Respuesta hipertensiva aguda en pacientes con Stroke.
Patofisiología y manejo
Circulation 2008; 118:176-187.
El aumento agudo en la presión arterial, luego de
ocurrido un accidente cerebrovascular es una situación
sumamente frecuente.
Elevaciones de PA por encima de 140/90 mmHg se observa
en el 60% de los pacientes que padecen dicho evento,
fundamentalmente en el ACV hemorrágico intracerebral, en
donde dichos registros de HTA pueden observarse hasta en
el 80%.
La importancia pronóstica surge de una revisión sistemática de 18
estudios, que demostró que los pacientes con accidente
cerebrovascular e HTA al ingreso presentan un 1.5 a 5,0
veces mayor riesgo de muerte o deterioro clínico.
Determinar cual es el nivel de PA óptimo, para tratar cada sub-tipo
ACV y cual/les drogas son las más adecuadas para
lograrlos y cual es el mejor momento para instaurar
dicho tratamiento motivaron la realización de esta
revisión.
La misma se realizó sobre estudios clínicos aleatorizados,
controlados, observacionales y algunos no randomizados
surgidos entre 1980 a 2007.
Se sostienen los protocolos de actuación y tratamientos de ACV
National Institutes of Neurological Disorders and Stroke
(NINDS) dividiéndolos en
isquémicos o hemorrágicos intracerebrales. Para el
tratamiento del sub-tipo de ACV Isquémico, debe
diferenciarse por un lado aquellos pacientes candidatos
a tratamiento fibrinolítico, para los cuales es
necesario antes, durante y luego de dicho tratamiento
sostenerlos en valores de PA menores de 185/110 mmHg, ya
que valores por encima de dichos registros se asocian a
mayor riesgo de hemorragia intracerebral. El control de
PA de estos pacientes debe realizarse con drogas como:
labetelol, nicardipino, nitroprusiato, las cuales deben
administrarse por vía endovenosa.
De la interpretación de esta revisión se deduce que en el sub-tipo
de ACV isquémico, existe una mayor tasa de muerte y
déficit neurológicos en pacientes con alta o baja
presión arterial sistólica al ingreso. Fundamentalmente
en el estudio International Stroke Trial se ve que la
curva de mortalidad y el mayor déficit neurológico
presentan forma de U en ambos extremos de PA, siendo el
edema cerebral y la transformación hemorrágica las
principales causas en contexto HTA y las fallas
coronarias y multisistémicas en contexto de hipotensión.
De los distintos estudios relevados, se desprende que es
muy controvertido el tratamiento de la HTA en los ACV
Isquémicos agudos, y que la mayoría de las
recomendaciones actuales se basan en observaciones. La
rápida reducción de la misma se asocia con mayor riesgo
de deterioro neurológico en algunos estudios, si bien
esta relación causal no se ha demostrado en forma
concluyente.
En el estudio
ACCESS se observó
una reducción en la
mortalidad a largo plazo y de ocurrencias de eventos
cardiovasculares en pacientes que recibieron desde el
primer día inhibidores de angiotensina y bloqueadores de
los receptores de angiotensina (Candesartan) en
comparación con un grupo asignados a placebo, pero no se
observó diferencias en la incapacidad final de ambos
grupos, no obstante se trata de un estudio pequeño, por
lo tanto dichos beneficios no se consideran
concluyentes.
También es importante remarcar que tras 10 días de producido el ACV
en la mayoría de los estudios las cifras de tensión
arterial en forma espontánea y sin mediar tratamiento
anti-hipertensivo se reducen en 20 mmHg aproximadamente,
hecho que se debe tener en cuenta al momento de
determinar la colocación y dosis de tratamiento
antihipertensivo.
Las
American Stroke Association and the European Stroke
Initiative solo recomiendan
aplicarlos cuando PA sistólica supera los 200-220 mm Hg
o PA diastólica supera los 120 mmHg.
La decisión final de la conducta a seguir ante el valor
de PA también debe adecuarse al paciente en particular,
teniendo en cuenta las comorbilidades que puede
presentar.
Sin embargo, esta previsto en los próximos 5 años la
finalización de grandes estudios clínicos cuyas
conclusiones permitirían modificar las recomendaciones
actuales.
Comentario: Dr.
Adrián Chapelet - Tutor de Residentes de Clínica Medica
Hospital Intendente Carrasco, Rosario.
Recibido: Octubre de 2008 |