¿Qué
mecanismos provocan la hiperglicemia durante la injuria?
En
condiciones normales la concentración sérica de glucosa
se encuentra estrechamente regulada. Luego del ayuno,
la euglicemia se mantiene porque la tasa de producción
hepática de glucosa iguala a la tasa de captación de la
misma. Después de una ingesta, el aumento de la glicemia
es seguido por un rápido incremento de la insulina y un
descenso del glucagón. Estos cambios conducen a una
disminución en la producción hepática de glucosa y a un
aumento en su captación periférica, a través del cual se
previene que los niveles séricos de glucosa superen los
150 mg/dl.
Durante
la enfermedad, el stress, modifica la dinámica de los
hechos, a través de un cambio en la utilización de
sustratos y en la tasa de síntesis de sustancias.
La
injuria accidental o quirúrgica, sepsis, quemaduras u
otras enfermedades graves tales como infarto de
miocardio o accidente cerebrovascular, provocan una
respuesta sistémica conocida como “respuesta de stress”.
Esta respuesta es la consecuencia de la liberación de
hormonas contrareguladoras (cortisol, catecolaminas,
glucagón y hormona del crecimiento), y de citoquinas
proinflamatorias que afectan la homeostasis de la
glucosa indirectamente estimulando la secreción de
hormonas contrareguladoras, y directamente alterando la
respuesta celular a la insulina. Esta “diabetes de la
injuria” se manifiesta como un síndrome que consiste
en:
1.
Hipermetabolismo (aumento del consumo de oxígeno,
hiperglicemia, hiperlactacidemia y catabolismo
proteico),
2.
Estado
hiperdinámico cardiovascular
3.
Manifestaciones clínicas como: fiebre o hipotermia,
taquicardia, taquipnea, y leucocitosis.
La
respuesta de stress provoca una serie de cambios en el
metabolismo de los hidratos de carbono, que incluyen:
1.
Aumento
de la captación periférica de glucosa.
2.
Aumento
de la utilización periférica de glucosa.
3.
Hiperlactacidemia.
4.
Aumento
de la gluconeogénesis y disminución de la glucogénesis.
5.
Intolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina
1)
Aumento de la captación de glucosa
Es
posible que esta respuesta tenga por objetivo proveer a
los tejidos de cantidades adecuadas de energía,
especialmente en aquellos que participan de la respuesta
inmune y en la cicatrización de heridas.
La
captación de glucosa en la mayor parte de los órganos
ocurre a través de un transportador de membrana, pasivo
y saturable. Existen cinco isoformas del mismo, pero
tres de ellas desempeñan el rol más importante, estas
son:
•
Glut 1:
Es responsable de la captación basal de glucosa. Se
encuentra en altas concentraciones en células de la
barrera hemato-tisular. Tiene alta afinidad por la
glucosa, no requiere de insulina para su
funcionamiento y asegura el transporte, aún en
condiciones de hipoglucemia.
•
Glut 2:
Tiene una distribución más restringida. Se expresa en
hígado, riñón, intestino delgado y células Beta
pancreáticas. Interviene en la captación y liberación de
glucosa en el hígado y en la regulación de la secreción
de insulina.
•
Glut 4:
Se presenta solo en tejidos donde la captación de
glucosa está mediada por insulina:
músculo, tejido adiposo y cardíaco.
La
captación periférica de glucosa también se efectúa sin
la intervención de insulina (captación de glucosa no
insulínica: CGNI). Esto ocurre en sistema nervioso
central, hígado, leucocitos y eritrocitos. Algunos
tejidos insulinosensibles, como músculo y tejido
adiposo, pueden también incorporar glucosa por este
mecanismo.
En
condiciones básales, post-absortivas, el 80% de la
glucosa es captada por CGNI, predominantemente en el
cerebro. El músculo da cuenta del 20% de la captación,
de la cual el 50% es mediado por insulina y el resto no.
En
condiciones de hiperglicemia la captación de glucosa
experimenta un efecto de “acción de masa”, en donde la
captación aumenta en proporción directa con los niveles
sanguíneos.
Gran parte de este incremento se debe a un aumento de la
CGNI en el músculo, y es el mecanismo de mayor
relevancia durante el stress. Sin embargo, como se verá
más adelante, a pesar de la mayor captación, esta no
alcanzaría a normalizar los niveles séricos como
consecuencia de la resistencia insulínica.
