ETIOLOGIA
La
excitación psicomotriz (EPM) puede deberse a tres grupos
de causas:
1-
Delirium (síndrome
confusional o síndrome cerebral agudo):
su nota distintiva la
constituye la afectación de la conciencia, representada
por una alteración del nivel de alerta, una disminución
de la atención, y la pérdida de la orientación, sobre
todo la temporal. De acuerdo con la gravedad del cuadro,
podemos encontrar, además, alteraciones de la memoria a
predominio reciente, del lenguaje y del ciclo
sueño-vigilia. La esfera emocional puede encontrarse
afectada (ansiedad, miedo, labilidad, depresión).
Pueden
encontrarse también síntomas psicóticos con contenidos
delirantes, y alteraciones sensoperceptivas, como
ilusiones o alucinaciones, de cualquier modalidad,
aunque más frecuentemente visuales.
Hay que
tener presente que el comienzo agudo y la fluctuación en
la intensidad sintomática a lo largo del día (con mayor
frecuencia de aparición al atardecer “síndrome de la
puesta del sol”), son dos claves útiles para su
diagnóstico.
Alta
mortalidad (25-60 % a los 6 meses).
Tenemos
que distinguir que la EPM puede formar parte de lo que
conocemos como “Confusional excitado”, en contraposición
al cuadro opuesto, que se manifiesta con letargo y
marcada disminución de respuesta a estímulos, y no se
observa agitación (“Confusional hipoactivo”). Hay una
tercera forma de presentación del Delirium, el tipo
“mixto”, que es el más frecuente y combina a los dos
anteriores.
No hay
que olvidarse que todo cuadro de Delirium se produce por
una o varias causas orgánicas subyacentes (entidades “no
psiquiátricas”, abstinencia o intoxicación por drogas),
por lo cual, para que el paciente recupere su lucidez,
deberemos atender dichas causas (8).
2-
Trastornos psicóticos no
asociados a Delirium:
en estos cuadros la conciencia no se ve afectada,
caracterizándose la clínica principalmente por la
presencia de vivencias delirantes, alucinatorias o
conductas desorganizadas. Los delirios suelen tener
contenido más extraño que en el Delirium, y las
alucinaciones son predominantemente auditivas. Los
trastornos afectivos, incluyendo los cuadros de manía,
se vinculan en menor medida a episodios de agitación,
aunque pueden ocurrir.
Algunas
enfermedades pueden producir cuadros psicóticos con
agitación sin Delirium, por ejemplo la cerebritis lúpica,
la psicosis corticoidea, el hipertiroidismo o la
porfiria aguda intermitente, entre otras. Por otra
parte, tanto accidentes cerebrovasculares como
traumatismos de cráneo, tumores cerebrales y epilepsias
parciales complejas, pueden presentar agitación sin
Delirium. Lo mismo ocurre con el consumo de algunas
sustancias, ejemplo alcohol, inhalantes, marihuana,
barbitúricos y benzodiazepinas, entre otras (9).
3-
Trastornos no psicóticos
con agitación, no asociados a Delirium:
·
Trastornos de Ansiedad: los pacientes con crisis de
angustia, con cierta frecuencia, pueden presentar
episodios de agitación. Entre los otros trastornos de
ansiedad, se puede observar que algunos pacientes con
trastorno por estrés agudo/postraumático pueden sufrir
agitación.
·
Trastornos de Personalidad: especialmente el antisocial
y el límite pueden presentar episodios de agitación y
violencia.
·
Trastornos Adaptativos: bajo ciertas circunstancias
estresantes o de gran demanda emocional, pueden
presentarse episodios de agitación en personas
vulnerables, sin psicopatología de base (9).