¿Tiene este paciente adulto una Artritis Séptica?
Does this adult patient have septic arthritis?
JAMA. 2007 Apr 4;297(13):1478-88.
Los diagnósticos diferenciales frente a un
paciente con una monoartritis son amplios e incluyen
causas infecciosas, depósito de microcristales,
osteoartritis, trauma y una gran variedad de
enfermedades sistémicas que pueden manifestarse con este
síntoma. De todas ellas, la artritis infecciosa no
gonocócica es sin duda el tipo más peligroso y
destructivo de monoartritis.
Los términos artritis infecciosa y artritis séptica a
menudo se utilizan como sinónimos; sin embargo, en el
sentido correcto del término, artritis séptica es un
tipo de artritis infecciosa originada por gérmenes
piógenos. Sin embargo, debido al amplio empleo de los
términos de modo indistinto, serán empleados de la misma
forma en el presente, aclarando solamente cuando se haga
referencia a una artritis gonocócica.
A pesar de que la artritis gonocócica es la etiología
más frecuente dentro de las artritis infecciosas,
origina menor morbilidad y suele presentarse de modo
distinto. Las mujeres se ven afectadas de 2 a 3 veces
más que los hombres, y una tenosinovitis migratoria
suele acompañar a la artritis. La tinción de Gram del
líquido sinovial es positiva en menos del 10% de los
pacientes, y los cultivos suelen ser negativos también.
Como la respuesta al tratamiento es generalmente rápida
y completa, esta forma de artritis infecciosa suele ser
menos destructiva que la no gonocócica.
Si bien cualquier patógeno puede ocasionar una artritis
séptica, los estafilococos y los estreptococos son los
más frecuentes. En general la artritis séptica es
monoarticular y ocurre más frecuentemente en grandes
articulaciones periféricas. La descripción clásica del
cuadro es una inflamación aguda y dolorosa de la
articulación afectada, con limitación en el rango de
movimiento. La fiebre y los escalofríos son comunes,
pero pueden estar ausentes. El diagnóstico es confirmado
mediante tinción de Gram del líquido sinovial o cultivo
del mismo. Por ello, cuando se sospecha este
diagnóstico, la artrocentesis es mandataria. Si
existiera una zona de celulitis sobre el área a punzar,
se debería intentar el acceso a la articulación por otro
sitio. Cuando esto no es pasible, hay autores que
recomiendan realizar la artrocentesis de todos modos,
aunque no existe acuerdo al respecto.
La sensibilidad de la tinción de Gram del líquido
sinovial se ha informado entre apenas 29% a 50%. A pesar
de que el cultivo de líquido sinovial es considerado el
“gold standard” (patrón de oro) para evaluar la
presencia de artritis séptica, este método es bastante
imperfecto; tiene una sensibilidad informada de 75% a
95%, aunque se calcula que rondaría en el 82%.
Las radiografías de la articulación suelen ser normales
o mostrar cambios inespecíficos durante el período
agudo; incluso los cambios detectados por RNM son
imprecisos y pueden observarse en otras artropatías
inflamatorias no infecciosas.
Los autores de la presente revisión llevaron a cabo una
extensa búsqueda bibliográfica en las Bases de Datos
PubMed y Embase a fin de encontrar artículos con el
rigor científico adecuando para ser incluidos en su
análisis.
La prevalencia reportada de artritis séptica a partir de
2 estudios prospectivos fue de 8% y 27%; así, los
autores establecieron que esta prevalencia pre-test no
es lo suficientemente baja ni elevada por sí misma para
adoptar un tratamiento con adecuada seguridad.
