SEGURIDAD
Problemas con
el tratamiento actual
Hay diferentes
problemas asociados con el uso de warfarina. Uno de
ellos, es el estrecho margen terapéutico, por lo que se
necesita monitorizar el nivel de anticoagulación
frecuentemente. Esto genera incomodidades al paciente y
provoca fallas en la compliance. El otro inconveniente,
es la necesidad de estar atento a la interacción con
otros medicamentos y finalmente la preocupación de las
complicaciones hemorrágicas especialmente en los
ancianos, los hipertensos o en quienes es difícil de
mantener estable el RIN. Los anticoagulantes en EEUU
causan por año aproximadamente 17.000 complicaciones
hemorrágicas de las cuales 4000 son fatales
[31].
Por ello, otro de los problemas, es la subutilización de
estas drogas en los pacientes con FA, particularmente en
los ancianos
[32].
Esta dificultad también es observada en nuestro medio,
como asimismo en otras partes del mundo. Un estudio en
pacientes con insuficiencia cardíaca y FA realizado en
tres hospitales de Galicia señala que egresaron
anticoagulados sólo el 50% de ellos, siendo la principal
limitación la edad de los pacientes
[37].
En Japón los cardiólogos
tienen actitudes similares, un estudio de Inoue H y col
demostraron que de 359 pacientes con indicaciones claras
de anticoagulación, solamente 200 pacientes (55%) fueron
tratados adecuadamente, informando que existe una
moderada adherencia a las guías
[38].
En otra
estructura sanitaria como Suecia ocurre lo mismo. Para
evaluar el uso de anticoagulantes en pacientes con
stroke y FA, Glader E y col demostraron que la
anticoagulación para prevención primaria fue
administrada en el 11% (rango 8-13 % entre las regiones
y del 2,5-24% entre los hospitales) y para prevención
secundaria en el 33% (rango 30-40% entre las regiones y
del 16-62% entre los hospitales), indicando que las
evidencias basada en la medicina son insuficientemente
practicadas
[39].
Nuevas
alternativas
Debido a estas
dificultades nuevos anticoagulantes están siendo
evaluados.
El
ximelagatrán, es una nueva droga inhibidora directa de
la trombina, de administración oral, que después de su
absorción es biotransformada en melagatrán, quien inhibe
la trombina libre y unida al coágulo, la agregación
plaquetaria y la activación plaquetaria inducida por la
trombina
[33].
Las ventajas de este compuesto es su excelente
biodisponibilidad, una vida media de 12 horas y no
necesita monitoreo de anticoagulación.
Dos
importantes estudios en fase III (SPORTIF III y V) han
estudiado a esta droga. El SPORTIF III
[34]
ha sido recientemente publicado y evaluó a la warfarina
con el ximelagatrán (36 mg dos veces al día) en 3410
pacientes con FA y al menos un factor de alto riesgo Los
resultados demostraron que el ximelagatrán tiene igual
efectividad que la warfarina en la prevención del stroke,
con una reducción del riesgo absoluto del 0,7% (IC 95%
-0,1 - 0,4). Los porcentajes de sangrado fueron
similares entre los dos grupos pero la combinación de
sangrado menor y mayor fue más bajo con el ximelagatrán
(29,8% vs 25% (p=0,007).
El SPORTIF V
[35],
de igual diseño pero doble ciego y realizado en EEUU
incluyó 3992 pacientes y hubo una reducción del riesgo
absoluto del 0,7% a favor de la warfarina (p=0,13). El
único problema que emergió del uso del ximelagatrán fue
un incremento transitorio de las enzimas hepáticas en el
6% de los pacientes. Este efecto indeseable necesita ser
monitorizado en estudios en fase IV para determinar si
esta alteración es mínima o limitará su uso.
Una estrategia
alternativa es inhibir la cascada de la coagulación
actuando sobre el factor Xa y en este sentido el estudio
en fase III AMADEUS, está evaluando al idraparinux (un
inhibidor del factor Xa) versus warfarina en alrededor
de 5700 pacientes con FA. Asimismo, como la aspirina
asociada al clopidogrel resultó eficaz en el tratamiento
de las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares,
el estudio ACTIVE randomizará 6500 pacientes con FA para
determinar si esta asociación es mejor que la warfarina
[36].
CONCLUSIONES
Los pacientes con FA son de
alto riesgo de stroke tromboembólico. El tratamiento
anticoagulante reduce significativamente este riesgo y
la estratificación del mismo permite una estrategia más
racional, particularmente, en aquellos de bajo riesgo.
El ETE es una alternativa válida para las FA de reciente
comienzo permitiendo una cardioversión más segura. La
anticoagulación debe ser mantenida en un RIN entre 2-3,
por debajo y por encima de estos valores, permanece el
riesgo de stroke o de sangrado, respectivamente. Los
estudios AFFIRM y RACE parecen determinar que la
anticoagulación debe continuar por un largo período, aún
en presencia del ritmo sinusal. Los anticoagulantes, a
pesar de la fehaciente demostración de su eficacia en la
prevención siguen siendo subutilizados, especialmente en
los ancianos por el temor a las complicaciones. Debido a
esto, nuevas drogas están emergiendo y una de ellas es
el ximelagatrán, un inhibidor directo de la trombina, el
cual tiene perfiles terapéuticos adecuados y menor
incidencia de sangrado. |
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