoplakia: von Hansemann’s disease. Review.
BJU International 1999; 84(4):464-469.
2.
Dohle G, Zwartendijk J, Van krierken JH. Urogenital
malacoplakia treated with fluoroquinolones.
J Urol 1993; 150(5Pt 1):1518-1520.
3.
Schwartz DA, Orden PO, Blumberg HM, Honig E.Pulmonary
malakoplakia in a patient with AIDS. Differential
diagnostic considerations. Arch Pathol Lab Med 1990;
114(12):1267-1272
4.
Volk E, Parker JC Jr, Tepper S. Cerebral malakoplakia
associated with neonatal herpes virus infection. Ann
Clin Lab Sci 1992;22:300-306
5.
Qualman SJ, Gupta PK, Mendelsohn G. Intracellular E.
Coli in urinary malakoplakia: A reservoir of
infection and its therapeutic implications. Am J Clin
Pathol. 1984; 81(1):35-42.
6.
Hurwitz G, Reimund E, Moparty KR, Hellstrom WJ.
Bilateral renal parenchimal malacoplakia: a case report.
J Urol. 1992; 147(1):115-117.
7.
Pozo Mengual B, Burgos Revilla FJ, Briones Mardones G,
Linares Quevedo A, Garcia-Cosio Piqueras M.
Malacoplaquia vesical con afectación ganglionar y curso
agresivo.
Actas Urol Esp. 2003; 27(2):159-163.
8.
Streem SB. Genitourinary
malacoplakia in renal transplant recipients: pathogenic,
prognostic and therapeutic considerations. J Urol.
1984;132(1):10-12.
9.
Sheerin NS, Bhatacharia KF, Webb MC. Positron emission
tomography in a patient with renal malacoplakia. AJKD
2003; 42(3):E17;1-4.
10.
Richard E. Brashear and Charles T. Carman. Sarcoidosis
and Malakoplakia. Dis Chest 1969;56;360-363
11.
Nguyen BD. F-18 FDG PET imaging of disseminated
sarcoidosis.
Clin Nucl Med 2007; 32:53–54
12.
Kaira K, Ishizuka T, Yanagitani N, et al.
Value of FDG positron emission tomography in monitoring
the effects of therapy in progressive pulmonary
sarcoidosis. Clin Nucl Med 2007; 32:114–116
13.
Kaira K, Oriuchi N, Otani Y, et al.
Diagnostic usefulness of fluorine-18-_-methyltyrosine
positron emission tomography
14.
In combination with 18F-fluorodeoxyglucose in
sarcoidosis patients. Chest 2007; 131:1019–1027
|