¿Cómo
interviene lo psicológico?
Las
distintas formas de ansiedad y depresión son capaces de
modificar la regulación del sistema neuro-inmuno-endocrino
a través de varios mecanismos. El ejemplo más
característico es el que desencadena la situación de
stress, a la cual analizaremos con detalle y lo haremos
relacionándola también con la depresión crónica.
Se
denomina stress a la sensación de amenaza física o
psíquica experimentada en forma aguda (duración de entre
2 días y 4 semanas) o sostenida (meses o años). Es
importante destacar que es irrelevante que tal amenaza
sea real o imaginaria; lo que cuenta es la vivencia del
sujeto. En algunos casos el estímulo stressante es de
tal magnitud que constituye una forma especial de los
trastornos de ansiedad que recibe el nombre de stress
post-traumático. Se denomina así a la sensación de
intenso temor, desamparo u horror, que comienza poco
tiempo después de una experiencia traumática, con
remembranzas intrusivas recurrentes, sentimiento de
culpa, trastorno del sueño, etc., con múltiples síntomas
somáticos.
El stress
crónico suele estar asociado a distintas situaciones
vivenciales, entre las cuales se destacan por su
importancia la presión laboral, la desadaptación
matrimonial y el bajo nivel socioeconómico.
El nexo
entre la sensación de stress emocional y el sistema
hipotálamo-hipófiso-adrenal es el sistema límbico
mediante el cual se establece un nuevo eje más amplio
denominado córtico-límbico-hipotálamo-hipófiso-adrenal (CLHHA).
El sistema límbico es
una de las estructuras más arcaicas del neuroeje y está
constituida por la amígdala (relacionada con el
reconocimiento de lo externo) y el hipocampo (vinculado
con los mecanismos de memoria afectiva y respuestas
hormonales relacionadas). Frente a un estímulo o input
hipocampo-amigdalino, estas estructuras envían la
información a la corteza órbito-frontal previo filtro
talámico. A partir de aquí se generan varias respuestas
con distintos núcleos y vías involucradas, a saber: a)
motora (lucha, huida, parálisis, desmayo) con
participación del núcleo estriado, el sistema piramidal
y el asta anterior medular; b) parasimpática con
incontinencia fecal o urinaria (hipotálamo medial y
núcleo dorsal del vago); c) simpática con sudoración,
taquicardia, aumento de la presión arterial, midriasis y
piloerección (hipotálamo lateral): d) hormonal con
secreción de CRH y AVP (núcleo paraventricular
hipotalámico). |