Infecciones sistémicas asociadas a catéteres centrales
por Staphylococcus aureus Metecilino-Resistentes
en Unidades de Cuidados Intensivos de Estados Unidos de
América de 1997 a 2007.
Burton D; Edwards J; Horan T; Jernigan J ; Fridkin J.
JAMA. 2009; 301(7):727-736
Las infecciones severas por Staphylococcus aureus
Meticilino-Resistentes (SAMR) se han convertido en un
foco de atención en los últimos años debido a sus
complicaciones potencialmente letales. El creciente
número de brotes de infecciones por SAMR en la comunidad
han ayudado a iniciar una polémica acerca de los mejores
medios de control, incluyendo una mayor vigilancia de
las infecciones por SAMR y nuevas actividades de
prevención.
En medio de esta alarma mundial se publica el informe de
Burton y colaboradores donde se observa una disminución
en la tasa de infecciones por SAMR relacionados con vías
centrales en los hospitales que participan en la red de
vigilancia del CDC en EUA principalmente desde 2001
hasta el 2007.
El presente informe detalla la experiencia con
infecciones sistémicas asociadas a catéteres centrales (ISACC)
por SAMR en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) desde
1997 a 2007, y demuestra que, a pesar de un aumento
global de la incidencia de infecciones por SAMR, la tasa
de ISACC a SAMR descendió un 49,6% en hospitales bajo la
red de vigilancia.
Cuatro tipos de UCIs (cirugía, cardiotorácica,
coronarias y médico-quirúrgicos sin una afiliación de
enseñanza) experimentaron inicialmente un aumento de
ISACC a SAMR hasta 2001, pero esto fue seguido por la
disminución de la tasa de ISACC a SAMR hasta el año
2007. Todas las unidades, excepto la UCI pediátrica,
experimentaron una disminución general de las
infecciones desde el año 2002 al 2007.
El estudio de Burton deja la inquietante realidad de que
las reducciones observadas en la infección no pueden
atribuirse a alguna intervención en particular. Es
probable que la reducción de infecciones estén
relacionados con una serie de intervenciones que se han
aplicado durante la última década, incluida una mejor
higiene de las manos, métodos de barrera, prácticas en
la atención durante la inserción, normatización en la
realización de asepsia, la mejora en la calidad de
catéteres, y períodos más cortos de uso. Por lo tanto,
es imposible determinar qué práctica tuvo el mayor
efecto.
Las estrategias de prevención destinadas a reducir todos
los ISACC podrían tener mayor efecto en la reducción de
las infecciones adquiridas en hospitales y al mismo
tiempo la reducción de infecciones por SAMR. La adopción
de estas estrategias de prevención, junto con el
análisis cuidadoso de sus efectos, debería permitir a la
mayoría de los hospitales justificar los medios para
poner fin a las infecciones hospitalarias.
Comentario
Guillermo D’Ottavio.
Residente de Clínica Médica. Hospital Provincial del
Centenario. Rosario.
|