La medicina
crítica es una rama de la Medicina Interna. No se puede
definir como una especialidad ya que no estudia un órgano ó
sistema en particular. Su campo abarca el análisis global de
un paciente, simplemente que, con un tipo de soporte,
control ó cuidado más estrecho. Hay confusión al respecto,
ya que existe la idea de que el paciente internado en una
unidad de terapia intensiva (UTI) tiene que estar al borde
de la muerte. Podemos ver internados en una UTI con un
aspecto “saludable” pero que necesitan monitoreo de algunas
parámetros vitales para poder actuar rápidamente y en
consecuencia, si se detecta algún problema. Es lógico
imaginar que el médico abocado a tales cuidados debe tener
conocimientos referentes al equipamiento para monitoreo y
soporte vital de la población de enfermos críticos
(respiradores, oximetría de pulso, monitores de presión,
etc.) y poseer las habilidades necesarias para la
realización de prácticas “invasivas” (colocación de
catéteres, manejo de vía aérea, etc.). Pero eso no es
suficiente. Se convertiría simplemente en un técnico
experimentado. Es indudable que ese es una cualidad
fundamental en todo medico intensivista, pero la
interpretación de signos y síntomas, exámenes
complementarios, la necesidad de “ser criterioso” a la hora
de “aplicar criterios”, de poner en práctica las sugerencias
de guías para diagnóstico y terapéutica son cualidades
fundamentales del médico encargado de cuidar enfermos
críticos. En definitiva también deben hacer un enfoque
total y globalizador del paciente, como haría un internista
ó un pediatra.
Dr. Juan
Carlos Pendino