VELOCIDAD DE LA ONDA DE PULSO:
la sangre
circula por dentro de la aorta a una velocidad de uno a
dos metros por segundo, pero la perturbación de la pared
aórtica que genera cada latido cardíaco, transita por la
misma a mucha mayor velocidad. En un joven dicha
velocidad es de 5 o 6 metros por segundo. Y llega a 12 o
13 metros por segundo hacia la octava década de la vida.
Esta
variable puede ser medida colocando dos transductores,
uno en la carótida y otro en la femoral, y nos da un
parámetro validado y simple de la rigidez de la aorta y
por lo tanto del árbol arterial en general.
Actualmente el “patrón oro” para la medición de rigidez
arterial es la velocidad de onda de pulso carótido
–femoral. (European Heart Journal 2006; 27, 2588–2605) y
si está incrementada es un indicador precoz de
arteriosclerosis.
Se
investigó la utilidad de la VOP como marcador de riesgo
en poblaciones, en el estudio de Framingham, con 2.232
participantes, seguidos 7,8 años, que reveló que el
aumento de este parámetro se asoció a un 48 % de aumento
del riesgo cardiovascular y permitió una mejor
estratificación, por encima de los factores de riesgo. (Circulation
2010;121:505-511). Es importante aclarar que para
establecer el valor normal para la edad uno debe
referirse a tablas de distribución poblacional o en
hipertensos (Eur
Heart J
(2010)
31(19):
2338-2350)
![](Img_esp_57_Fto_01.jpg)
Registro
de velocidad de onda de pulso