CANDIDIASIS INVASORA
Las levaduras
del género Candida pueden causar cuadros que
varían de infecciones superficiales simples a procesos
invasivos graves, presentando un amplio espectro de
manifestaciones clínicas, siendo éstas consideradas
importantes patógenos oportunistas letales en
infecciones invasoras. La principal especie patógena del
género es C. albicans, cuyo hábitat fundamental es el
tracto digestivo del hombre y otros mamíferos,
conviviendo pacíficamente con el huésped hasta encontrar
condiciones biológicas favorables que les permitan
proliferar e invadir causando infección.
La incidencia
de candidiasis invasora varía entre 5 a 25% según el
grupo de pacientes, con un promedio del 10 al 15% de las
infecciones nosocomiales con aislamiento primario en
hemocultivos, presentando una letalidad entre 30 a 80%.
El Programa SENTRY en su vigilancia internacional de
candidiasis hidatógena, constató a partir de 306 casos
de candidemia en 1997 que el 80% son de origen
intrahospitalario y que el 50% afectaron a pacientes
internados en la UCI. (7) La incidencia de infecciones
causadas por Candida sp. en las unidades de
cuidados intensivos ha incrementado de forma substancial
en los últimos años. La prevalencia de la candidiasis
invasiva es relativamente baja en los primeros 5 a 7
días de estancia en la UCI, pero dicha prevalencia se
incrementa para el día 7 de forma dramática alcanzando
su pico a los 21 días. La candidiasis invasiva ha sido
asociada con sepsis severa, choque séptico y falla
orgánica múltiple de características similares a las
causadas por patógenos bacteriana. La candidiasis
invasiva es usualmente detectada tardíamente durante la
estancia en la unidad de cuidados intensivos y su
diagnóstico representa un desafío ya que la tasa de
mortalidad estimada es de 40% a pesar del desarrollo de
nuevos agentes antifúngicos. (6)
En la tabla 5
se señalan los niveles de actividad (0 = a no actividad
y +++ la mayor sensibilidad) de los principales fármacos
antifùngicos de uso común en las UCI frente a los
agentes patógenos mas identificados por cultivo que
causan infección fúngica invasora.
Tabla 5
Actividad de los principales antifùngicos |
Hongo |
Anfotericina B |
Itraconazol |
Fluconazol |
Caspofungina |
Candida |
+++ |
+++ |
+++ |
+++ |
Candida-R |
+++ |
+ |
0 |
+++ |
Aspergillus |
+++ |
+++ |
0 |
+++ |
Mucor |
+++ |
0 |
0 |
0 |
Criptotococcus |
+++ |
++ |
+++ |
0 |
Emergentes |
+++ |
0/+ |
0 |
0 |
Además del
aumento de la candidiasis invasora, se ha descrito un
cambio en el patrón etiológico de estos agentes. A pesar
de que C. albicans continua presentándose como la
especie más frecuente en todas los tipos de candidiasis,
su prevalencia a disminuido drásticamente como agente de
infecciones invasoras, atribuido al exitoso tratamiento
profiláctico con fluconazol, dando lugar a un aumento
considerable de candidiasis por otras especies del
género, principalmente de C. tropicalis, C.
parapsilosis y C. glabrata, con frecuencia
variable según la región geográfica y periodo de tiempo.
El médico
deberá tener particular cuidado con 3 especies de
candida no albicans que pueden causar infecciones graves
como son: C. glabrata, C. krusei y C.
lusitaniae debido a que estas especies presentan una
sensibilidad dosis dependiente ya que las especies de C.
albicans son muy sensibles al fluconazol con una
sensibilidad que oscila en el rango de 0.125-0.250
ug/ml y para las especies mencionadas, principalmente C.
glabrata la concentración mínima inhibitoria es
de 16 ug/ml, con resistencia variable al itraconazol y
anfotericina B. (17). La tabla 6 ilustra los cambios en
el factor tiempo-anual de las diferentes especies de
Candida como agentes etiológicos.
Tabla 6
Cambio patrón ecológico de candidiasis |
|
Especie |
1984 |
1990 |
1997 |
|
C. albicans |
80 |
58 |
56 |
|
C. tropicalis |
10 |
15 |
7 |
|
C. parapsilosis |
6 |
12 |
9 |
|
C. glabrata |
< 9 |
9 |
19 |
|
< 6 |
2,5 |
|
C. krusei |
|
0,5 |
|
C.guilliermondi |
|
Otras |
|
|
6 |
|
El diagnóstico
presuntivo de infección fúngica basado en la clínica y
exámenes radiológicos o de ultrasonografía es confirmado
solamente a través de la observación, aislamiento e
identificación del hongo a partir del material clínico
representativo de la infección profunda, en el
laboratorio. El diagnóstico de micosis invasora en
pacientes inmunodeprimidos solo por métodos indirectos
como detección de anticuerpos específicos y/o antígenos
de Candida circulantes, no presenta resultados
satisfactorios debido a la moderada sensibilidad y/o
especificidad, recomendándose hoy su aplicación conjunta
con los métodos directos. El aislamiento de un hongo sin
la presencia de signos o síntomas clínicos de infección
se define como “colonización”. Después de ésta las
especies de Candida tienen acceso al torrente
sanguíneo a través de 3 rutas importantes como son: el
tracto gastrointestinal, a través de un catéter
intravascular y por medio de una fuente localizada. El
aislamiento de este hongo en la sangre es considerada
universalmente como una infección fúngica. (18)
Estudios
realizados en pacientes con candidiasis invasiva
documentada durante los años ‘80 mostraron que el
hemocultivo convencional realizado en condiciones
óptimas, recuperó levaduras sólo en un 30% a 50% de los
casos. El aislamiento del hongo en sangre depende de
factores como volumen de muestra, frecuencia de
muestreo, medio de cultivo, condiciones de incubación y
métodos de procesamiento. El empleo de sistemas
comerciales como medios bifásicos, lisis centrifugación
y resina de alto volumen aumentaron la sensibilidad del
examen por lo menos al doble (> 60%) con reducción del
tiempo de aislamiento (entre 22 a 96 hrs). Por lo tanto,
el principal objetivo es evidenciar la presencia de la
levadura en muestras clínicas provenientes de sitios
estériles, representativos del sitio de infección,
recomendándose el estudio sistemático a través de
hemocultivo específicos en pacientes de alto riesgo. Sin
embargo no se debe de cometer el error de descartar una
infección micótica en los pacientes con hemocultivo
negativo ya que cerca de 44% de los pacientes con
cultivo y biopsias negativas mostraron en la autopsia
evidencia de infección fúngica diseminada. (18)
Recientemente
los resultados de la medición del 1,3 beta glucagon han
sido alentadoras para el diagnóstico de infecciones
fúngicas mostrando una sensibilidad y especificidad del
69.9% y 87.1% respectivamente para un valor de corte de
60pg/ml, con un valor predictivo positivo del 83.8% y un
valor predictivo negativo del 75.1% (19).