Dossier de Octubre:
Maniobras de rescate en SDRA
Dr. Juan Carlos Pendino
En pacientes con Síndrome de Dificultad Respiratoria
Aguda (SDRA), muchas veces nos vemos en la difícil
situación de mantener un adecuado intercambio gaseoso
mientras que a la vez se intenta evitar el potencial
daño pulmonar generado por la ventilación mecánica (VILI,
de Ventilator – Induced Lung Injury). Hipoxemia
severa generada por fracciones de shunt muy elevadas,
altas presiones en la vía aérea como consecuencia de
compliance pulmonares muy reducidas o también una
acidosis respiratoria grave a consecuencia de una
fracción de espacio muerto marcadamente aumentada son
algunas de las situaciones más comunes. En estos casos y
con el objetivo de mejorar el intercambio gaseoso,
muchas veces apelamos a tratamientos que carecen de la
evidencia suficiente para recomendarlos rutinariamente y
que no están exentos de riesgos. El Artículo de
Educación Médica Continua de la revista Critical Care
Medicine del mes de Agosto de 2010 hace una revisión
extensa de las denominadas “terapias de rescate”. Este
término permite inferir que pueden ser efectivas y como
en un futuro se pudiera demostrar su utilidad, es
preferible llamarlas “terapias no probadas”.
Es importante a la hora de aplicar alguno de estos
tratamientos, utilizar definiciones adecuadas en
pacientes con SDRA ventilados con modalidad protectiva
que evidencien la severidad del problema subyacente. En
opinión de los autores, parece útil identificar
rápidamente a los pacientes con SDRA severo y de alto
riesgo de muerte cuando tienen un score de severidad
≥ 3 (ver tabla; Anexo). Una
vez que se identifica la severidad del proceso y se
aplican estrategias ventilatorias de tipo protectivo
pero se detectan anormalidades relacionadas con
alteración del intercambio gaseoso, con presiones
elevadas en la vía aérea o con acidosis respiratoria, se
debe pensar en utilizar este tipo de tratamientos no
probados.
Se detallan las anormalidades en cuestión:
·
Hipoxemia refractaria: SaO2
< 90 % por al menos una hora, mientras se ventila con
FIO2
≥
80%.
·
Presión plateau (Ppla) > 30-35
cmH2O a pesar de ventilación con volumen
tidal (VT) 4-6 ml/kg de peso teórico.
·
Acidosis refractaria: pH igual o < de
7,10 por al menos una hora.
Es preciso recordar que el valor de presión plateau
o meseta (Ppl) tolerado, dependerá del tiempo que lleva
con cifras altas de la misma y de la compliance
tóraco-abdominal. Por ejemplo, si la hay distensión
abdominal (compliance tóraco-abdominal elevada) y
el SDRA lleva poco tiempo de evolución, se pueden
tolerar Ppla de hasta 35 cmH2O; de lo
contrario, no se debería superar el valor de 30 cmH2O.
La estrategia inicial debiera basarse en el uso de VT
reducidos y presiones inspiratorias bajas ya que hay
suficiente evidencia para recomendar su uso. La PEEP
debiera establecerse a valores fijados en las tablas que
relacionan los valores de PaO2 / FIO2
utilizados en los estudios sobre manejo respiratorio del
SDRA con el objetivo de mantener una SaO2 de
aproximadamente 90%. Para no sobrepasar una Ppla de 30
cmH2O, es probable que se deban utilizar VT
de 4 ml/kg, lo que originaría hipercapnia permisiva.
Debido a que se fijan frecuencias respiratorias
elevadas, se debe estar atento a no generar PEEP
intrínseco con esta modalidad. Si no hay inestabilidad
hemodinámica o shock se puede emplear una estrategia
conservadora en materia de manejo de fluidos.
Estrategias para mejorar
la hipoxemia severa
·
Maniobras de reclutamiento
(MR) y PEEP alto:
la base racional para su uso es expandir los alvéolos
colapsados y evitar el proceso de apertura y reapertura
alveolar evitando el daño por cizallamiento. Esto
permite mejorar la oxigenación, disminuir el riesgo de
VILI y mejorar la compliance. Normalmente las MR
consisten en mantener durante un tiempo breve, presiones
elevadas y sostenidas en la vía aérea a un nivel
superior a las que se consiguen ventilando con VT
habituales. Estas maniobras no están exentas de riesgo
ya que pueden favorecer la sobreinflación de unidades
alveolares no colapsadas con riesgo de VILI además de
deterioro hemodinámico. La aplicación de altos valores
de PEEP producirían efectos similares solo que sin
someter al pulmón a presiones inspiratorias elevadas.
