Guideline
del mes
Guía de Práctica Clínica para el Tratamiento de la
Infección del Tracto Urinario 2011 de la Sociedad
Americana de Enfermedades Infecciosas y Sociedad Europea
de Microbiologia y Enfermedades Infecciosas
11 de Marzo 2011 – Clinical Infectious Disease.
Comentario: Dra. Natalia Egri. Departamento de Medicina
Interna. Clínica Corachan, Barcelona, España. Ex Jefe de
Residentes de Clínica Médica, Hospital Provincial del
Centenario, Rosario. Argentina.
Las infecciones del tracto urinario (ITU) en la mujer
son un frecuente motivo de consulta. Aproximadamente el
25-35% de las mujeres de entre 20-40 años ha tenido
algún episodio de IU durante su vida. La mayoría se
produce en mujeres con tracto urinario y función renal
normales.
La cistitis aguda no complicada sigue siendo uno de las
indicaciones más comunes para la prescripción de
antimicrobianos a mujeres por lo demás sanas. A pesar de
directrices publicadas para la selección óptima de un
agente antimicrobiano y la duración de la terapia, los
estudios demuestran una gran variación en las prácticas
de prescripción.
La Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América
(IDSA) publicó una guía de práctica clínica sobre el
tratamiento de mujeres con cistitis aguda no complicada
y pielonefritis en el año 1.999. Desde entonces, la
resistencia de los uropatógenos a los antibióticos
causando complicaciones se ha incrementado, así como
también la importancia de los efectos ecológicos
adversos de la terapia antimicrobiana. A su vez, nuevos
agentes y diferentes duraciones de la terapia se han
estudiado y los resultados clínicos se informan cada vez
más. En vista de estos acontecimientos, se justifica una
actualización de las directrices.
Pasaremos a reseñar las nuevas recomendaciones con sus
respectivos niveles de evidencia. El objetivo de esta
guía es el tratamiento de mujeres con cistitis aguda no
complicada y pielonefritis, diagnósticos limitados en
estas directrices para las mujeres premenopáusicas, no
embarazadas, sin anormalidades urológicas conocidos o
comorbilidades. Cabe señalar que las mujeres
postmenopáusicas o con diabetes bien controlada sin
secuelas urológicas puede ser considerado por algunos
expertos como infección del tracto urinario (UTI) sin
complicaciones, pero un análisis específica de estos
grupos se encuentra fuera del alcance de esta guía.
Tratamiento óptimo para la cistitis aguda no complicada
1. Nitrofurantoína 100 mg dos veces al día durante 5
días es una opción apropiada para la terapia debido a
una resistencia mínima, y escasos daños colaterales y
una eficacia comparable a los 3 días de
trimetoprim-sulfametoxazol (A-I).
2. Trimetoprim-sulfametoxazol (TMS):160/800 mg, 1
comprimido dos veces al día durante 3 días, es una
opción apropiada para el tratamiento, dada su eficacia,
evaluada en numerosos ensayos clínicos, si las tasas
locales de resistencia de los uropatógenos que la causan
no superen el 20% o si la infección es producida por una
cepa conocida susceptible (A-I). Este umbral (20%) se
basa en opiniones de expertos procedentes de ensayos in
vitro y estudios de modelos matemáticos (B-III).
3. La Fosfomicina, 3 g en dosis única, es una elección
adecuada para la terapia en los que está disponible
debido a una mínima resistencia y propensión a daños
colaterales, pero parece tener una eficacia inferior en
comparación con los regímenes estándar de corta duración
(A-I).
4. Pivmecilina (400 mg día durante 3-7 días) es un
elección adecuada para la terapia en las regiones donde
está disponible (disponibilidad limitada a algunos
países europeos), debido a su resistencia mínima y la
propensión a daños colaterales, pero puede tener una
eficacia inferior en comparación con otras terapias
disponibles (A-I).
5. Las fluoroquinolonas (ofloxacina, ciprofloxacina y
levofloxacina), son altamente eficaces en los regímenes
de 3 días (AI) pero tienen una relevante propensión a
los daños colaterales y debe ser reservada para usos
importantes además de la cistitis aguda y por lo tanto
se deben considerar antimicrobianos alternativos para la
cistitis aguda (A-III).
6. Agentes β-lactámicos, incluyendo la amoxicilina-ácido
clavulánico, cefdinir, cefaclor y cefpodoxima proxetil,
en regímenes de 3-7-días son opciones apropiadas para la
terapia cuando otros agentes no pueden ser utilizados
(B-I). Otros β-lactámicos, como cefalexina, no esta tan
bien estudiada, pero puede ser adecuada en ciertos
contextos (B-III). Los β-lactámicos en general, tienen
una eficacia inferior y más efectos adversos, en
comparación con otros antimicrobianos para el
tratamiento de las UTI (B-I). Por estas razones, estos
fármacos excepto la pivmecilina, deben utilizarse con
precaución para la cistitis aguda no complicada.
7. Amoxicilina o ampicilina no deben utilizarse para el
tratamiento empírico, dada la eficacia relativamente
pobre, previamente discutido en las directrices de 1999
y la muy alta prevalencia de la resistencia a estos
agentes antimicrobianos en todo el mundo (A-III).
Tratamiento óptimo para la pielonefritis aguda
1. En pacientes con sospecha de pielonefritis (PN), una
muestra de orina, urocultivo y la prueba de
susceptibilidad siempre se debe realizar y el
tratamiento empírico inicial debe ajustarse
adecuadamente en base a los uropatógenos infectantes
(A-III).
