ROLES SEXUALES
Hoy, Siglo XXI, la distribución de roles
a cumplir por el hombre y la mujer, ha sido modificada.
“La articulación subjetiva del cuerpo
es un proceso en el que lo biológico va tomando forma y
se va definiendo según las diferentes pautas culturales
que los sujetos van incorporando. En las condiciones
materiales hasta aquí descriptas, se desarrolla una
experiencia particular de la corporalidad. Creemos que
es posible postular que, en esta fracción de los
sectores populares, la representación del cuerpo es más
inmediata e instrumental que en los sectores medios; se
organiza en torno de creencias y normas según las cuales
el cuidado no funciona como valor y, en consecuencia, da
lugar a pautas de crianza, formas de la sexualidad y
conductas menos preocupadas por cuestiones vinculadas
con la salud” ()
GENITALIDAD Y PRE-GENITALIDAD
En la Antigüedad clásica, el amor,
estaba representado por Afrodita y Eros. Estas dos
divinidades, representan una dualidad dicotómica que
llega hasta nuestros días. Afrodita es una mujer,
personificando ese sentimiento amoroso característico.
Eros, es un niño travieso y burlón, y representa el
aspecto lúdico del amor. Las fijaciones de las
Parafilias, por ejemplo, que antes se llamaban
“perversiones”, se encuentran en la sexualidad pre-genital.
No llegan casi nunca a la genitalidad. El placer
pregenital, es todo lo que sucede en el juego previo:
toques, caricias, besos, abrazos, pellizcos, suspiros y
gritos. Una vez que, en la década del ´60, la píldora
anticonceptiva liberó a las mujeres de la actividad
procreativa predominante hasta ese momento, permitió que
el erotismo en toda su dimensión, aflorara.
La sexualidad, se encuentra siempre
vinculada con las transgresiones, las prohibiciones y
las amenazas –los ritos de pasajes, de cambios
evolutivos, los ritos iniciáticos, se encuentran
siempre, reglamentados socialmente.
Muchas veces, el ejercicio de la
sexualidad humana, se encuentra vinculado con la
soledad, el temor a la muerte, el temor al compromiso
afectivo, la huída de la cotidianeidad. Esta
“mecanización” de la sexualidad, vuelve a la vida
postmoderna en un “neo-puritanismo” El “consumo de
sexo”, puede llegar a ser adictivo Nuevamente: ¿Cuánto
sexo? ¿Dónde está el límite?
Siguiendo a Freud, en varios de sus
escritos, el Hombre entra en la civilización, si es
capaz de tener una “frustración óptima” y eficaz. Esta
inhibición de sus impulsos, le hace “saltar” del mundo
animal, al mundo humano. Y es extremadamente variable,
de un individuo a otro.
La frustración fundamental, que lidera
las frustraciones posteriores, es el “tabú del incesto”
que impide la consumación del acto sexual, entre los
hijos y sus padres, característica estructural,
descubierta y descripta por Levy-Strauss ()
El padre de la antropología moderna, define así, el
pasaje de la Naturaleza, a la Cultura:
“No hay, no existe, ninguna
agrupación del Homo Sapiens, que permanezca indiferente
al comportamiento sexual de los hombres que la
constituyen. En todas partes, las uniones son juzgadas.
Unas son encomiadas, otras admitidas o excusadas, otras
desterradas de la sociedad y reprimidas. La prohibición
del incesto, comprendida bajo esta forma –no de
promiscuidad sexual integral, sino de control social en
las relaciones entre los sexos- es universal, incluso,
si su forma difiere de una sociedad a otra (en una, la
relación está autorizada entre hermano y hermana y
prohibida entre primos paralelos, mientras que en otra,
la prohibición toma otras formas). Un abismo separa al
Homo Sapiens de las especies animales más próximas. Se
ve, entre los antropoides, embriones de organización
familiar y de relaciones monogámicas que alternan con
relaciones poligámicas. Pero, no se encuentra de ninguna
manera una prohibición análoga a la prohibición del
incesto”.
Partiendo de esta constatación
–únicamente entre los hombres se da el hecho de que
todas las uniones biológicamente posibles, no sean
socialmente aceptadas. Claude Lévi-Strauss, en “Las
Estructuras Elementales del Parentesco”, define la
prohibición del incesto como “el proceso por el cual la
naturaleza se adelanta”, y concluye: “ella opera, y por
sí misma constituye, el advenimiento de un orden nuevo”
CONCLUSIONES
“Normalidad”. ¿Qué es? ¿En qué consiste?
A lo largo de este trabajo, hemos intentado
analizar diversas acepciones del término.
1) Hay una normalidad ideal. Por ej.: la
normalidad de la pareja humana, que quiere ser
pareja, para reproducir....y poco más.
2) Una normalidad estadística, liderada
por A.Kinsey, que se opuso en su momento, a la
normalidad ideal.
3) Una normalidad funcional, que puede
incluir dos puntos de vista:
a) importancia del conflicto
a que convoca toda sexualidad, en tanto no
exceda determinados límites.
b) la noción de genitalidad,
a la que se llega luego de las etapas pre-genitales
y se agrupa, responsablemente, en evoluciones
maduras de la sexualidad adulta.
4) Una sexualidad normal o anormal y/o
patológica, no puede prescindir de los conceptos
relativos a la reglamentación social, y
la prohibición y transgresión, que
forman parte de la sexualidad de hecho.
|
|
|