Las MR son más efectivas cuando se aplican precozmente,
en pacientes con mayor deterioro del intercambio
gaseoso, con procesos difusos, compliance
disminuida y aumento de la ventilación de espacio
muerto. Si bien algunos estudios importantes no
encontraron disminución de la mortalidad con la
aplicación de estas técnicas, en alguno de ellos se
demostró un beneficio significativo en objetivos
secundarios, tales como menos episodios de hipoxemia
refractaria y muerte asociada con ellas, mayor número de
días libres sin ventilación mecánica y sin disfunción
orgánica y reducción en el uso de maniobras de rescate
para hipoxemia severa.
Se destacan los estudios LOVS (Lung Open Ventilation
Study) y EXPRESS (Expiratory Pressure Study Group).
Se aconseja el uso de
estas estrategias cuando existe hipoxemia grave que
puede poner en riesgo la vida del paciente en cuadros de
reciente comienzo y en forma precoz, cuando las Ppla
sean < de 30 cmH2O. No se recomendarían
cuando hay situación de inestabilidad hemodinámica o
shock, cuando hay barotrauma o la enfermedad no es
difusa. Es necesario contar con accesos vasculares para
aporte de fluidos por si hubiese deterioro hemodinámico
y una adecuada sedación para evitar asincronías entre el
paciente y el ventilador. Los autores recomiendan la
estrategia empleada en el estudio LOVS: MR caracterizada
por mantener una presión constante en la vía aérea de 40
cmH2O durante 40 segundos (esta técnica se
puede realizar con la modalidad CPAP, acrónimo de
Continuous Positive Airway Pressure). Durante el
procedimiento se mantiene la FIO2 en 100% y
una vez finalizado se mantiene el PEEP en 20 cmH2O
para ir disminuyéndolo progresivamente de acuerdo a
valores preestablecidos en una tabla que relaciona PEEP
/ FIO2. El PEEP óptimo que se obtiene debería
encontrarse entre 5-10 cmH2O del valor previo
a la MR para evitar el desreclutamiento y mantener el
pulmón “abierto”. Si se decide utilizar solo PEEP
elevados como MR se sugiere la estrategia del estudio
EXPRESS (el ajuste del PEEP se realiza de acuerdo a las
presiones en la vía aérea y se mantiene tanto como sea
posible, siempre y cuando las Pplat no superen un valor
de 28 a 30 cmH2O). Es muy importante evaluar
si ocurrió una mejoría en la oxigenación y en la
compliance luego del procedimiento entre 6 y 12 hs
después del mismo. Si esto no ocurre, no tendría sentido
repetir las MR. Es importante destacar que si durante la
ejecución de la maniobra ocurre empeoramiento de la
hipoxemia o hipotensión se debe abortar la misma. Es
necesario evaluar la posibilidad de que exista aumento
de la ventilación de espacio muerto, ya que puede
reflejar sobredistensión alveolar y se deba disminuir la
PEEP.
·
Posición Prona (PP):
su fundamento se basa en que el cambio de decúbito
supino a prono, produce reclutamiento de las regiones
más afectadas en el SDRA del pulmón que son las
dependientes y más atelectasiadas. Con la PP se produce
una disminución de las fuerzas compresivas extrínsecas y
permite mejorar la relación ventilación/perfusión sin
someter al pulmón a elevadas presiones en la vía aérea.
Las complicaciones no son muy frecuentes y generalmente
son de tipo local como edema facial, sufusiones
hemorrágicas conjuntivales y úlceras por contacto.
También existe riesgo de desplazamiento, acodamiento y
desinserción de catéteres vasculares, torácicos y
endotraqueales. Los estudios en los cuales se colocó a
los pacientes en PP durante 20 hs por día, mostraron una
tendencia hacia la disminución de la mortalidad,
comunicándose así mismo una mejoría en la oxigenación y
disminución de la Ppl.
Se debería considerar el uso de esta
estrategia cuando hay hipoxemia grave que puede poner en
riesgo la vida del paciente y cuando las Ppl sean
elevadas. Debería realizarse durante al menos 20 hs y
luego evaluar si hubo mejoría de parámetros de
oxigenación. De lo contrario no tiene sentido repetir la
maniobra. Es necesario contar con un personal entrenado
para estas maniobras.
