Nuevos conocimientos sobre aldosterona
Además de producirse en las glándulas adrenales, la
aldosterona se sintetiza en las células vasculares y
tiene diversos efectos sobre el árbol arterial(12). Modelos
experimentales en animales han demostrado la existencia
de receptores no epiteliales de aldosterona
localizados en el cerebro, los vasos, el corazón y el
riñón(13), que son la base de los denominados efectos
pleiotrópicos o no genómicos de la hormona(14,15,16,17). Las
elevaciones sostenidas de angiotensina II y aldosterona
inducen reactividad vascular anormal y respuesta de
barorreceptores, por provocar disfunción endotelial
y stress oxidativo. Además se ha puesto mucho
énfasis en la capacidad de esta hormona de generar
fibrosis orgánica.
Se ha demostrado que la aldosterona,
además de producir stress oxidativo, es capaz de
inhibir la óxido nítrico sintetasa endotelial a
través de un mecanismo dependiente del receptor
mineralocorticoideo. Además puede provocar
vasoconstricción y vasodilatación rápida por mecanismos
no genómicos. Por la vía del stress oxidativo y la
disfunción endotelial, la aldosterona potencia la
expresión de los marcadores de inflamación que llevan a
la fibrosis. Esta inducción proinflamatoria parece
ser también dependiente del sodio y del receptor
mineralocorticoideo. Estudios que han medido turnover
colágeno sugieren que el antagonismo mineralocorticoideo
reduce la matriz extracelular tanto en el corazón como
en los vasos. Asimismo, dicho antagonismo es capaz de
disminuir la excreción de albúmina por riñón en seres
humanos(18).
En modelos animales, se ha observado que los elevados
niveles de aldosterona y el aumento de la ingesta de
sodio son capaces de producir fibrosis cardíaca.
La fibrosis del ventrículo derecho, la aurícula y la
arteria pulmonar avalan el concepto de que éste es un
efecto independiente de la presión arterial. La
mencionada fibrosis, no solamente sería responsable de
la hipertrofia cardíaca, sino tamién de la alteración de
la función sistólica y diastólica, de la reducida
compliance arterial y de la creciente incidencia de
arritmias, resultante de numerosos factores como la
propia fibrosis, la hipokalemia, la hipomagnesemia, la
hiposensibilidad a los barorreceptores y la potenciación
de los efectos de las catecolaminas(19).
Se ha visto que dosis bajas de antialdosterónicos,
insuficientes para disminuir la presión tienen efecto
antifibrótico. Por otra parte, pacientes con
aldosteronismo primario o adenoma de Conn, presentan
mayor fibrosis miocárdica demostrada por ecocardiografía
que los hipertensos esenciales. Diversos mecanismos
pueden explicar estos hallazgos: producción local de
aldosterona en el miocardio, aumento en la
densidad de receptores AT1 cardíacos y mayor
expresión local de la enzima de conversión de
angiotensina. Además la aldosterona favorece la
expresión del receptor de endotelina, que per se
puede producir fibrosis(20).
El beneficio ocasionado por la espironolactona en los
pacientes del estudio RALES, fue atribuido a la
reducción de la concentración sérica de marcadores de
síntesis colágena. El turnover del colágeno y la
fibrosis son reconocidos como elementos fundamentales
del remodelado cardíaco y vascular, elementos
constitutivos de la insuficiencia cardíaca y la rigidez
arterial(21).
El remodelado ventricular es un proceso en el que
intervienen factores mecánicos, neurohormonales y
genéticos que alteran la forma, tamaño y función del
ventrículo. Ocurre en la hipertensión arterial, en las
miocardiopatías, en el infarto de miocardio y en la
enfermedad valvular. Las bases histológicas que
contribuyen a la disfunción sistólica y diastólica son
la hipertrofia, la pérdida de miocitos y la fibrosis
intersticial. El efecto de remodelado puede ser
interferido y revertido a través de varias
intervenciones farmacológicas con agentes
betabloqueantes, IECA y ARA(22).
