Biomarcadores cardiacos
La tecnología actual y la futura basada
en la proteómica ofrecen al clínico amplias
posibilidades de moléculas marcadoras de diversas
situaciones que acompañan a procesos isquémicos o
inflamatorios cardíacos y que se denominan “biomarcadores”.
A partir de unos años a la fecha, la disponibilidad de
biomarcadores cardiacos útiles (25,26) en el diagnóstico
temprano de enfermedades cardiovasculares o
cardiopulmonares como la tromboembolia ha modificado la
perspectiva clínica sobre todo para establecer una
terapéutica inmediata al episodio clínico. Dentro de
estos marcadores se encuentran la troponina y el péptido
natriurético cerebral (BNP) o su precursor llamado
NT-pro-brain natriuretic peptide (NT-proBNP).
En el cuadro 1, se enumeran una serie de biomarcadores
disponibles para el diagnóstico cardiovascular. Estos
marcadores como se indica en ese cuadro son útiles para
identificar desde la inestabilidad de la placa coronaria
en el caso de los síndromes coronarios agudos, los
procesos tempranos y tardíos de isquemia miocárdica, los
trastornos inflamatorios asociados a cardiopatías y la
presencia de insuficiencia ventricular. En este último
caso ha sido el BNP y el fragmento terminal de su
prohormona (NT-proBNP) los mas reconocidos como buenos
marcadores de la respuesta del estrés de la pared
ventricular y son liberados por el tejido miocárdico en
función de lo anterior, sin que exista necrosis y
precediendo a la isquemia. En la presente revisión
analizaremos experiencias publicadas en la literatura
mundial con el uso de este biomarcador, que como los
demás son parámetros biológicos cuantificables que
potencialmente proveen información adicional sobre la
enfermedad, en este caso de la TEP. Para el clínico los
biomarcadores proporcionan información certera, pronta y
costo-efectiva de la enfermedad, no solo para el
diagnóstico, sino para el monitoreo del tratamiento y el
pronóstico de los enfermos. La experiencia obtenida
hasta ahora con la aplicación cada vez de un mayor
número de estudios prospectivos ha demostrado resultados
consistentes, que han modificado el manejo de varias
enfermedades o las medidas preventivas a nivel
individual. Desafortunadamente el mayor obstáculo
encontrado en la cuantificación clínica de estos
marcadores de líquidos corporales (sea plasma, suero u
orina) se relaciona a la naturaleza dinámica de estas
moléculas, proteínas o enzimas que están sujetas a una
variabilidad tanto biológica como de la técnica de
análisis. En particular para el biomarcador que nos
ocupa y en particular en la falla ventricular existen
controversias acerca del papel de estos péptidos para
guiar tratamientos como monitores del mismo. Menor
controversia existe ahora en cuanto a su posibilidad
diagnóstica, aunque hay que reconocer que todavía se
encuentra en fases tempranas de su aplicación universal,
que abarque diferentes grupos étnicos, así mismo es
imperiosa una estandarización de las técnicas de
medición.
La disfunción ventricular derecha, es
un hallazgo común en pacientes con TPE y predice un mal
pronóstico en estos pacientes (1). Esta insuficiencia
cardiaca, no solo resulta de la sobrecarga o lesión del
miocardio, si no también, de una interacción compleja
entre cambios inflamatorios, genéticos, neurohormonales
y bioquímicos de los cardiomiocitos, del intersticio
cardiaco o ambos (2). Resultando en un incremento en el
número de enzimas, hormonas, sustancias biológicas y
otros marcadores de mal funcionamiento y estrés
cardiaco, llamados biomarcadores, que al parecer tienen
una gran implicación clínica(2). Morrow y de Lemos,
mencionan tres criterios que deben de existir para que
un biomarcador sea útil en la clínica. Primero, que sea
una prueba segura y que pueda repetirse múltiples veces.
Segundo, el biomarcador debe proveer información que no
está disponible en la clínica del paciente. Tercero, los
niveles del mismo servirán para tomar una decisión
médica (3). Se presenta en la Tabla 1 la relación de
biomarcadores cardiacos de uso actual.
Tabla 1.
Condición |
Marcador(es) |
Marcador temprano de necrosis |
Mioglobina
Isoformas de CK-MB
H-FABP |
Marcadores intermedios/tardíos de necrosis |
cTNI
cTNT
CK-MB |
Disnea/Insuficiencia cardiaca |
BNP
NT-proBNP |
Inflamación |
Hs-CRP
MPO
sCD40L
MMP-2.9
Lp-PLA2 |
Inestabilidad de placa |
MPO
MMP-2.9
sCD40L
PAPP-A
P1GF |
Isquemia |
BNP
NT-ProBNP
Colina (PLCHO-WBCHO)
FFAu
IMA (Factor predictor negativo?)
H-FABP |
H-FABP-Proteínas fijadoras tipo ácido graso cardiacas.
Hs-CRP-proteína C altamente sensible. MPO-mieloperoxidasa.
sCD40L-Ligando soluble CD40. MMP-matriz de
metaloproteinasa. P1GF-factor de crecimiento placenario.
Lp-PLA2-Lipoproteína ligada a la fosofolipasa A2. PAPP-A-
proteína plasmática asociada al embarazo. IMA-albúmina
modificada por isquemia. FFAu- ácidos grasos no
expuestos. PLCHO y WBCHO- colina plasmática y de sangre
total respectivamente.
El precursor del BNP, del inglés BNP (Brain
Natriuretic Peptide), y el pro BNP N-terminal, es
una pre-pro-hormona del BNP de 134 aminoácidos,
sintetizada en los miocitos y transformada en la pro
hormona de BNP de 108 aminoácidos. Esta pro hormona es
liberada durante el estrés hemodinámico, cuando los
ventrículos están dilatados o hipertróficos o cuando se
somete a una tensión de su pared (4). Esta pro- hormona
es transformada por endoproteasas en la circulación en
dos polipéptidos: NT-pro-BNP que es inactivo de 76
aminoácidos y en el BNP que es el activo de 32
aminoácidos el cual produce (Vasodilatación arterial,
diuresis y natriuresis, además reduce la actividad del
sistema renina-angiotensina-aldosterona y del sistema
nervioso simpático (4).