El fenotipo vulnerable
Sobre una base de vulnerabilidad genética, las
experiencias traumáticas tempranas, incluso durante la
vida intrauterina y durante la época de desarrollo van
dando lugar a un fenotipo caracterizado por altos
niveles de CRH cuyos cambios neurobiológicos son la
hiperactividad del eje hipotálamo-hipófiso-adrenal y del
sistema nervioso autónomo. Estos individuos son
particularmente predispuestos a sufrir trastornos de
ansiedad o depresión. Es importante destacar que los
mencionados cambios neurobiológicos permiten establecer
algunos criterios de semejanzas y diferencias entre
distintas formas clínicas. Así, el stress agudo tiene un
perfil semejante al trastorno de stress post-traumático
y el stress crónico se parece mucho desde el punto de
vista neurohormonal a la depresión endógena.
En el primero se observa: a) niveles bajos de cortisol,
b) hiperrespuesta al test de supresión de dexametasona,
c) grado máximo de inhibición del eje. Éste es como se
dijo, también el patrón característico del stress
post-traumático.
En el stress crónico como en la depresión, se pone de
manifiesto, en cambio: a) hiperactividad del eje CLHHA,
b) hiposensibilidad de los receptores cerebrales al
feedback inhibitorio de los glucocorticoides y c)
aumento marcado de la secreción de CRH.
En cuanto a los receptores de esteroides es importante
destacar que en el hipocampo se encuentran de dos tipos:
a) tipo I (McR), encargados de mantener el tono
cortisolémico basal según el ritmo circadiano, producir
respuestas de equilibrio ante estados de ansiedad,
euforia y somnolencia y disminuir la actividad de los
receptores de serotonina (5-HT 1A); y b) tipo II (GcR),
caracterizados por activarse con concentraciones altas
de cortisol, ser productores de la máxima inhibición
del eje, activarse también en estados de disforia,
alerta y en el sueño REM y activar asimismo los
receptores 5-HT 2.
De tal manera y de acuerdo a los niveles de esteroides,
se pueden dar las siguientes situaciones:
-
Niveles bajos (sin activación de receptores): No se
producen reacciones de afrontamiento ni regulaciones
circadianas.
-
Niveles normales (activación de McR): Ritmo
esteroideo diario y respuesta de afrontamiento.
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Niveles altos (activación de GcR): Respuesta de
stress.
-
Niveles muy altos (activación máxima de GcR):
Respuestas rígidas, no plásticas y desadaptativas (neurotoxicidad).
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