5.
PRESIÓN
ARTERIAL CENTRAL Y AUMENTACIÓN AÓRTICA:
en los últimos cinco
años y en especial a partir de las conclusiones del
estudio Café , subestudio del Ascot (Circulation.
2006;113:1213-1225), se ha prestado especial atención a
la presión arterial aórtica o central, que es la que -
finalmente- condiciona el daño de órgano blanco . Se
distingue de la presión arterial braquial o periférica,
que es la que nos brinda el tensiómetro convencional. A
través de un dispositivo llamado Arteriógrafo,
se puede conocer la presión arterial central y el grado
de aumentación aórtica, que nos marca el grado de
incremento en la onda de presión aórtica generado por la
onda reflejada. A mayor rigidez arterial, más precoz es
la llegada de la onda reflejada y mayor la aumentación
aórtica, sobrecargando al ventrículo izquierdo por
aumento de la post-carga y menor perfusión diastólica.
El grado de aumentación se ha asociado en forma
significativa a eventos cardiovasculares en diferentes
poblaciones. Otro dato crucial es que las diversas
drogas antihipertensivas generan diferentes efectos en
la presión arterial central.