Varón de
58 años.
Síndrome
de impregnación
Pérdida de
peso > 10% con apetito conservado
Fiebre
(39º)
Poliadenopatías generalizadas (cervicales, axilares,
supraclaviculares y abdominales)
Hepatomegalia con múltiples lesiones ocupantes
Lesiones
cutáneas eritemato-escamosas
Trombosis
venosa profunda axilar
Pancitopenia
Elevación
de VES.
Biopsia
ganglionar inflamación inespecífica
Las
linfadenopatías pueden ser la manifestación primaria
o secundaria de muchas enfermedades. Conviene
clasificarlas en localizadas o generalizadas y
caracterizarlas según el tamaño, número,
consistencia, dolor a la palpación, movilidad.
La
distribución es un factor importante ya que
típicamente se describen como banales a las
adenopatías aisladas submaxilares menores de 1 cm e
inguinales de hasta 2 cm. Las mediastinales e
hiliares obligan a un estudio más profundo y se
deben a procesos como tuberculosis, histoplasmosis,
sarcoidosis, y linfoma.
Con
respecto a este caso, es importante destacar, que
las abdominales generalmente se deben a procesos
malignos, especialmente linfoma. Las adenopatías
supraclaviculares y escalénicas son siempre
patológicas y en las primeras hasta un 50% son
malignas. Es decir que a priori uno debería
considerar estos diagnósticos como los más
probables. Pero existen numerosas causas a saber:
Etiologías.
Infecciosas:
Virales
Bacterianas: TBC
Fúngicas
Clamidias
Parasitarias
Rickettsias
Inmunológicas
Artritis
Reumatoide
Lupus
Eritematoso Sistémico
Cirrosis
biliar primaria
Hipersensibilidad a fármacos (Fenitoína,
carbamazepina, alopurinol, etc)
Malignas
Linfomas
Hodgkin y no Hodgkin
Leucemias
Macroglobulinemia de Waldenström
Metástasis
Enfermedades por almacenamiento de lípidos
Otras
Sarcoidosis
Enfermedad
de Kikuchi
Granulomatosis linfomatoide
Enfermedad de Castleman
Pseudotumor inflamatorio de los ganglios linfáticos
Histiocitosis X
En este
caso la infección por HIV fue descartada, la falta
de afectación pulmonar y mediastinal, de foco para
tuberculosis, y viajes a zonas endémicas hace que
otras infecciones como las micosis sistémicas y la
tuberculosis queden en segundo plano, aunque
principalmente esta última es una de las principales
a descartar.
Linfadenitis tuberculosa (Escrofula)
Causa
común de TBC extrapulmonar
Generalmente cervicales.
Las formas
diseminadas de TBC pueden también dar compromiso
ganglionar secundario.
Habitualmente sin síntomas constitucionales y con
radiografía de tórax normal
TAC de
abdomen puede ayudar en el diagnóstico diferencial
con linfomas. En la TBC las adenopatías presentan
refuerzo periférico a veces con apariencia
mutilobular, mientras que el linfoma refuerza
homogéneamente. [1]
Diagnóstico por examen directo o cultivo de ganglio
de 4 a 6 semanas.
Es uno de
los diagnósticos a descartar, aunque las imágenes
por TAC muestran adenopatías con refuerzo homogéneo
y de localización abdominal que son más sugestivas
de linfoma. Cabría además realizar tinciones para
BAAR en piezas de biopsia y cultivos.
Ciertas
drogas como fenitoína, carbamazepina, alopurinol,
atenolol, captopril, penicilinas, cefalosporinas,
quinidina, sulfas, etc. pueden producir
adenopatías.
El
paciente recibió prometazina pero este efecto no
está descripto en dicha droga.
Pseudotumor inflamatorio de los
ganglios linfáticos
Trastorno
inflamatorio – fibrótico que afecta a ganglios
linfáticos, órganos como hígado y bazo. Puede
producir fiebre, pérdida de peso y otros síntomas
generales. El diagnóstico es anatomopatológico. No
se ha observado intensa fibrosis en las piezas de
biopsia por lo quedaría descartada.
Macroglobulinemia de Waldenström.
Es una
neoplasia maligna de células linfoplasmocitarias que
secretan Ig M (componente M). Afecta a varones
adultos. Se asocia a adenopatías, esplenomegalia y
afección de médula ósea. Produce síndrome de
hiperviscosidad. Pápulas cutáneas pruriginosas por
depósito de Ig.
El
paciente no presenta aumento de las proteínas
totales o del hiato proteínas – albúmina pero se
debería realizar proteinograma por electroforesis
para determinar la existencia de componente M. La
biopsia de médula ósea debería mostrar proliferación
linfo-plasmocitaria y en nuestro paciente fue normal
aunque sería prudente revisarla. Es un diagnóstico
poco probable
Enfermedad
de Kikuchi. Linfadenitis necrotizante histiocitaria.
Enfermedad
rara, benigna, de etiología desconocida. Afecta
principalmente a mujeres jóvenes. Presenta
alteraciones clínicas e histológicas que pueden
confundirse con linfoma. Linfadenopatías cervicales
(localizadas) y fiebre (30 a 50% de los casos). Hay
formas generalizadas.
