Revisando el manejo de la crisis asmática
New England Journal of Medicine – 19 de Agosto de 2010
Comentario: Dr. Javier Montero. Departamento de Medicina
Interna. Hospital Povisa, Vigo, España.
El asma continúa siendo un problema mayor de salud en
todo el mundo y su exacerbación, más comúnmente llamada
crisis asmática (CA), un motivo de consulta frecuente en
los servicios de guardia. Hace algunas semanas la
revista New England Journal of Medicine presentó
en su sección de Clinical Practice una revisión
actualizada sobre el manejo adecuado de esta situación
clínica. Repasamos los conceptos más importantes
teniendo en cuenta el abordaje habitual y los últimos
estudios y consensos sobre el manejo de la reagudización
asmática.
·
Cuando un paciente con CA se presenta a la guardia lo
primero debe evaluarse rápidamente es la severidad de la
misma y por ende, la necesidad de intervención urgente.
Mientras se inicia el tratamiento, se obtendrá
una breve historia clínica a través de él o de un
familiar, focalizando la atención en el antecedente de
ingresos previos en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)
o en sala general (más de 2 en el último año) o guardia
(3 en el último año), y un rápido examen físico en
búsqueda de signos de insuficiencia respiratoria
inminente como son la somnolencia (expresión de
hipercapnia), la respiración paradojal y el silencio
auscultatorio pulmonar.
·
Los datos clínicos que distinguen una CA severa de
aquella que no lo es, son: la presencia de habla
entrecortada, frecuencia respiratoria y cardíaca > 30
ciclos/min y 120 latidos/min respectivamente, saturación
por oximetría de pulso < 90% (o PO2 <60 mmHg),
el hallazgo de pulso paradojal (disminución de la
presión arterial sistólica > 25 mmHg durante la
inspiración), el silencio auscultatorio pulmonar, y la
reducción < 40% del flujo máximo espiratorio medido
habitual (conocido como “peak flow” o pico flujo
-PF-).
·
El tratamiento inicial, que nunca debe retrasarse por la
evaluación clínica, consiste en administrar oxígeno para
obtener una saturación por oximetría de pulso superior
al 90%, broncodilatadores y corticoides sistémicos (CS).
·
Los agonistas β2–adrenérgicos de acción corta
(Aβ2ac) son los broncodilatadores de
elección. Si bien pueden administrarse aerosolizados, la
forma nebulizada es más segura. En la primera hora debe
realizarse 3 veces, cada 20 minutos, para luego
reevaluar la situación clínica. Una revisión sistemática
de Cochrane del año 2003 halló que la administración
continua de Aβ2ac resultaba en una gran
reducción de las hospitalizaciones, sobre todo en
pacientes con CA severa. Estos datos avala este abordaje
durante, al menos, la primera hora en casos severos.
·
Los agentes anticolinérgicos de acción corta, hablamos
del bromuro de ipatropio, no se recomiendan como
monoterapia por su comienzo de acción más tardío, aunque
pueden combinarse con los Aβ2ac por tener un
mayor tiempo de acción.
·
Los corticoides deben darse por vía sistémica. No hay
diferencia en administrar los CS por vía oral o
intravenosa (IV) por lo cual, de poder utilizarse la
primera, se prefiere. ¿La dosis? Aquella equivalente a 1
mg/kg de prednisona repartida en una o 2 dosis (entre 40
y 80 mg/día). Obviamente, la primera dosis en la guardia
conviene administrarse por vía IV.
·
La decisión de ingreso o alta hospitalaria debe
realizarse en las primeras 3 o 4 horas si el tratamiento
estuvo bien realizado. El dato que mejor predice esta
determinación es la evaluación del paciente luego de la
primera hora de tratamiento adecuado (O2, Aβ2ac
y CS):
o
En aquellos pacientes que continúan presentando datos
clínicos de CA severa debe optimizarse el tratamiento
(nebulizar continuamente si no se realizó previamente) y
considerar la admisión hospitalaria junto a “otras
medidas terapéuticas” que gozan de menor aval científico
(ver luego).
o
Cuando existe una clara mejoría subjetiva, un examen
físico normal y PF > 70% los pacientes pueden ser dados
de alta hospitalaria con un tratamiento adecuado.
o
Por último, aquellos que continúan sintomáticos pero sin
datos clínicos de CA severa, deben continuar recibiendo
el tratamiento durante 1 a 3 horas más y decidir
posteriormente según la respuesta clínica, antecedentes
personales y el aspecto social.
·
Al momento del alta hospitalaria, habiéndose admitido o
no al paciente, deben combinarse 3 medidas terapéuticas:
Aβ2ac cada 6 horas aerosolizado o nebulizado
(y a demanda de requerirse), CS por vía oral entre 3 y
10 días más, y corticoides inhalados (CI). En relación a
esto último, un estudio canadiense demostró que el
agregado de budesonide inhalado por 21 días a la pauta
habitual de Aβ2ac y CS se asoció a una
reducción del 50% en las tasas de recaída y con una
mejoría en la calidad de vida en relación al asma. Es
por esto que los CI deben cerrar el tridente terapéutico
al alta.
·
Cuando hablamos de las “otras medidas terapéuticas”
para los pacientes que no mejoraron luego de 1 hora de
tratamiento intensivo, nos referimos al magnesio
intravenoso, la inhalación de helio y la ventilación no
invasiva (VNI) con BiPAP. De éstos tres, la primera ha
demostrado eficacia en población pediátrica por lo que
expertos sugieren su uso en estos pacientes con CA
severa que no responden al tratamiento inicial. En
adultos no se demostraron claros beneficios, (se esperan
estudios para el 2011).
·
El Helio al ser 3 veces más liviano que el aire permite
que el flujo turbulento en las vías aéreas obstruidas se
haga “más laminar” con lo que se logra una reducción del
trabajo respiratorio y una mejor llegada de la
medicación aerosolizada. Las guías de manejo proponen
que la inhalación de una mezcla gaseosa de Helio,
conformada por un 21% de O2 y un 79% de helio, puede
considerarse en aquellos pacientes con CA severa no
respondedores.
·
Por último, la BiPAP puede ser una opción en pacientes
que no son candidatos a intubación orotraqueal o para
casos graves seleccionados (dependiendo más que nada de
la cooperación del paciente).
Creo que esta revisión nos deja conceptos útiles para
lograr un manejo adecuado de esta emergencia médica. Me
quedo con tres “perlitas terapéuticas”, si me permiten
el término, que son: 1) la administración continua de Aβ2ac
en la primera hora, siempre nebulizado y la reevaluación
a la hora para perfilar la decisión de ingreso o no; 2)
los CS no necesariamente intravenosos; y 3) los CI
siempre al momento del alta hospitalaria. Espero que
les haya servido e invito a la lectura del artículo.
Lazarus SC. Clinical practice: Emergency Treatment of
Asthma.
N Engl J Med 2010;363:755-64. |