Respecto a los factores de riesgo para padecer una
artritis séptica, el valor de cada uno de ellos fue
calculado en base a los estudios escrutados y se
menciona a continuación (ordenados según relevancia):
v
Prótesis de cadera o rodilla asociada a infección de la
piel: LR+ 15 (IC 8.1 , 28.0)
v
Cirugía articular reciente: LR+ 6.9 (IC 3.8 , 12)
v
Edad >80 años: LR+ 3.5 (IC 1.8 , 7.0)
v
Prótesis de cadera o rodilla: LR+ 3.1 (IC 2.0 , 4.9)
v
Infección de la piel: LR+ 2.8 (IC 1.7 , 4.5)
v
Diabetes: LR+ 2.7 (IC 1.0 , 6.9)
v
Artritis reumatoidea: LR+ 2.5 (IC 2.0 , 3.1)
v
Infección por HIV: LR+ 1.7 (IC 1.0 , 2.8)
Todos ellos poseen un LR- bajo, es decir, ninguno
disminuye de un modo importante el riesgo de padecer la
enfermedad cuando no se encuentran en un paciente en
quien se sospecha esta etiología.
Solo 6 estudios de los incluidos en la presente revisión
evaluaron la sensibilidad de los síntomas para el
diagnóstico de artritis séptica, pero lamentablemente
ninguno de ellos evaluó especificidad (con lo cual los
LR no pudieron ser calculados para estos indicadores).
Así, la sensibilidad reportada para los distintos
signos/síntomas fue:
v
Dolor Articular 85% (IC 78 , 90)
v
Historia de edema articular 78% (IC 71 , 85)
v
Fiebre 57% (IC 52 , 62)
v
Escalofríos 27% (IC 20 , 34)
v
Rigidez 19% (IC 15 , 24)
Los dos primeros síntomas tienen una adecuada
sensibilidad pero, pese a no disponer de datos respecto
de su especificidad, es bien conocido que varias
monoartritis de distinta etiología pueden presentarse
con ellos. Esto hace suponer que su especificidad no
debe ser muy elevada. Sin embargo, su valor podría
radicar en el hecho de enfatizar la población en que
esta patología debe ser especialmente descartada.
El único estudio que calculó el LR de la presencia de
fiebre en la artritis séptica contó sólo de 80 pacientes
y, sorprendentemente, arrojó un valor de LR+ 0.67; es
decir que según este trabajo la posibilidad de padecer
artritis séptica fue menor entre pacientes con fiebre.
Lamentablemente el número escaso de pacientes estudiados
no permite que las conclusiones tengan el suficiente
peso. Ciertamente sería muy interesante contar con
nuevos datos al respecto.
En lo que concierne al laboratorio, tanto la
leucocitosis como la velocidad de eritrosedimentación
(VES) tienen buena sensibilidad pero muy baja
especificidad, lo que conlleva a que su LR+ sea <1.5.
Sin embargo una eritrosedimentación baja es uno de los
pocos parámetros con un LR- moderadamente adecuado, de
0.17. La PCR no sería, según esta revisión, un dato de
interés tanto si se encuentra elevada como si su valor
fuera normal.
Los leucocitos en líquido sinovial poseen un LR+ que se
incrementa en la medida en que aumenta el recuento de
los mismos; así, es de 2.9 cuando es >25.000/µL, pasando
a 7.7 cuando es >50.000/µL y de 28.0 cuando es >100.000/µL.
En este último caso, si bien su IC se incrementa
notoriamente (12-66) su valor inferior continúa siendo
suficientemente elevado para ser de gran utilidad. Sin
embargo, a ningún valor posee un LR- adecuado. Un
recuento de PMN >= a 90% tendría un LR+ de 3.4, tampoco
siendo útil su LR-.
De los otros marcadores de inflamación, la glucosa
disminuida en el líquido sinovial (definida como la
relación glucosa sérica/sinovial <0.5 o 0.75, glucosa en
líquido sinovial <0.27 g/L o ambas) presentó un LR+ de
3.4 (IC 2.2-5.1), no demostrando valor ni el aumento en
las proteínas ni el nivel de LDH en líquido sinovial.
Los autores de la presente revisión consideraron que el
valor de glucosa en líquido sinovial no es un marcador
de utilidad. Si bien es cierto que su LR+ no es el
óptimo, atendiendo a su bajo costo y al hecho de que la
artrocentesis se lleva a cabo de todos modos, disiento
frente a esta afirmación y considero que encontrar
cifras disminuidas de la misma hablaría a favor de una
artritis infecciosa (ciertamente no de modo
concluyente), aunque encontrar niveles normales no
disminuiría la posibilidad de padecer la enfermedad (en
otras palabras, no tiene un adecuado LR-).
