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VSG
y PCR son útiles para excluir la presencia de una
enfermedad inflamatoria activa.
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La
solicitud indiscriminada de pruebas inmunológicas (FR,
ANA) en pacientes con baja probabilidad clínica de
enfermedad sistémica autoinmune sólo conduce a
confusiones diagnósticas.
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Solicitar unos ANA sólo en pacientes con síntomas de
enfermedad reumática autoinmune, dado que estos
anticuerpos pueden ser positivos en muchas
enfermedades no reumáticas e incluso en sujetos
sanos.
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La
positividad de los ANA es un dato de laboratorio
esencial en el diagnóstico de algunos procesos
autoinmunes sistémicos como el LES, pero no sirven
para monitorizar la actividad de dicha enfermedad.
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Los
ANA se suelen determinar mediante una técnica de
inmunofluorescencia sobre células Hep-2 y se debe
consignar tanto el patrón de fluorescencia como la
cantidad de anticuerpos (título).
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Se
consideran positivos los títulos de ANA ≥1/160, pero
no se deben utilizar mediciones seriadas ya que no
hay correlación con el curso de las enfermedades
autoinmunes sistémicas.
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Los
anticuerpos anti-dsDNA, anti-Sm y anti-P ribosomal
son muy específicos de LES.
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Los
anticuerpos anti-Ro/SSA se pueden hallar en
pacientes con LES y ANA negativos. Se detectan
frecuentemente en el síndrome de Sjögren y también
se relacionan con el desarrollo de lupus neonatal.
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La
investigación de ANCA debe combinar la técnica de
inmunofluorescencia con los ensayos específicos de
antígeno (ELISA).
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Los
c-ANCA anti-PR3 son muy específicos de enfermedad de
Wegener.
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Los
p-ANCA anti-MPO se detectan con frecuencia en el
síndrome de Churg-Strauss y en la poliangeítis
microscópica.