Conclusiones
El grupo de pacientes VIH positivos bajo tratamiento
antirretroviral tuvieron el doble de probabilidades de
presentar hiperlactacidemia comparados con los pacientes
no tratados.
La
lactacidemia promedio difirió en forma significativa
entre el grupo tratado con terapia antirretroviral y el
grupo no tratado, controlando el tiempo.
La chance de presentar hiperlactacidemia es 3.25
veces mayor para los pacientes que se tratan con un
esquema antirretroviral que incluye estavudina que para
aquellos que se tratan con esquemas antirretrovirales
que no la incluyen.
Se encontró asociación entre hiperlactacidemia y
aumento de AST, hipertrigliciridemia e
hipercolesterolemia.
En nuestro grupo de pacientes, los que recibían
terapia antirretroviral tuvieron más del doble de
probabilidad de desarrollar hiperlactacidemia que los no
tratados, en el período de seguimiento de un año. Es
probable que ampliando el número de pacientes en
seguimiento pueda demostrarse la relación etiológica
entre hiperlactacidemia y tratamiento con INTR.
El 1.44% de los pacientes tratados desarrolló acidosis
láctica, lo que representa
14.4 casos/mil personas,
incidencia superior a las publicadas en estudios
anteriores. Fueron
dos pacientes de sexo femenino, en tratamiento con
regímenes que contenían didanosina, estavudina y
atazanavir. El sexo femenino y el tratamiento con INTR,
sobre todo con estavudina, son los factores de riesgo
que también se mencionan en otros estudios. Luego de la
suspensión del tratamiento y resolución del cuadro
clínico y metabólico se reemplazó la estavudina y no
hubo recidiva.
Los resultados no permiten concluir sobre la
necesidad de realizar dosaje de ácido láctico en los
controles de seguridad de laboratorio de los pacientes
en tratamiento antirretroviral. El seguimiento más
prolongado en un número mayor de pacientes podría
agregar mayor claridad sobre este aspecto. Sí debería
realizarse en aquellos que presentaron acidosis láctica.
El seguimiento minucioso de los pacientes en el
reconocimiento de síntomas y signos compatibles con
acidosis láctica permitió detectar estas complicaciones
en nuestra población. Este hecho revaloriza la
importancia del control y alerta clínica por encima de
los exámenes complementarios. |