Algunos marcadores de inflamación menos difundidos han
sido y siguen estudiándose, pese a no estar disponibles
aún para la práctica diaria. En general poseen muy buena
sensibilidad, aunque su especificidad es baja, como
ocurre con IL-6 e IL-1β. Una excepción es el TNF-α, el
cual a una sensibilidad muy elevada agrega una
especificidad bastante aceptable. Sin embargo más
evidencia es necesaria al respecto.
Si bien no era el objetivo principal de la misma, los
autores aclaran que es importante interrogar
detalladamente respecto del comportamiento sexual del
paciente que consulta por mono-oligoartritis y, frente a
conductas de riesgo, incluir tratamiento frente a
Neisseria gonorrhoeae.
Esta revisión presenta como principal contra, en palabra
de sus propios autores, la falta de estudios con alto
nivel de evidencia. Esto puede haber afectado el cálculo
de los LR en ambos sentidos. Adicionalmente, el no
poseer un adecuado “gold standard" puede afectar también
el análisis de la utilidad de otras pruebas. Quizá la
mejor alternativa frente a un relativamente poco
efectivo gold standard es combinar tanto el empleo de la
tinción de Gram, el cultivo y el seguimiento clínico del
paciente afectado.
Conclusiones
ü
En general ni la historia clínica, ni el examen físico
ni los datos de laboratorio tienen un peso suficiente
para confirmar ni descartar esta patología cuando ella
sea nuestro principal diagnóstico (es decir, tenga una
prevalencia pre-test moderada).
ü
La mayoría de los signos-síntomas descriptos como
“clásicos” tienen mayor valor al estar presentes que al
estar ausentes.
ü
Por lo antes expuesto, una artrocentesis debe ser
efectuada en la práctica totalidad de los pacientes que
consultan por monoartritis, cuando no exista evidencia
fundada de otro diagnóstico más probable. En caso de que
esto último ocurra, la pericia del médico deberá ponerse
en juego para decidir si aún así debe realizarse una
artrocentesis.
ü
Nunca debemos olvidar que pueden coexistir más de una
causa de dolor monoarticular (ej. gota o artritis
reumatoidea y artritis séptica sobreagregada).
ü
La ausencia de fiebre en modo alguno descarta una
posible causa infecciosa (e incluso podría incrementar
esta posibilidad).
ü
La artritis séptica es una urgencia infectológica en la
que se ha demostrado que un diagnóstico temprano y un
tratamiento adecuado disminuyen la destrucción articular
y la morbilidad asociada.
ü
La artrocentesis tiene la capacidad potencial de cambiar
el manejo clínico de estos pacientes. Dada la potencial
gravedad del cuadro, establecer un diagnóstico operativo
antes de contar con la confirmación del mismo puede ser
necesario.
ü
Un recuento bajo de leucocitos en el líquido sinovial no
puede descartar la posibilidad de una artritis séptica.
ü
No hay hasta el momento evidencia de que los síntomas
del paciente ni los hallazgos del examen físico sean
útiles para predecir una artritis infecciosa
no-gonocócica.
Comentario
Al evaluar un paciente con monoartritis establecer la
etiología de la misma puede ser difícil utilizando sólo
la historia clínica y el examen físico, debido a la
falta de signos y síntomas específicos 1. Identificar la
presencia de factores de riesgo y realizar una
artrocentesis son las acciones más útiles para arribar a
un diagnóstico adecuado. Algunos factores de riesgo que
deben ser tenidos en cuenta, y que no se analizaron en
la presente revisión son el empleo de drogas
endovenosas, el alcoholismo y el bajo nivel
socio-económico 2, algunos de especial relevancia en
pacientes jóvenes, junto a conductas sexuales de riesgo.