·
Corticoides (CCD):
en teoría estos fármacos pudieran disminuir la
progresión del SDRA por inhibir la activación de
polimorfonucleares (PMN), la proliferación de
fibroblastos y el depósito de colágeno. Con el uso de
CCD se han reportado miopatía y polineuropatía graves
pero no complicaciones infecciosas siempre y cuando se
implemente una política de prevención de las mismas. Si
los CCD se comienzan a administrar después de 14 días de
evolución del SDRA, puede aumentar la mortalidad de esos
pacientes. No hay reportada una mejoría de la sobrevida
en los pacientes con SDRA tratados con esteroides. Sin
embargo se ha comunicado en SDRA y neumonías graves de
reciente comienzo, que el grupo de pacientes tratados
con CCD tuvieron mejoría de la hipoxemia y de los
scores de injuria pulmonar en los primeros días de
presentación del cuadro. Se puede considerar el uso de
esteroides en pacientes con SDRA, en los que han
fracasado los tratamientos previos pero no debiera
administrarse si el cuadro lleva más de dos semanas de
evolución o en aquellos pacientes que requieren bloqueo
neuromuscular o en los que se prevé su uso. Si se
utilizan se recomienda la metilprednisolona a 1 mg/kg/día.
Si al tercer día de tratamiento no hay mejoría de la
compliance, PaO2 / FIO2 y PCO2
con respecto al día de comienzo del tratamiento, se
sugiere suspender la administración de corticoides. Si
existiese mejoría de dichos parámetros se continuaría el
tratamiento aunque no hay un tiempo establecido como
óptimo. Parecería que un período adecuado de tratamiento
son 7 días, aunque algunos autores han hecho un llamado
de atención con respecto a la suspensión brusca de los
corticoides por riesgo de exacerbación del proceso
inflamatorio.
·
Ventilación de alta
frecuencia:
su fundamento es el uso de altas presiones medias en la
vía aérea para producir reclutamiento y mejoría de la
oxigenación. Existe el riesgo con este método de
ventilación de barotrauma, hipercapnia y deterioro
hemodinámico, además de la necesidad de sedación
profunda o relajación muscular. De acuerdo a algunos
trabajos habría una tendencia a una disminución en la
mortalidad con su uso. Se están llevando a cabo estudios
que permitirán obtener mayores conclusiones. Se
recomendaría su uso cuando hay hipoxemia severa y
presiones elevadas en la vía aérea. No debiera
utilizarse en presencia de shock, barotrauma refractario
(neumotórax persistente con dos drenajes torácicos del
lado involucrado o incremento del enfisema subcutáneo o
mediastinal a pesar de dos drenajes torácicos),
obstrucción de la vía aérea y aumento de la presión
endocraneana.
·
Oxido Nítrico Inhalado (ONI):
el ONI provoca vasodilatación en zonas aireadas del
pulmón lo que induce a la redistribución del flujo a
zonas mejor ventiladas con la consiguiente mejoría en la
oxigenación. También atenuaría la activación de PMN y
agregación plaquetaria. De todos modos, cuando el ONI se
disuelve en el alvéolo puede reaccionar con especies
reactivas del oxígeno con riesgo de citotoxidad. Algunos
trabajos han mostrado una tendencia a disminuir la
mortalidad, probablemente relacionada con las dosis
fijas de ONI administrados y los efectos adversos del
mismo una vez que la mejoría en la oxigenación fue
alcanzada. Pudiera ser una opción si hubo falla de otros
tratamientos, titulando adecuadamente la dosis hasta
lograr el objetivo. Si no hay respuesta se debería
discontinuar el tratamiento. En caso de ser efectivo su
uso, no deberá prolongarse más allá de 4 días.