Puede
producir hepato – esplenomegalia, rash, sudoración
nocturna y perdida de peso.
Anatomía
patológica:
muestra un espectro amplio de anormalidades.
Presenta focos de necrosis coagulativa
(aproximadamente la mitad de los casos) con
infiltrado histiocitario rodeado por plasmocitos.
Laboratorio:
Inespecífico. Puede aumentar la VES y LDH.
Diagnóstico:
biopsia. Inmunomarcación
Debe
descartarse linfoma por inmunomarcación. La creo una
entidad poco probable y primero debemos descartar
otras patologías.
Enfermedad
de Castleman.
Proceso
linfoproliferativo asociado generalmente a
Herpesvirus 8 y HIV.
Se
reconocen 2 variantes, uni y multicéntrica.
La última
se observa en varones entre 50 y 65 años en los HIV
negativos.
Produce un
cuadro de impregnación, con adenopatías
generalizadas y hepato - esplenomegalia. El
diagnóstico es anatomopatológico.
En la
biopsia de ganglio linfático se pueden observar un
patrón de hialinosis folicular con linfocitos
dispuestos en catáfilas de cebolla y un patrón de
proliferación vascular en el tejido interfolicular.
Otra variante es la plasmocitaria más común en la
forma multicéntrica. Existe una forma mixta.Puede
evolucionar con infecciones fulminantes, hacia otras
neoplasias como linfomas y sarcoma de Kaposi. Es un
diagnóstico probable.
Linfoma No
Hodgkin (LNH)
Proceso
linfoproliferativo. Origen en células B en el 90% y
T en el 10%
Produce
característicamente afectación generalizada,
diseminación a ganglios no contiguos por vía
hematógena, Son frecuentes las formas
extraganglionares (afección hepática de un 25 a
50%), la localización abdominal, retroperitoneo y en
médula ósea, no así en mediastino. Síntomas B en el
40% de los casos. En el laboratorio pueden producir
aumento de la VES y LDH, anemia u otras citopenias.
Típicamente se los divide en indolentes y agresivos.
Aquí me
gustaría destacar las lesiones cutáneas que presenta
el paciente, ya que creo son expresión de enfermedad
sistémica y que se relacionan con la patología del
paciente. Se me ocurren al menos tres explicaciones:
1.
Dentro de
los linfomas indolentes es importante mencionar a la
Micosis Fungoide, que es un linfoma cutáneo de
células T, con una mediana de supervivencia de 10
años. Fue descripto por primera vez en 1806 por
Alibert un dermatólogo francés que la denominó así
por la apariencia de hongo de las lesiones cutáneas
avanzadas. Las tempranas pueden simular eczema o
¨psoriasis¨, que fue el diagnóstico que recibió el
paciente. También produce adenopatías y afectación
de órganos como hígado, bazo, aparato
gastrointestinal, pulmón, riñón, médula ósea y
sangre periférica (Síndrome de Sézary) en etapas más
avanzadas. De todas maneras no condice con la
evolución del paciente, por lo que es poco probable.
2.
Asociación
entre psoriasis y linfoma. En un estudio de cohortes
realizado en el Reino Unido, se observó que los
pacientes con psoriasis tenían un riesgo relativo de
2.95 (1.83-4.76 intervalo
de confianza del 95%) de desarrollar linfoma.[2]
3.
Los
linfomas agresivos, producen frecuentemente lesiones
cutáneas, en testículo y SNC. Además. se
caracterizan por tener síntomas B y afectación del
estado general.
Los
linfomas difusos de células B grandes son invasores,
suelen comprometer piel y otros órganos como hígado
y médula ósea. Además comprimen vasos sanguíneos y
producir trombosis. Los linfomas anaplásicos de
células gigantes comprometen también la piel de
manera frecuente. Por lo tanto son diagnósticos a
tener en cuenta.
En
resumen, el paciente padece una enfermedad
multisistémica, con compromiso del estado general,
síntomas B, afectación de ganglios linfáticos
generalizada que respeta mediastino, hepática
múltiple y de médula ósea evidenciada por
pancitopenia, también presenta lesiones cutáneas.
Por dicho cuadro creo el paciente presenta un
Linfoma No Hodgkin agresivo.
Por lo
tanto creo que la metodología de estudio a seguir es
la revisión de las biopsias, biopsias de lesiones
cutáneas e inmunomarcación.
BIBLIOGRAFIA
1 - Tuberculosis versus lymphomas in the abdominal
lymph nodes:
evaluation with contrast-enhanced CT. Yang ZG; Min
PQ; Sone S; He ZY; Liao ZY; Zhou XP; Yang GQ;
Silverman PM - AJR Am J Roentgenol 1999
Mar;172(3):619-23.
2 -
Lymphoma rates are low but
increased in patients with psoriasis: results from a
population-based cohort study in the United Kingdom.
Department of Dermatology and the Center for
Clinical Epidemiology and Biostatistics, University
of Pennsylvania, Philadephia 19104, USA. Arch
Dermatol. 2003 Nov;139(11):1425-9.
3 – Principios de la Medicina Interna. Harrison.