La relación
neuroendocrino-inmunológica
El
SNC envía señales al sistema inmunológico a través del
eje hipotálamo-hipófiso-adrenal mediante la producción
de hormonas y neurotransmisores; el sistema inmunológico
emite a su vez sus propias señales mediante las
citoquinas y el sistema nervioso simpático regula al
sistema inmunológico por medio de los neurotransmisores
adrenérgicos.
Los
glucocorticoides son las sustancias efectoras de este
mecanismo, que tienen a través de receptores
específicos, múltiples efectos sobre las células y
moléculas que actúan en la respuesta inmune.
Las citoquinas producidas en el sitio inflamatorio
producen, actuando sobre el SNC los síntomas de
enfermedad y la fiebre. Por otro lado, diversas
estructuras nerviosas como glia, neuronas y macrófagos
producen citoquinas que regulan la sobrevida y muerte de
las células nerviosas. Esto explica el rol trascendente
de tales citoquinas neurales en las manifestaciones del
SIDA neurológico, la enfermedad de Alzheimer, la
esclerosis múltiple, el daño cerebrovascular y el
neurotrauma.
El SNC actúa
sobre la inmunidad a través de varios mecanismos: a)
respuesta hormonal frente al stress con liberación de
glucocorticoides, b) liberación de noradrenalina por el
sistema nervioso autónomo, c) liberación de
neuropéptidos (sustancia P) por los nervios periféricos,
d) producción local de hormona liberadora de ACTH.(16)
En dosis
fisiológicas (350-950 nmol./L), los corticoides
liberados frente al stress físico o psicológico, modulan
la transcripción génica involucrada en la respuesta
inflamatoria, mientras que en dosis farmacológicas
(suprafisiológicas) producen una total supresión de tal
respuesta. Los glucocorticoides suprimen la
transcripción de numerosas citoquinas proinflamatorias
(IL 1, 2, 6, 8, 11 y 12), IFN
a
y
g;
mientras que estimulan a las antiinflamatorias IL 4 y
10). En estas condiciones, son capaces de reducir el
número de monocitos circulantes, inhibir la secreción de
IL, TNF y de los factores activadores de la quimiotaxis
de los monocitos e impedir la síntesis de colagenasa,
elastasa y activador del plasminógeno tisular.(17)
Por otra parte
los glucocorticoides favorecen el cambio de linfocitos
TH1 hacia TH2 mediante la disminución de citoquinas TH1
que favorecen la expresión de las TH2. La patente de
sobreexpresión de linfocitos TH1 es característica de
las enfermedades autoinmunes como diabetes tipo 1,
artritis reumatoidea (AR), esclerosis múltiple (EM) y
lupus eritematoso sistémico (LES). En mujeres
embarazadas en el tercer trimestre, en que existe una
hiperactividad del eje hipotálamo-hipófiso-adrenal, se
ha observado una resistencia relativa a desarrollar
enfermedades asociadas a TH1, mientras que el déficit de
corticoides favorece la susceptibilidad a estas
enfermedades.(17)
Diversos estudios han relacionado por ejemplo la
aparición y evolución de enfermedades reumáticas
autoinmunes con las distintas formas de stress (medido
por tests debidamente validados). Así por ejemplo, el
stress se ha relacionado con el agravamiento y la
aparición de brotes en AR del adulto y juvenil (ARJ). En
LES se han comunicado observaciones de relación entre
stress menor y brotes de la enfermedad pero no existen
grandes estudios evaluando esta problemática. También se
ha correlacionado ampliamente a la fibromialgia con
aspectos emocionales.(18) |