Renalasa en ERC y relación
riñón-corazón:
Las ratas sometidas a nefrectomía
5/6 (remoción de aproximadamente el 85% del tejido
renal) desarrollan ERC y la mayoría de las anormalidades
asociadas, incluyendo aumento de la ANS, HTA e
hipertrofia ventricular izquierda (HVI) (14). Este
modelo se lo considera como un modelo excelente de ERC y
estos animales desarrollan una severa deficiencia de
renalasa, entre 2 a 3 semanas post cirugía. Se examinó
los niveles de renalasa en tejido renal y cardíaco, por
inmunocitohistoquímica, hallándoselos marcadamente
reducidos. Aunque la infusión de adrenalina puede
activar la renalasa en este modelo, la magnitud y
duración de esta activación fue significativamente menor
que en las ratas controles. Todos estos datos demuestran
que la elevación de las catecolaminas plasmáticas se
debe a una marcada disminución de la renalasa y de su
actividad.
Como la NA
cardíaca, se incrementa hasta 600 veces durante la
isquemia cardíaca y dado que la renalasa se expresa en
el corazón. Se testeó si la renalasa recombinante tiene
un efecto protector sobre el miocardio durante la
isquemia. En un modelo de corazón de ratón aislado y
prefundido, la función ventricular izquierda fue mejor
preservada, en forma significativa, en corazones
perfundidos con renalasa. La renalasa también disminuyó
el tamaño del área infartada, en un 54%. Estos datos
indican que la renalasa reduce el daño miocárdico
durante la isquemia aguda y que su expresión está
disminuida en la ERC. Se plantea como hipótesis a
demostrar que la deficiencia de renalasa cardíaca puede
explicar en parte el aumento de la susceptibilidad a
daño isquémico miocárdico y arritmias ventriculares en
los pacientes con ERC.
En la
figura 2 se resume el rol fisiopatológico de la renalasa,
poniendo énfasis en su rol sobre la isquemia cardíaca y
la HTA. En dudas sobre su acción y protección en la
injuria renal (isquemia) (18) .
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