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Dr. Juan Carlos Kusnetzoff

 

Director del programa de Sexología Clínica del Hospital de Clínicas José de San Martín

Director del Centro de Referencia de Sexología Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires

Director de cursos por Internet de "Educación Sexual y Sexología Clínica" de la Facultad de Medicina Virtual de la Universidad de Buenos Aires

Autor de dieciseis libros

 

 


Algo sobre la noción de normalidad en sexología
 

Dr. Juan Carlos Kusnetzoff
 

                El conocimiento sobre la sexualidad humana, es construido. No está dado por sí mismo. Los aspectos con los que se construye este “edificio”, comprende numerosas facetas o “ladrillos”. Dependiendo de la especialidad o el interés, así será el acento que coloquemos en uno u otro aspecto. De lo que estamos seguros, es de que en cada hecho sexual, existe la posibilidad de atravesarlo desde múltiples ópticas – o lo que también llamamos “perspecti­vas” – y es casi imposible quedarnos con una, so pena de efectuar una “mutila­ción reduccionista”, que nos enceguezca y que finalmen­te, tengamos la ilusión de que “la parte, es el todo”.  Todo este conocimiento, alcanza, indudablemente, a la concepción actual de la pareja humana. Existen transformaciones de las cuales, da cuenta la Sociología:

1)                   Transformación de la familia extensa, en apenas el núcleo de la familia pequeña.

2)                   La pareja, se ha convertido en el “blanco preferido” de la mayoría de los conflictos.

3)                   Los abuelos viven separados y los hijos, en la medida en que crecen y se producen alternativas para ganar su propio sustento, se separan de la familia nuclear.

4)                   La pareja ya no es “hasta que la muerte nos separe”. La institución del divorcio, ha proporcionado alivio a numerosas parejas que estaban separadas de hecho.

5)                   Hoy, la institución de “vivir en pareja”, se produce en dos sentidos, muy anteriores en edad que en la época de nuestros padres, y se “vive en pareja”, mucho antes de la propuesta matrimonial formal.

 

                El descenso de la edad de iniciación sexual es marcado. Hoy, en la Ciudad de Buenos Aires, la edad promedio de iniciación es de 15 años ([1]). Ya en 1973, en Alemania, la mitad de los jóvenes, habían tenido relaciones sexuales, antes de los 16 años. Una buena cantidad de estos jóvenes, pese a estar suficientemente informados, no incorporan anticonceptivos, ni ningún otro método; tanto en Buenos Aires, como en París, se constatan los mismos fenómenos ([2]) Hay indicios de insatisfacción en las relaciones sexuales ([3])

 Erickson, ya hace más de medio siglo, advirtió ([4]), que normalidad ideal, es la genitalidad “utópica” y que debería incluir:

1)                   La reciprocidad del orgasmo. No la simultaneidad.

2)                   Con mutuo amor.

3)                   Heterosexual.

4)                   Con alguien con quien compartir la confianza.

5)                   Con alguien que se pueda y se quiera sintonizar el ciclo de : a) trabajo, b) procreación, c) recreación;

6)                   Y con quien se pueda asegurar a los hijos, un desarrollo satisfactorio.

                 El propio Erickson, en el mismo escrito, advierte que el logro, resulta totalmente utópico y que en manera alguna, puede considerarse que los problemas sean exclusivamente sexuales. La clínica cotidiana en la materia, confirma esos dichos.

                 Desde el punto de vista del Psicoanálisis, se habla de una “conflictología” término acertado ([5]) considerando que el hombre mismo se encuentra constituido conflictivamente. Y este aspecto es normal, en la medida que no alcance cierta intensidad y que el sujeto pueda soportarlo. En muchas ocasiones, el carácter permanente del conflicto humano, nos obliga a considerar los casos de cierta gravedad, es decir, introducir una noción cuantitativa, que es sumamente difícil definir o precisar.

                En cada cuadro psicopatológico, deberíamos indagar, si el problema es evolutivo, circunstancial o estructural. Así, un trastorno sexual común, como una falla eréctil u orgásmica femenina ¿se trata de un problema evolutivo por tener el paciente alrededor de veinte años? ¿o por haber estado en circunstancias no adecuadas de tiempo y/o lugar, es apenas un producto momentáneo, de las circunstancias? ¿O se trata de un problema endocrino, que compromete al conjunto de la vida sexual y se encuentra deteriorada la estructura?


 

[1]  Margulis, M. y otros: Juventud, Cultura, Sexualidad. La dimensión cultural en la afectividad y la sexualidad de los jóvenes de Buenos Aires. Editorial Biblos. 2003

[2]  Klaus, R. y Ernst, C. y autores varios: “La Normalité”. Revué Française de Psychanalise. Nº 3 (1972)

[3]  Kusnetzoff, J.C.: “Un desesperante vacío erótico”. Inconciente Argentino. Nº 1; pag. 36 Buenos Aires. (2006)

[4]  Erickson, E.: Infancia y Sociedad. Ed.Paidós. 1970

[5]  In: Haynal, A. y Kocher, P.: La noción de normalidad en Sexología. Op.cit. (1980)

 
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