A nadie se
le ocurriría desarrollar la hepatología sin referirse al
hígado o la hematología prescindiendo de los elementos
formes de la sangre. Sin embargo, durante años, hemos
llenado libros y congresos hablando de hipertensión
arterial y - paradójicamente – sin hacer demasiada
referencia a las arterias. Por ello, en temas de
hipertensión, los médicos desviamos la atención casi
instantáneamente al corazón y estudiamos la hipertrofia
ventricular o al riñón y nos volcamos a la albuminuria.
Hemos construido la “hipertensología” con un cierto
desprecio por el estudio de la estructura y función
arterial.
En los
últimos tiempos el olvido de la arteria ha comenzado a
disiparse y –ya desde el año 2007- las guías de la
Sociedad Europea de Hipertensión Arterial, puntualizan
la necesidad de evaluar (en la mayor cantidad posible de
pacientes hipertensos) la rigidez arterial a través de
la medición de la velocidad de onda de pulso y el
remodelado arterial, con el espesor íntima media.
Un nuevo
enfoque, con inclusión de la cuestión arterial, además
de ser más abarcativa de la realidad del paciente con
hipertensión o enfermedad vascular, tiene consecuencias
en el manejo clínico. Veamos algunos casos concretos:
1. ¿ Es
similar la necesidad de medicación en un paciente de 45
años con hipertensión estadío I sin otros factores de
riesgo, con velocidad de onda de pulso (medida de
rigidez arterial) de 7 metros por segundo o de 11 metros
por segundo?. Éste último tiene peor pronóstico y muy
probablemente requiera el inicio más temprano de
medicación y se beneficie de drogas que modulan dicha
rigidez arterial ( ejemplo: IECA).
2.¿Es igual un
paciente con colesterol total de 220 y riesgo
cardiovascular bajo por Framingham, con espesor íntima
media en percentil 25 que otro con igual perfil lipídico
y espesor íntima media aumentado y placas lipídicas en
ambos bulbos carotídeos? Seguramente el segundo
requerirá estatinas y aspirina y no tanto el primero.
3. ¿ Tienen
igual riesgo dos pacientes diabéticos con hemoglobina
glicosilada de 7 mg%, uno con placas carotídeas y
femorales bilaterales y disfunción endotelial medida por
vasodilatación mediada por flujo y otro con laboratorio
vascular no invasivo normal? Dentro del riesgo del
diabético, el primero sin duda está peor.
4. ¿Es lo
mismo utilizar una droga que reduce la presión
periférica más que la central, como el atenolol , o es
conveniente medir y reducir la presión central? Se ha
demostrado que la presión central tiene mayor valor
pronóstico que la presión braquial (European
Heart Journal (2010) 31, 1865–1871)
5. ¿Se tratan
de la misma manera dos hipertensos de 38 años: uno con
resistencias vasculares sistémicas de 1600 dynas/seg/cm-5
(normal) y volumen minuto de 4,4 litros/minuto (también
normal) y otro con resistencias de 650 (reducida) y
volumen minuto de 11 litros (elevado)? Se pueden conocer
esas variables en forma no invasiva: al primero se lo
medica con vasodilatadores y al segundo con beta
bloqueantes. Si no fuera así, es más que probable que el
“vasodilatado” se sienta peor con IECA o ARA II.
6. Y si un
paciente tiene hipertensión arterial por cifras en el
brazo y no por presión central: debe medicarse? Es
frecuente ver en paciente longilíneos, no fumadores y
deportistas, presión elevada en el brazo y normal en la
aorta, por un fenómeno de amplificación periférica, en
un circuito arterial elástico. Se ha publicado
recientemente que dicha patente no sería pasible de
recibir medicación (
J
Hypertens 29:1311–1319).
En definitiva,
los enfoques poblacionales son útiles para darnos marcos
referenciales y entornos lógicos en el manejo de
nuestros pacientes. Pero los médicos con orientación
clínica estamos llamados a atender seres humanos
individuales, con nombre y apellido; no atendemos
poblaciones. Y deberíamos personalizar el riesgo, la
afectación aterosclerótica y la necesidad de fármacos en
cada caso. ¿Para qué le sirve a un paciente con una
placa carotídea con 40 % de obstrucción tener un
colesterol “poblacionalmente” correcto – LDL 128 mg/dl,
por ejemplo- si ese valor no le previno su enfermedad o
tener 78 mg/dl de HDL si tiene placas carotídeas y
femorales?.
Volviendo a
las arterias, ¿qué información pueden darnos? A
continuación se desarrollan los conceptos básicos de la
prácticas que hoy podemos hacer para estudiar las
arterias, en su estructura y función.