La Liga Europea Contra el Reumatismo (EULEAR) ha
establecido que frente a una monoartritis, si el
paciente es masculino la probabilidad de que se trate de
gota se incrementa notoriamente; además, la
insuficiencia renal crónica, hipertensión, obesidad y la
presencia de otras enfermedades cardiovasculares también
incrementan la probabilidad de esta etiología, aunque de
modo menor 1 (y en forma decreciente según se han
listado). La presencia de cuadros similares anteriores,
el rápido desarrollo de la máxima inflamación (menor o
igual a un día), la afectación de la primera
articulación metatarsofalángica o la observación de
tofos son también datos de gran peso a favor de una
crisis gotosa, principal diagnóstico diferencial de la
artritis séptica.
Por otro lado la articulación que con mayor frecuencia
se afecta en la artritis séptica es la rodilla 1-4,
seguida por la cadera y el hombro. Los microorganismos
posiblemente relacionados dependerán de la edad,
patologías articulares previas y de otros factores de
riesgo, como así también de la presencia de infecciones
concomitantes en otros sitios 1-4. El recuento de
leucocitos y el porcentaje de polimorfonucleares proveen
la mayor utilidad para identificar una posible artritis
séptica, mientras se aguarda el resultado de la tinción
de Gram y del cultivo. Si bien los métodos de imágenes
no tendrían mayor utilidad para el diagnóstico durante
la fase aguda, se ha sugerido que la obtención de
radiografías sería de valor para evaluar el daño
articular futuro 2 (grado de recomendación C).
La biopsia de la sinovial no es un procedimiento que se
realice de rutina, pero debe considerarse ante la
sospecha de gérmenes de crecimiento lento (como
Mycobacterium tuberculosis) 2,3; esta decisión debe
ser coordinada por especialistas.
Los pacientes con afecciones articulares previas tienen
mayor riesgo de artritis séptica; por lo tanto, ésta
debe ser considerada antes de aceptar que los síntomas
se deben a una exacerbación de su patología de base 3,4.
En ellos, las formas de presentación poliarticulares son
más frecuentes, como así también el comienzo solapado y
las manifestaciones menos floridas. Por otro lado la
exacerbación de su enfermedad puede deberse a una
artritis séptica concomitante 4. Una articulación con
mayor sintomatología que el resto, o un dolor desmedido
en relación con la magnitud de la exacerbación deben
alertarnos respecto de una posible artritis séptica
3. Especial atención merecen los pacientes con Artritis
Reumatoidea que estén recibiendo corticoides, drogas
modificadoras de la enfermedad (DARME) y principalmente
anticuerpos monoclonales, ya que en ellos los síntomas
pueden ser casi imperceptibles, pero las consecuencias
sumamente devastadores 3,4, con riesgo incrementado de
sepsis e incluso muerte.
Si bien este cuadro constituye una urgencia
infectológica, prácticamente no existen motivos para
instaurar un tratamiento antibiótico antes de tomar las
muestras correspondientes; hacerlo sería perder la
posibilidad de rescatar el germen causal de la misma,
con todo lo que ello significa 1-4.
Referencias
1- Ma L, Cranney A, Holroyd-Leduc JM. Acute
monoarthritis: what is the cause of my patient's painful
swollen joint? CMAJ. 2009 Jan 6;180(1):59-65.
2- Coakley G, Mathews C, Field M, Jones A, Kingsley G,
Walker D, Phillips M, Bradish C, McLachlan A, Mohammed
R, Weston V; British Society for Rheumatology Standards,
Guidelines and Audit Working Group. BSR & BHPR, BOA,
RCGP and BSAC guidelines for management of the hot
swollen joint in adults. Rheumatology (Oxford). 2006
Aug;45(8):1039-41. Epub 2006 Jul 6.
3- Kherani RB, Shojania K. Septic arthritis in
patients with pre-existing inflammatory arthritis.
CMAJ. 2007 May 22;176(11):1605-8.
4- Al-Ahaideb A. Septic arthritis in patients with
rheumatoid arthritis. J Orthop Surg. 2008 Jul
29;3:33. |