2. Ciprofloxacino oral, 500 mg dos veces al día durante
7 días, con o sin un mínimo de dosis de 400 mg de
ciprofloxacino por vía intravenosa, es una elección
adecuada para la terapia en pacientes que no requieren
hospitalización, cuando la prevalencia de la resistencia
de la comunidad de los uropatógenos a las
fluoroquinolonas es inferior al 10%. (A-I). Si un agente
inicial intravenoso desea ser utilizado, ceftriaxona 1
gr o un aminoglucósido en dosis única se podría utilizar
en lugar de una fluoroquinolona endovenosa (B-III). Si
la prevalencia de resistencia a las fluoroquinolonas se
cree que supera el 10%, antimicrobianos parenterales de
larga duración, tales como 1 g de ceftriaxona (B-III) o
un aminoglucósido en dosis única según el peso, es
recomendado (B-III). Los datos son insuficientes para
hacer una recomendación sobre qué nivel de resistencia a
las fluoroquinolonas requiere un agente alternativo en
relación con o para reemplazar una fluoroquinolona para
el tratamiento de la PN.
3. Una fluoroquinolona oral una vez al día, incluyendo
ciprofloxacina (1000 mg de liberación extendida de 7
días) o levofloxacina (750 mg durante 5 días), es una
elección adecuada para la terapia en pacientes que no
requieren hospitalización, cuando la prevalencia de la
resistencia de los uropatógenos de la comunidad es
inferior al 10% (B-II). Si la prevalencia de resistencia
a las fluoroquinolonas se cree que supera el 10%, una
dosis inicial intravenosa de un antimicrobiano
parenteral de acción prolongada, como 1 g de
ceftriaxona (B-III) o un aminoglucósido en dosis única
se recomienda (B-III).
4. TMS 160/800 mg tableta de doble potencia dos veces al
día durante 14 días es un opción apropiada para el
tratamiento si se conoce el uropatógeno susceptible
(A-I). Si el TMS se utiliza cuando la susceptibilidad no
se conoce, una dosis inicial intravenosa de un
antimicrobiano parenteral de acción prolongada, como 1 g
de ceftriaxona (B-II) o un aminoglucósido en dosis única
según el peso, se recomienda (B-III).
5. Agentes b-lactámicos orales: son menos eficaces que
otros agentes disponibles para el tratamiento de la PN
(B-III). Si un b-lactámico oral se utiliza, una dosis
inicial intravenosa de un antimicrobiano de larga
duración parenteral, tales como 1 g de ceftriaxona
(B-II) o un aminoglucósido en dosis única según el peso,
es recomendado (B-III). Los datos son insuficientes para
modificar la recomendación de guías previas en cuanto a
la duración del tratamiento de 10-14 días para la PN con
un agente b-lactámico.
6. Las mujeres con PN que requieren hospitalización
deben ser tratados inicialmente con antibióticos por vía
intravenosa, como una fluoroquinolona, una cefalosporina
de espectro extendido o la penicilina de amplio
espectro, con o sin una aminoglucósido, o un carbapenem.
La elección entre estos agentes deben estar basados en
datos locales de resistencia, y el régimen debe ser
adaptado en función de los resultados de sensibilidad
(B-III).
Otros puntos a aclarar:
La cistitis o PN no complicada por SARM (estafilococo
aureus meticilinoresistente) es poco común, y en este
momento, no hay datos suficientes para recomendar el uso
de un agente SARM-activo para el tratamiento empírico de
la IU no complicada.
Teniendo en cuenta las crecientes tasas de resistencia a
la ampicilina entre organismos gram-negativos, el uso de
ampicilina debe limitarse a los pacientes en quienes la
infección por Enterococcus se sospecha y debe ser
acompañada por un aminoglucósido.
Vale la pena resaltar la importancia de la toma de
urocultivos y el rápido ajuste de la terapéutica
antimicrobiana en función del resultado del mismo, acto
que muchas veces se pasa por alto fundamentalmente en
los servicios de urgencia y la importancia de conocer
los patrones de susceptibilidad local de cada
institución hospitalaria.
Por último, lo esencial en las infecciones del tracto
urinario es discernir clínicamente si estamos ante la
presencia de una cistitis no complicada o ante una ITU
alta, dado que hasta un 15-20% de las pacientes
diagnosticadas de cistitis no complicada tienen en
realidad una ITU alta, siendo esto de suma importancia,
ya que se modifica la elección del antimicrobiano
adecuado y el tiempo de tratamiento. Según esta guía, en
el primer caso la nitrofurantoína por 5 días sería el
fármaco de elección y en el segundo las quinolonas o TMS
por 10 a 14 días serían las opciones recomendadas.
Debemos recordar que las guías, como su nombre lo
indica, son orientadoras e intentan unificar el manejo
de los médicos en una determinada patología pero en
ningún caso debe reemplazar el criterio clínico del
médico tratante.
Gupta K, Hooton TM, Naber JG, Wullt B, Colgan R, Miller
LG, Moran GJ, Nicolle LE, Raz R, Schaeffer AJ, Soper
DE.International Clinical Practice Guidelines for
theTreatment of Acute Uncomplicated Cystitis and
Pyelonephritis in Women: A 2010 Update by theInfectious
Diseases Society of America and theEuropean Society for
Microbiolo |