Tratamiento empírico antibiótico
Todos los pacientes con infección profunda de cuello
deben recibir terapia antibiótica empírica inicial hasta
que los resultados de los cultivos estén disponibles. La
terapia empírica debe ser efectiva contra las bacterias
aerobias y anaerobias que comúnmente están involucradas,
y, una vez disponible, los resultados de los cultivos y
sensibilidad pueden permitir ajustar a una terapia
antibiótica adecuada.
Ya sea la combinación de penicilina con un inhibidor de
la beta-lactamasa (tal como amoxicilina o ticarcilina
con ácido clavulánico) ó un antibiótico beta-lactamasa
resistente (como cefoxitina, cefuroxima, imipenem o
meropenem) en combinación con un fármaco altamente
efectivo contra la mayoría de los anaerobios (como
clindamicina o metronidazol), se recomienda para una
cobertura empírica óptima. La vancomicina debe
considerarse como terapia empírica en pacientes con
abuso de drogas ntravenosas por el riesgo de infección
por S aureus meticilino-resistente y en pacientes
que presentan neutropenia severa o disfunción inmune.
La adición de gentamicina para una cobertura efectiva
contra gram negativos, en especial Klebsiella
pneumoniae, el cual es resistente a clindamicina,
está altamente recomendada en pacientes diabéticos; sin
embargo, la función renal debe monitorizarse
estrechamente. La terapia antibiótica parenteral debe
continuarse hasta que el paciente permanezca afebril por
al menos 48 horas, seguida de terapia oral usando
amoxicilina con acido clavulánico, clindamicina,
ciprofloxacino, trimetroprim-sulfametoxazol o
metronidazol.