Estrategias para mejorar
la acidosis respiratoria severa
·
Tratamiento con
buffers:
si bien la hipercapnia permisiva es una práctica bien
establecida, muchos médicos no son partidarios de esta
estrategia por el riesgo de la acidosis respiratoria que
puede ser severa fundamentalmente en presencia de shock
o disfunción orgánica. En presencia de acidosis
respiratoria, la tendencia a aumentar el VT debería ser
resistida ya que puede inducir VILI. Cuando se utiliza
bicarbonato, se producirá liberación de CO2
durante el proceso de tamponamiento y si no hay una
adecuada ventilación puede haber empeoramiento de la
acidosis respiratoria. El trishidroximetil aminometano (THAM),
es una base buffer no bicarbonato que no
incrementa la producción de CO2, de acuerdo a
lo reportado en pequeños estudios observacionales. No se
debe usar en insuficiencia renal (IR) con riesgo de
sobrecarga de volumen, hipoglicemia e hiperkalemia. En
el caso de acidosis respiratoria severa que ponga en
riesgo la vida y en ausencia de IR, se puede utilizar
THAM. Si está contraindicado su uso, se puede utilizar
bicarbonato con precaución. Se debe considerar la
terapia de reemplazo renal como la hemofiltración veno-venosa
continua (HFVVC) fundamentalmente si existe alguna otra
indicación para la misma. Si persiste la acidosis
respiratoria, se puede aumentar el VT 1-2 ml/kg y
considerar rápidamente algún tipo de soporte
extracorpóreo.
Estrategias para casos
refractarios
·
Soporte vital
extracorpóreo
(ECLS de Extracorporeal life support): su base es
el uso de un circuito veno-venoso y el pasaje de la
sangre a un oxigenador. Existen dos tipos de sistemas.
El primero es el ECMO (Extracorporeal Membrane
Oxygenation) que consiste en un circuito
extracorpóreo de alto flujo con un oxigenador de
membrana y el segundo es un sistema extracorpóreo de
bajo flujo que permite remover el CO2 (RECO2).
El uso de ECLS tiene riesgos importantes, debido
fundamentalmente a la necesidad de anticoagulación y del
uso de grandes catéteres vasculares. Los primeros
trabajos que compararon la ventilación convencional con
ECLS en SDRA severo, no reportaron beneficios con el uso
de esta estrategia. Sin embargo, estudios posteriores de
tipo observacional mostraron tasas de sobrevida de
aproximadamente 50-66% en grupos seleccionados de
pacientes. Un estudio reciente que evaluó la utilidad de
transferir pacientes con SDRA severo a centros de
referencia donde además de ECMO se utilizaron otras
modalidades de tratamiento, mostró beneficios en cuanto
a sobrevida. Las técnicas de ECLS deberían utilizarse
cuando hay refractariedad a los tratamientos previos y
deberían realizarse en centros de referencia. No son
candidatos al uso de estas terapias los pacientes con
contraindicaciones para anticoagulación y aquellos que
fueron ventilados con altas presiones por más de una
semana.
Un punto importante a destacar es que con el uso de cada
una de las estrategias mencionadas se deben evaluar
objetivos fisiológicos que demuestren efectividad del
tratamiento en cuestión en un plazo de tiempo
determinado. Si no se logra el objetivo deseado, se
deberían discontinuar las terapéuticas empleadas para
evitar efectos indeseables y permitir utilizar otro
recurso terapéutico.
Recomendaciones finales:
1) Recomendaciones
para hipoxemia severa:
·
Si las Ppla no son elevadas y no hay
barotrauma, se debería considerar el uso de MR
o PEEP elevados.
·
Si las maniobras previas fueron
inefectivas o hubo contraindicaciones para las mismas,
utilizar PP o ventilación de alta
frecuencia.
·
Si la hipoxemia persiste considerar
ONI.
·
Si la administración de ONI es
inefectiva, utilizar CCD.
2) Recomendaciones
para presiones elevadas en la vía aérea:
·
Si con el uso de VT de 4 ml/kg, las
Ppla son elevadas, considerar PP o
ventilación de alta frecuencia.
3) Recomendaciones
para acidosis respiratoria severa:
·
Utilizar buffers o
considerar HFVVC.
4) Recomendaciones
para fracaso de las medidas previas:
·
Si el paciente continúa con hipoxemia
grave, acidosis respiratoria severa o PPla elevadas, se
debería plantear ECMO o RECO2.
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Anexo:
Tabla de Severidad del SDRA.
Score |
0 |
1 |
2 |
3 |
4 |
PaO2 / FIO2 |
≥ 300 |
225-299 |
175-224 |
100-174 |
<100 |
Infiltrados Rx |
Ninguno |
1 cuadrante |
2 cuadrantes |
3 cuadrantes |
4 cuadrantes |
PEEP |
≤ 5 |
6-8 |
9-11 |
12-14 |
≥ 15 |
Compliance |
≥ 80 |
60-79 |
40-59 |
20-39 |
≤ 19 |
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