Clopidogrel with or without Omeprazole in Coronary
Artery Disease.
Publicado on line el 6 Octubre de 2010 en la revista New
England Journal of Medicine.
Comentario: Dr. Javier Montero. Departamento de Medicina
Interna. Hospital Povisa, Vigo, España.
El tratamiento estándar en pacientes con síndrome
coronario agudo (SCA), con o sin elevación del segmento
ST, incluye la administración de doble antiagregación
plaquetaria con tienopiridinas (habitualmente
clopidogrel) y aspirina. En estos casos, también es
común prescribir protectores gástricos, en especial
inhibidores de la bomba de protones (IBP) como el
omeprazol, para disminuir el riesgo de hemorragia
digestiva producido por la medicación antiagregante y el
estado crítico de muchos de estos pacientes. En los
últimos 3 años, varios estudios observacionales han
alertado sobre una posible interacción entre clopidogrel
y omeprazol que conduce a una disminución del efecto
antiagregante del primero lo que podría aumentar así el
riesgo de eventos cardiovasculares adversos en estos
enfermos. Los datos observacionales sugieren que al
menos determinados IBP pueden contrarrestar los efectos
del clopidogrel, pero un reciente metanálisis de 23
estudios que han evaluado más de 90.000 pacientes
muestra resultados discordantes.
En la revista New England Journal of Medicine se publicó
el estudio (COGENT study), el único ensayo clínico
aleatorizado y multicéntrico a gran escala para evaluar
el efecto de los IBP sobre el riesgo de eventos
gastrointestinales y cardiovasculares graves en pacienes
con SCA tratados con clopidogrel o aspirina.
Lamentablemente el estudio se interrumpió prematuramente
por problemas de financiación tras el reclutamiento de
3.800 pacientes que fueron randomizados a recibir
clopidogrel solo o clopidogrel más omeprazol. A los 180
días, el omeprazol redujo el riesgo de eventos
gastrointestinales adversos (1,1 frente a 2,9%; HR 0,34;
IC 95% 0,18-0,63; P < 0,001) y de hemorragia digestiva
alta (HR 0,13; IC 95% 0,03-0,56; P = 0,001) sin aumentar
el riesgo de eventos cardiovasculares graves (4,9% con
omeprazol y 5,7% con placebo; HR 0,99; IC 95%
0,68-1,44).
El estudio no demuestra que el omeprazol aumente el
riesgo cardiovascular de los pacientes con SCA tratados
con clopidogrel y aspirina, aunque tampoco lo descarta
completamente (el estudio debió suspenderse como
comentamos). Lo que sí claramente demuestra es la
utilidad del omeprazol en este contexto como protector
gástrico y la necesidad de utilizar este tipo de terapia
preventiva. Dado que la interacción farmacológica
existe, es razonable la prudencia a la hora de evitar el
uso simultáneo de ambos fármacos, existiendo otras
alternativas al omeprazol, como los antagonistas de los
receptores H2 de la histamina (ranitidina).
Nota: Las recomendaciones actuales para los
prefesionales de la salud de la ANMAT2 sugieren que: 1)
el uso concomitante de omeprazol y clopidogrel debe ser
evitado por el efecto sobre los niveles de metabolito
activo del clopidogrel y sobre la actividad
anticoagulante; 2) la separación de la dosis de
clopidogrel y omeprazol no reduce la interacción de
drogas; 3) deben evitarse la administración de otros
fármacos en combinación con clopidogrel, debido a que
pueden presentar una interacción similar con otros
inhibidores de CYP2C19 diferentes de omeprazol, dentro
de estas drogas se incluyen: esomeprazol, cimetidina,
fluconazol, ketoconazol, voriconazol, etravirina,
felbamato, fluoxetina, fluvoxamina y ticlopidina.
1) Bhatt DL, Cryer BL, Contant CF, et al.
Clopidogrel with or without Omeprazole in Coronary
Artery Disease.
N Engl J Med 2010. Link:
http://dx.doi.org/10.1056/NEJMoa1007964.
2) ANMAT. Interacciones clopidogrel – omeprazol y otros
inhibidores de la bomba de protones. 25/02/2010.
Disponible en:
http://www.anmat.gov.ar/farmaco/clopidogrel_interacciones.pdf
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