Los antagonistas de la aldosterona también influencian el
remodelado y es conocido que los IECA y ARA producen
una reducción de los niveles de aldosterona de breve
duración, retornando a los valores pretratamiento en el
largo plazo. El bloqueo de la aldosterona se obtiene en
forma más completa con los antagonistas de sus
receptores(24).
La utilización de espironolactona se ha visto
limitada por los efectos indeseables que incluyen además
de hiperkalemia, efectos antiandrogénicos y
progestágenos resultantes de su pobre especificidad por
los receptores de aldosterona. La eplerenona es
un antagonista de la aldosterona utilizado en la
hipertensión arterial, que bloquea el receptor
mineralocorticoideo pero no los receptores de
glucocorticoides, progesterona y andrógenos. Son estos
últimos receptores los que median efectos indeseables de
la espironolactona, en particular la disfunción sexual,
la ginecomastia dolorosa y el sangrado vaginal.
En el estudio EPHESUS (Eplerenone Post-Acute Myocardial
Infaction Heart Failure Efficacy and Survival Study),
los pacientes recibían tratamiento óptimo con IECA y ARA
(87%), un betabloqueante (75%), aspirina, un
hipolipemiante y terapia de reperfusión coronaria. En
RALES, por el contrario, se utilizó betabloqueante en el
11% e IECA en el 94%. Entre los dos estudios se
enrolaron más de 8000 pacientes.
Otras diferencias entre ambos fueron: la fracción de
eyección ventricular fue 25% en RALES y 33% en EPHESUS;
la mortalidad al año de los pacientes asignados a
placebo fue 25% en RALES y 13.6% en EPHESUS, lo cual
podría reflejar variaciones en la severidad de la
insuficiencia cardíaca al momento del ingreso al estudio
(mayor en RALES) o el número de fármacos efectivos
administrados (mayor en EPHESUS).
Las guías del American College
of Cardiology y la American Heart Association para
el manejo de la insuficiencia cardíaca, recomiendan baja
dosis de espironolactona en pacientes con síntomas
recientes o actuales de insuficiencia cardíaca sistólica
en reposo a pesar del uso de digoxina, diuréticos, IECA
y un betabloqueante(25).
La introducción de eplerenona (droga con menos
efectos secundarios) podría inducir un aumento del
uso inadecuado de esta clase de drogas. No hay nada en
los resultados de los estudios que sugiera que la
eplerenona pueda tener preferencia de uso en pacientes
en los que no se ha utilizado espironolactona. Debe
destacarse que la posibilidad de hiperkalemia es similar
con ambas drogas.
La aprobación de su utilización en hipertensión arterial
se basó en el hecho de que ofrece utilidad en el
tratamiento de la hipertensión sistólica hiporreninémica,
incluso como droga asociada a otros antihipertensivos,
en especial en relación con la hipertrofia ventricular
izquierda y el compromiso renal(26). Estudios recientes
han señalado la utilidad del bloqueo de aldosterona en
pacientes con microalbuminuria en diabetes tipo 2(27,28).
Además, bajas dosis de eplerenona en combinación con
bajas dosis de diuréticos tiazídicos es una alternativa
que merece investigación en virtud de la capacidad de
los diuréticos de prevenir la insuficiencia cardíaca en
pacientes con hipertensión arterial. Además del
riesgo de hiperkalemia, la eplerenona puede asociarse,
en ciertas circunstancias con acidosis metabólica e
hiponatremia(29).
Se necesitan nuevos trabajos para determinar si esta
clase de drogas puede ser eficaz en pacientes con
insuficiencia cardíaca con síntomas menos severos que
los de RALES y EPHESUS o en aquéllos con disfunción
ventricular diastólica. Asimismo, en pacientes
hipertensos sin signos de insuficiencia cardíaca y en
pacientes con nefropatía aún resta determinar el
beneficio a largo plazo sobre morbilidad y mortalidad de
eplerenona(30).
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