2)
Aumento de la utilización periférica de glucosa
Luego de
su captación, la glucosa es metabolizada a piruvato a
través de la vía glucolítica. Durante la injuria existe
una preferencia por la utilización anaeróbica de la
glucosa. Se pensaba que este hecho se debía al déficit
de energía celular, que resultaba de la hipoxia durante
los estados de injuria. Sin embargo algunos experimentos
no han podido demostrar este déficit de la bioenergética
celular durante la sepsis. No existe una explicación
acerca de porque las células escogen esta vía para
satisfacer sus requerimientos, más aún si se tiene en
cuenta que no es la forma más eficiente para producir
energía, ya que la producción de ATP es 18 veces mayor
durante la oxidación aeróbica. Se presume que la
glucólisis tendría el beneficio de una mayor
“flexibilidad metabólica” ya que le permite a diferentes
tejidos compartir la fuente de carbonos (lactato) que
pueden ser utilizados para oxidación o gluconeogénesis.
El piruvato producido durante la glucólisis puede ser
dirigido a cualquiera de las siguientes vías (ver Figura
1): 1) oxidación a CO2, 2) conversión a
lactato, 3) transaminación a alanina, 4) reciclado a
glucosa vía oxalacetato.
3)
Hiperlactacidemia
El
aumento del ácido láctico es común en los pacientes
críticos. La magnitud de la hiperlactacidemia se
correlaciona con la severidad del hipermetabolsmo y se
acompaña de aumento en la excreción de nitrógeno ureico,
del consumo de oxígeno y resistencia a la acción de la
insulina.
La
hiperlactacidemia del stress está provocada por un
aumento en la captación periférica de glucosa que
estimula la producción de lactato y piruvato por un
efecto de “acción de masa”. La mayoría del lactato es
reciclado a glucosa a través del ciclo de Cori. Este
ciclo no da por resultado la producción neta de glucosa
nueva, sin embargo proporciona un medio por el cual los
productos finales de la glucólisis pueden entrar en un
proceso anabólico en lugar de acumularse en el torrente
sanguíneo o experimentar nueva oxidación.
4)
Aumento de la gluconeogénesis y disminución de la
glucogénesis
La
gluconeogénesis incluye a aquellas vías metabólicas
responsables de la conversión de sustratos “no hidratos
de carbono” a glucosa o glucógeno. El lactato y la
alanina son los sustratos principales (ver figura 2) de
este proceso durante el stress, otra fuente proviene del
glicerol, pero su contribución no sería mayor al 20%.
Las
hormonas desempeñan un papel importante en la regulación
de la gluconeogénesis. El proceso es estimulado por
glucagón, cortisol y adrenalina, mientras que es
inhibido por insulina. La hiperglicemia debería ejercer
un freno a través de un mecanismo de retroalimentación
negativa, pero durante la respuesta de stress se observa
una resistencia a la inhibición por insulina y glucosa.
Actualmente se considera que las citoquinas
proinflamatorias serían las responsables de este
comportamiento.
La
depresión de la glucogénesis (ver Figura 2) esta bien
documentada en sepsis e injuria aguda por otras causas.
Sería el resultado de la constante degradación de
glucógeno inducida por las hormonas contrareguladoras y
por la inhibición de la enzima glucógeno sintetasa
inducida por citoquinas.
Esta
respuesta podría interpretarse como un recurso, por
medio del cual se promueve la producción hepática de
glucosa para asegurar su disponibilidad a nivel tisular.
5)
Intolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina
Durante
la respuesta al stress la captación de glucosa en
heridas y otros órganos, que intervienen en la respuesta
a la agresión se encuentra aumentada. En estos sitios la
incorporación de glucosa no depende de la insulina. Esta
mayor captación contribuiría a estabilizar los niveles
sanguíneos de glucosa. Sin embargo en cierto momento
ocurre una saturación de este proceso que conduce a
hiperglicemia. Si bien los niveles de insulina en
pacientes con injuria se encuentran normales o levemente
elevados existiría una resistencia a la acción de la
insulina en los tejidos. El mecanismo exacto de esta
resistencia no se ha dilucidado, pero se sabe que ocurre
en algún punto posterior a la unión de la insulina con
el receptor de membrana (efecto post-receptor).
Los
factores más importantes que determinan la
hiperglicemia asociada a injuria o “diabetes de
stress” son:
1) Resistencia a la acción insulínica con la
consecuente disminución de de la incorporación
de glucosa a la célula.
2) Aumento de la gluconeogénesis y falta de
“freno” de la misma por insulina. |
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