INTRODUCCIÓN
La
agitación o excitación psicomotriz suele ser uno
de los cuadros de presentación más frecuente en los
diversos ámbitos profesionales, y a su vez uno de los
más exigentes tanto a nivel institucional como
profesional. La presencia de un paciente agitado, a
veces confuso, y generalmente demandante u hostil, suele
generar profundas reacciones en el personal sanitario
que puede, por esto, ver comprometido su accionar.
Existe una tendencia (al menos en nuestro medio) a
menospreciar el enfoque diagnóstico de estos cuadros y a
atribuirle inmediatamente un origen psiquiátrico. Sin
embargo, a su origen pueden contribuir también, muy
frecuentemente, trastornos orgánicos que pueden
representar en lo inmediato un peligro para la vida del
paciente (9).
La
agitación ocurre en el 10 % de los pacientes que acuden
a las instituciones psiquiátricas de urgencia (TREC
Collaborative Group, 2003), en el 11 al 50 % de los
pacientes con lesiones craneoencefálicas traumáticas,
hasta en el 67 % de los pacientes con Delirium, y en el
93% de los pacientes con Demencia (Haskell, 1997).
En las Unidades de Cuidados Intensivos, hasta el 71 % de
los pacientes puede presentar agitación (Siegel, 2003)
(12).
El
síndrome de agitación psicomotriz no constituye en sí
mismo una enfermedad, sino una conducta que puede ser
manifestación de gran variedad de trastornos, tanto
psiquiátricos como orgánicos (4).
En
la aparición de una conducta de violencia o agitación,
en general, se imbrican gran variedad de factores, tanto
innatos como exógenos o ambientales, que interactúan
entre sí y que deben ser identificados por el clínico en
la evaluación del paciente, entre otras razones porque
pueden tener implicaciones terapéuticas (4).
Pretendemos en este trabajo hacer una descripción de los
aspectos clínicos que involucran estas situaciones, y su
manejo en los diferentes terrenos de la práctica clínica
(guardia, sala general, consultorio, etc.), para luego
dar paso a una revisión acerca de las innovaciones
terapéuticas y los protocolos actuales surgidos de la
medicina basada en la evidencia.